El Centro Niemeyer suspende temporalmente su actividad cultural
Las desavenencias entre la fundación del centro cultural y el gobierno asturiano de Francisco Álvarez-Cascos por la cesión de los edificios y la representación pública en el órgano gestor obligan a la cancelación de la programación prevista
Seis meses después de que las sinuosas formas del Centro Niemeyer cambiaran el paisaje industrial de Avilés con su revulsivo cultural, se suspenden las actividades que la fundación que gestiona el centro había programado. "El espectáculo de María Pagés, el 8 de octubre, será el último", explica José Luis Rebollo, secretario general del patronato de la Fundación Niemeyer.
El 15 de diciembre se cumple el plazo de cesión de los edificios del Principado de Asturias a la fundación, previsto en las escrituras de 2006. En 2010, las instituciones establecieron esta fecha a la espera de terminar la tramitación. Según explica el secretario, la propuesta de cesión del Gobierno de la comunidad -en aquel momento dirigido por el PSOE- era por 50 años, aunque "a nosotros nos valía con cinco, el tiempo para sacar adelante un centro cultural como este". "En junio el actual Ejecutivo no continuó con la tramitación porque decían que estaban en funciones", apostilla Rebollo.
La suspensión de la programación cultural prevista ocasionará al centro unas pérdidas de 600.000 euros entre cancelaciones e indemnizaciones, como indica Rebollo. Aun así, las instalaciones se podrán seguir visitando.
Al margen de la cesión de los edificios existe una segunda controversia, la reforma de los estatutos del patronato de la Fundación Niemeyer que se aprobó entre febrero y junio. Los cambios reducen la representación del Ejecutivo regional de cuatro a tres patronos, aunque mantiene su mayoría, y la presidencia pasa a Manolo Díaz, artista y empresario cultural. Hasta la reforma, el Consejero de Cultura del Principado ostentaba este cargo. "Creíamos que la proporción no era razonable una vez que nuevos representantes habían pasado a formar parte del patronato", dice Rebollo. En un primer momento, esta institución estaba formada por el Principado con cuatro representantes y el ayuntamiento y el puerto de Avilés, con dos patronos respectivamente. Posteriormente, se han unido el Ministerio de Cultura, la Caja de Ahorros de Asturias y Enrique Iglesias, secretario general iberoamericano. "Cada miembro suma un patrono por cada 500.000 euros que aporten", explica Rebollo. "Queremos tener más apoyos privados para llevar a cabo campañas de fundraising [captación de fondos]".
"No puede haber programación en ninguna institución que no responda al control de la gestión y la transparencia, y eso en estos momentos no se da en la Fundación Niemeyer y lo saben los responsables", decía Francisco Álvarez-Cascos en una entrevista en la televisión asturiana el pasado jueves. El Gobierno de Foro Asturias, partido de Cascos, aún no formaba parte del patronato cuando se aprobó la reforma ya que se encontraba en funciones. El presidente asturiano dice estar "abierto" a dialogar por el futuro de "una institución en la que mucho más del 50% del presupuesto sale de recursos públicos".
El consejero de Cultura de Asturias, Emilio Marcos Vallaure, criticó esta semana durante una comparecencia en la Junta General del Principado que la programación del complejo es "cultura del espectáculo" en referencia directa a las exposiciones de artes plásticas del Niemeyer. "El Gobierno tiene una concepción clara y rotunda sobre el Niemeyer: o es privado o público. Y si es público, el Principado tiene que tener la participación en el patronato acorde a nuestra participación económica. Si es privado, tendremos una participación menor. Así de sencillo", dijo el consejero en declaraciones recogidas por el diario La Nueva España. "Si la aportación del Gobierno es del 80%, nuestra participación en el patronato tiene que ser en la misma proporción". Una cifra que Rebollo se ha apresurado a desmentir: "la aportación es de un 32 o 33%". Según ha indicado, en 2011 el Principado aportó 1.150.000 euros, "de los que 250.000 nos los hemos gastado en cosas que faltaban en el centro, así que en realidad se trata de 900.000 euros".
Rebollo ha confirmado que la Fundación tomará acciones legales contra el gobierno regional por no haber admitido el consejero de Cultura las modificaciones propuestas para el Patronato. Ya ha interpuesto un recurso administrativo de nulidad contra esa decisión y ha anunciado otro por la vía Contencioso-Administrativo sin fecha, ya que se mantiene a la espera de lo que pueda suceder esta semana.
Los antecedentes de la polémica
La polémica comenzó hace unas semanas cuando la Consejería de Cultura del Principado acusó al centro de graves irregularidades económicas. El lunes, Rebollo envió "160 folios" a la Consejería de Cultura donde "se justifican las facturas". En aquel momento, la Fundación Niemeyer mostró su "perplejidad y estupefacción" por las acusaciones. Fuentes del centro señalaron que todo obedecía a "un ataque brutal del presidente del Principado", Francisco Álvarez-Cascos, "contra el proyecto cultural más emblemático en Asturias".
La ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, ha instado esta tarde en Avilés -antes de la representación teatral de Ricardo III de Kevin Spacey- a hablar en el seno del patronato para encontrar "una solución consensuada y dialogada" que garantice la continuidad del mismo.
El jueves ya se produjeron las primeras manifestaciones ciudadanas en defensa del Centro Niemeyer. Unas 300 personas, según los datos recogidos en La Nueva España, se concentraron en Avilés con tarjetas rojas en las que se podía leer "Yo apoyo al Centro Niemeyer". La alcaldesa de Avilés, del PSOE, Pilar Varela ha instado a sus vecinos a volver a manifestarse mañana. La regidora ha mostrado su apoyo y solidaridad con el centro desde que comenzara la polémica.
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