_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Donde viven los monstruos

En una secuencia de Pan negro, Eduard Fernández, en la piel de un profesor rural, imparte una envenenada lección a sus alumnos sobre la dialéctica entre vencedores y vencidos. El cine español que, tras la Transición, ha abordado la Guerra Civil y su posguerra parece haber practicado, durante décadas, su derecho a réplica frente a esa mala educación, una perversa prolongación de los discursos de poder. El proceso tuvo una consecuencia desafortunada: el maniqueísmo tomó las riendas del discurso de los vencidos que, por la vía de la ficción, ajustaban sus cuentas con los vencedores. En este contexto, Pan negro -a la que no hay que confundir, bajo ningún concepto, con Otra película sobre nuestra posguerra- revela su condición de excepcionalidad: su planteamiento barrena todo maniqueísmo para construir un discurso complejo, lleno de capas y corrientes subterráneas, centrado en el ineludible proceso de infección (moral) que genera todo suceso traumático -por ejemplo, una Guerra Civil- capaz de afectar al conjunto de una comunidad.

PAN NEGRO (PA NEGRE)

Dirección: Agustí Villaronga. Intérpretes: Francesc Colomer, Roger Casamajor, Nora Navas, Laia Marull, Sergi López, Eduard Fernández.

Género: drama. España, 2010.

Duración: 108 minutos.

Adaptación de la novela homónima de Emili Teixidor, en la que se integran elementos de anteriores obras del escritor como Retrat d'un assassí d'ocells y algunos cuentos del volumen Sic transit Gloria Swanson, Pan negro es, también, uno de los mejores trabajos del siempre autoexigente Villaronga: la película que completaría un perfecto programa doble con El mar (2000) y, al mismo tiempo, supone una consecuente prolongación de un discurso sobre la monstruosidad y sus ambigüedades que recorre toda la obra del cineasta. En Pan negro, el monstruo es múltiple, crece en el interior de cada personaje. Villaronga filma su historia con vocación clásica, pero no puede evitar que su heterodoxia propicie filtraciones de lo fantástico en su trazo realista. Las emociones encontradas en el rostro de la actriz Nora Navas, en la escena de la visita carcelaria, son solo una de las muchas notas magistrales de una película de avasalladora riqueza.

Marina Comas y Francesc Colomer, en un fotograma de <i>Pan negro.</i>
Marina Comas y Francesc Colomer, en un fotograma de Pan negro.
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_