"China está muy lejos de la democratización"
El Nobel Gao Xingjian considera que la imagen de apertura mostrada en los JJOO de Pekín fue un espejismo
El Premio Nobel de literatura chino Gao Xingjian, que hoy abre en Barcelona el Festival de Literatura Kosmópolis, cree que su país natal está aún "muy lejos de la democrización y de la libertad de expresión". El escritor, exiliado a Francia desde que China le cerró las puertas cuando en 1989 condenó la matanza de Tiananmen, ha considerado que la imagen de apertura que su país ofreció al mundo, durante los JJOO "es pasajera, como los fuegos de artificio".
En su opinión, los fuegos artificiales (en referencia a los que inauguraron los Juegos de China) son pasajeros, se producen en un minuto y se van, pero la vida cotidiana allá permanece". "Una fiesta no puede explicar la realidad, y la realidad es que el país está muy lejos de la democratización y que la libertad de expresión también está aún lejos", ha señalado Xingjian (Jangsu, China 1940).
Novelista, dramaturgo, director teatral, traductor, crítico y artista plástico, el Nobel presentará en Barcelona su libro Teatro y pensamiento, así como una muestra de sus últimas obras realizadas en tinta china sobre tela, una película sobre ellas y una obra de teatro. Xingjian abre el encuentro bienal literario barcelonés Kosmópolis, dedicado este año a los problemas globales más urgentes y al compromiso de los escritores con las nuevas causas políticas, sociales y ecológicas.
Alerta por el calentamiento global
Angustiado sobre el calentamiento global y el futuro del planeta, en sus propias palabras, Xingjian cree que "ese (el calentamiento global) es un gran problema al que no hemos encontrado solución porque explotamos la naturaleza. No se encuentra la solución porque es fruto de la tontería humana". Su exposición y película, esta última rodada en Barcelona y producida por la editorial barcelonesa Círculo de Lectores, se titula Después del Diluvio.
El punto de vista del escritor sobre el papel del intelectual en el mundo difiere del de la mayoría de escritores, que "sí creen que un artista, un individuo, puede salvar el mundo, pero yo creo que eso es una utopía, un engaño, una ilusión y un medio que se ha utilizado como propaganda política". El artista "puede expresarse con su voz propia, su mente, su alma puede analizar la condición humana y su voz es en cierto modo la voz de la conciencia, algo necesario", ha añadido el artista.
El artista como testimonio
Xingjian es de la opinión, sin embargo, de que la voz del artista, del escritor "deja al menos un testimonio de las condiciones difíciles y complicadas, así como de los propios complejos de la condición humana, mucho mejor que la historia escrita por el poder". Por ese motivo, el escritor cree que "todavía se leen las tragedias griegas y las obras de William Shakespeare y también por ello se ha preguntado "¿quien más sino los historiadores son los que leen los discursos políticos de la época?".
El escritor premiado con el Nobel el año 2000 vuelve a Barcelona para mostrar una importante parte de su producción artística, "conmovido" por la acogida que le dispensa la capital catalana, especialmente cuando en China "mi país natal, mis libros e incluso mi nombre están censurados". Xingjian, de nacionalidad francesa, ha señalado también que se siente "muy bien acogido en Francia, no me siento extranjero, Francia es mi país, un país que desde hace un siglo acoge a emigrantes, sobre todo a los artistas, como hizo con Picasso o Chagal, un país de referencia en este sentido", que espera que no cambie a pesar de la crisis económica.
Babelia
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