Europa necesita capacidades, no oficios
La mayoría de empleos que se crearán en la UE hasta 2020 exigirán alta cualificación
Casi siete millones de puestos de trabajo nuevos. Estos son los empleos que se generarán en la Unión Europea en los próximos 10 años. Si se suman además las vacantes que dejarán los que se jubilan durante este periodo, en 2020 habrá 80 millones de "oportunidades laborales" en la Europa de los 27. Más de siete millones estarán en España, según un estudio realizado por Cedefob, agencia dependiente de la UE. La cuestión a abordar, sin embargo, no es tanto la cantidad como la calidad de estos futuros puestos. La mayoría de las vacantes exigirán niveles altos de conocimiento y de competencias.
¿Está Europa preparada para cubrir esta necesidad? Es una de las preguntas que dominaron las reuniones de trabajo de la conferencia de altos cargos españoles y europeos que se celebró la pasada semana en Barcelona, bajo el título Nuevas capacidades y nuevos empleos para una Europa más competitiva. El reto: "Habrá más empleos para los mejor cualificados. Sólo el 15% de los trabajos de 2020 serán de baja cualificación, frente al 50% de los de media y el 39% de los de alta cualificación", señaló Aviana Bulgarelli, directora del Cedefob. En España la alta cualificación estará presente en el 42% de los empleos, mientras que la baja especialización copará dos de cada diez puestos.
España generará más de siete millones de vacantes laborales los próximos 10 años
"Los clientes de las oficinas de empleo son la cara visible de la diferencia que hay entre las necesidades de los empleadores de un país y las habilidades de los trabajadores", resumió Ángeles Bermudez-Svankvist, directora del servicio público de empleo sueco. En España hay apuntados a las oficinas del paro más de cuatro millones de personas. La cuestión es si, a pesar de que se creen nuevos empleos, los parados encajarán en los perfiles que, se supone, serán necesarios los dos próximos lustros. La clave, dice la UE, es la formación.
Pero no hay que pensar en formar en oficios, sino en capacidades y habilidades. Ante un mercado laboral que cambia rápidamente (y en el caso de España, si persiste la idea de lograr un cambio en el modelo productivo) ésta es la clave que proponen. No se trata de generar un tipo concreto de administrativo, sino profesionales con habilidades administrativas, de idiomas, de trabajo en equipo, de conocimientos de nuevas tecnologías... Competencias que encajen en labores diferentes y que permitan que la vida laboral del ciudadano vaya mutando según varíe el mercado laboral.
"Los trabajos del futuro dependerán de lo que hagan los empresarios", señaló Aviana Bulgarelli. Si la trama empresarial de un país acaba encaminada a la energía eólica, serán los puestos verdes los que terminen triunfando. Pero eso, aún no se sabe. Por ello lo mejor es apostar por las capacidades y las habilidades.
No debe confundirse impulsar los empleos de alta cualificación con crear sólo ingenieros aeronáuticos o cardiólogos. La idea es que en todos los puestos, sean del sector que sean, se aumenten las habilidades de los trabajadores. "No es lo mismo un camionero, que un camionero que sepa usar tecnologías digitales", como un GPS, resumió Maravillas Rojo, secretaria de Empleo. Ni un cocinero que sepa sólo preparar un menú del día, que otro que tenga conocimientos de nutrición y de cocina internacional.
El primer paso, defiende la UE, es conocer hacia dónde nos movemos. Previsión. El otro gran mantra de los líderes del empleo en Europa. Si cada país conoce hacia dónde va su mercado laboral, será más fácil que encamine sus políticas a un tipo determinado de formaciones. Para eso se realizó el estudio de Cedefob. Se cimienta sobre los datos actuales, las prospecciones económicas de la UE para los próximos años y un supuesto de políticas continuas de estímulo para encaminar el mercado laboral hacia la mayor cualificación. Pero no deja de ser eso, una previsión. "Es como el fotograma de una película. Ahora tenemos una imagen fija, a la que le seguirá otra y otra", dice Xavier Prats-Monné, director general de Empleo en la Comisión Europea. Cada nueva foto, es decir, cada nuevo estudio, irá incorporando los efectos de decisiones de los países. "Hace unos años se preveía que con la globalización aumentarían los viajes y el turismo. Por eso, las estimaciones apuntaban a que las agencias de viajes serían cada vez más numerosas. Sería un sector en expansión. Sin embargo, apareció Internet, y lo cambió todo", reflexiona. El mundo cambia, y las previsiones cambian con él. "Pero las estimaciones sirven como hoja de ruta. Dejan ver la tendencia de los sectores agregados y los cambios de tendencia", razona.
Y si esta información a medio y largo plazo sobre los movimientos del mercado laboral se mezcla con nuevas tecnologías (la última gran pista en la que se hizo hincapié en la conferencia), se obtiene la fórmula mágica: el que busca trabajo o está terminando su formación inicial podrá saber qué competencias necesita el mercado a medio y largo plazo, y buscar herramientas para obtenerlas. O al menos en eso confían en la UE.
La Generalitat aprovechó que Barcelona era la ciudad anfitriona en la que se llegaron a estas conclusiones para presumir de una "iniciativa pionera a nivel europeo" que se supone concentra buena parte de las propuestas. Ha creado una aplicación dentro de su sistema público de búsqueda de empleo que funciona en colaboración con el portal privado de trabajo Infojobs. La idea es que, introduciendo los datos del puesto de trabajo que se busca, la provincia y la especialización, la página web ofrece la cualificación que piden para ese puesto las empresas que buscan empleados a través de Infojobs. Además de informar al parado de lo que debe mejorar, la Generalitat promete que organizará cursos que respondan a las necesidades más comunes que detecten. Un pastel con la receta de la UE para enfrentarse al futuro que ya está en el horno. ¿Crecerá?
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