Arquitectura puntera que muerde el polvo
La crisis de la construcción frustra sueños, demora obras y deja en el limbo otras.- Un próximo congreso en Madrid intenta avivar la ilusión de que solo se trata de un mal momento
Algunos son proyectos que se quedarán en el cajón de los recuerdos. Otros habían ganado concursos que ahora están paralizados, a la espera de que se reactive el mercado. Y finalmente hay investigaciones sobre nuevas ideas urbanísticas que se han quedado en el limbo. Este es el caso, por ejemplo, de Camilo García y Diego Barajas, dos arquitectos de 35 años que dirigen el estudio Husos en Madrid. El año pasado terminaron una investigación impulsada por la Universidad Europea de Madrid y la Air Foundation de Rotterdam, un centro de arquitectura holandés, en la que se formulaba una nueva manera de concebir la vivienda, para integrarla con el lugar de trabajo. El proyecto se llama Viviendas Productivas. Ha sido presentado en Manchester, Oporto, Bucarest y Belo Horizonte, entre otros sitios, pero aún no ha sido aplicado nunca. Está claro que en periodos como estos , en los que ya es difícil trabajar, lo es aún más innovar. "Paradójicamente, creemos que justo en un momento de crisis se vuelve aún más oportuno un plan de este tipo para impulsar la pequeña empresa", afirma Barajas.
El proyecto consiste en importar algunas características de los centros comerciales a un edificio de viviendas y dar la oportunidad a quien tiene planeado empezar un pequeño comercio de utilizar su hogar como laboratorio y vender su producto en el descansillo. Pasar de pasillos angostos y oscuros a otros donde se pueda estar, instalar paneles informativos que informen de lo que está pasando en las diferentes plantas, escaleras mecánicas y fachadas letrero son algunas de las modificaciones que el proyecto del estudio Husos propone instalar en un edificio de viviendas normal y corriente.
A la clase de los sueños interrumpidos pertenece el proyecto del estudio Mute de Madrid, en el que trabajan cuatro arquitectos, tres mujeres y un hombre, todos ellos menores de 40 años. En abril de 2008 ganaron el concurso internacional para la construcción del mercado municipal de Sanchinarro, en el norte de Madrid. El proyecto se llamaba Mercamorfosis y la filosofía que lo vio nacer suponía la fusión del más clásico de los mercados de barrio con los modernos hipermercados. La crisálida, como también se conoce el proyecto, se ha quedado atrapada en un capullo llamado escasez de dinero que ha obligado el Ayuntamiento a demorar las obras, por lo menos hasta la próxima legislatura, según anunció el Consistorio en enero pasado.
Y finalmente están los que muy probablemente se quedarán en meros sueños. Alejandro Muñoz Miranda es un arquitecto de Granada de 36 años cuyos diseños para la sede de la Empresa Municipal de Agua (Emasagra ) y para la sede del Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos, ambos en la ciudad granadina, fueron finalistas en los respectivos concursos y fueron desestimados debido a la crisis. El edificio destinado a la Emasagra era la reproducción de una gota de agua en el momento que toca suelo y en mayo pasado fue elegido el mejor por el Comité de Asesoría Técnico del concurso. La coyuntura económica relegó, sin embargo, todo a una carpeta de archivo. "El dinero que un proyecto requiere para ver la luz no puede ser el único criterio. Si se razonara en términos económicos más amplios, se entendería que una inversión mayor es recuperable por los efectos benéficos que tiene un proyecto innovador en un territorio y por el impacto en el paisaje de la ciudad", afirma Alejandro Muñoz.
Un futuro anclado en la belleza
Sobre el tema de los sueños interrumpidos de los arquitectos españoles versará también una exposición y un seminario organizado en el ámbito del Congreso de Construtec , el salón de la construcción que ha llegado a su tercera edición y que se celebrará en Ifema, la Fiera de Madrid, desde el 5 al 8 de octubre. Gabriel Allende es el comisario del evento y no quiere dramatizar demasiado la situación: "Queremos que la cita sea la ocasión para transmitir optimismo. Estamos recogiendo proyectos que se han parado o que aún no se han podido desarrollar, pero que están allí y sobre los que se edificará la idea de futuro que tenemos de Madrid".
Una idea que, según Allende, pasa por el concepto de la belleza: "Es una ocasión para que se entienda que el sentido estético no está solo en la forma que inventa el arquitecto, sino también tiene que hacer brecha en los que proveen a los materiales y a los medios de producción". Y, por supuesto, en el tejido social en el que las nuevas estructuras van a nacer. "Nuestro objetivo es llegar al ciudadano y que este encuentro permita entender a la gente que la crisis solo ha parado unas obras, pero que las ideas y los proyectos por hacer están vivos, listos para retomar la marcha y que apostar por la belleza es la mejor receta", resume Allende.
La organización del evento ha contactado hasta ahora con centenares de estudios nacionales y extranjeros que trabajan en la capital, a la búsqueda de proyectos y actuaciones urbanas que se encuentran actualmente en desarrollo, temporalmente parados o sin fecha de comienzo. Hasta ahora, ya unos 60 estudios se han adherido a la iniciativa aportando un centenar de obras. El momentáneo estancamiento del sector de la construcción no afecta de manera particular, según Allende, a los jóvenes arquitectos: "En realidad se ven más afectados los que tienen un estudio clásico, con costes fijos y menor capacidad de adaptación. Los jóvenes, a través de redes y sistemas informáticos, tienen más posibilidades de reinventarse". El programa de Construtec 2010 se desarrollará bajo el lema La belleza en los medios de producción. Los trabajos presentados en la exposición que mostrará una Madrid entre sueño y futuro serán englobados en un número de la revista Panorama Architecture Newspaper .
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