Confidencias de un ama de casa en los sesenta
El escritor Domingo Villar recomienda la novela de Sue Kaufman 'Diario de un ama de casa desquiciada' que marcó un antes y un después en la conciencia femenina en EE UU
Los años sesenta están de moda. Prueba de ello son los escaparates con vestidos de faldas voluminosas que marcan cintura, las series como Mad Men o los libros como el que el escritor Domingo Villar (Vigo, 1971) elige para meter en su maleta: Diario de un ama de casa desquiciada (Libros del Asteroide), de Sue Kaufman (Nueva York, 1926-1977).
La novela de Sue Kaufman se publicó en 1967 y fue pionera en hablar de la independencia de la mujer y de la angustia que sentían muchas amas de casa que se veían confinadas, dedicadas a las labores del hogar y alejadas de la mera posibilidad de hacer realidad sus sueños.
Tal es la situación de Tina Balser, una mujer en apariencia felizmente casada con un acaudalado abogado, residente en Manhattan y madre de dos hijas. A pesar de lo perfecta que pueda parecer su vida, Tina no se siente satisfecha. Para desahogarse comienza a escribir un diario en el que plasma sus dudas e inseguridades. A través de esas páginas el lector descubre la vocación de pintora de la protagonista, frustrada tras su matrimonio. Además, la relación con su marido, que pasa más tiempo fuera que en casa, hace aguas y ante el distanciamiento de él Tina recurre a un amante.
Obviando el drama, el diario siempre mantiene un tono irónico que engancha al curioso espectador en el que se convierte cualquiera que abra este libro. "Me he reído mucho con la historia de Tina Balser, miembro de la alta sociedad neoyorquina, que decide escribir un diario para recoger sus propias preocupaciones y despellejar a los demás como sólo puede hacer quien sabe de qué habla", asegura Domingo Villar.
Este bien podría tratarse del diario de Betty Draper (Mad Men), una mujer igualmente angustiada ante las exigencias de la sociedad. Una sociedad que les exige ser elegantes, estar siempre de buen humor, ser cariñosas, encargarse de la casa y educar a sus hijos como unas madres excelentes. Y al final del día, esperar a sus maridos en casa con la cena puesta y perfectamente arregladas. Sue Kaufman refleja en su mejor novela la nueva conciencia femenina en la década de los sesenta.
Diario de un ama de casa desquiciada, Sue Kaufman (Libros del Asteroide). Traducción de Milena Busquets.
Domingo Villar: "Los relatos de Fernández Cubas se leen deprisa, pero dejan poso"
Domingo Villar (Vigo, 1971) es escritor, guionista de cine y televisión y crítico gastronómico. Ha escrito La playa de los ahogados y Ojos de agua. Estas son sus sugerencias para el verano:
La pista de arena, de Andrea Camilleri (Salamandra)
"Quienes ya conozcan al comisario Montalbano no se sentirán defraudados: un caso extraño (un caballo apaleado hasta la muerte en la playa de Vigatá) y el comisario preocupado al percibir que se va haciendo mayor. Para quienes aún no hayan leído a Camilleri, este es un buen libro para comenzar a disfrutarlo".
Plaga de palomas, de Louise Erdich (Siruela)
"Merece mucho la pena este libro escrito por una autora india (nativa americana les dicen allí). Narra un crimen sucedido en una reserva chippewa que, en lugar de olvidarse, va impregnando a las familias de asesinos y víctimas, persiguiéndolos durante generaciones".
Todos los cuentos, de Cristina Fernández Cubas (Tusquets)
"Los relatos de Fernández Cubas se leen deprisa, pero dejan poso y permiten que los disfrutemos durante mucho tiempo después de leídos".
Sueco se escribe con eñe, de Tom Kallene (Europa Viva)
"Un retrato agudo de España y su gente desde el punto de vista de mi amigo Tom, un sueco que llegó aquí hace veinte años y todavía se sigue sorprendiendo".
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