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El Turner saluda el regreso de la pintura

La alemana Tomma Abts logra el premio por sus lienzos "íntimos y persuasivos"

Tomma Abts (Kiel, Alemania, 1967) se adjudicó ayer el Premio Turner con una serie de cuadros abstractos que reafirman el regreso de la pintura al centro de la movida artística contemporánea. El jurado apostó por la trayectoria de Abts frente a los trabajos de tres británicos -Phil Collins, Mark Titchner y Rebecca Warren- al término de una recepción celebrada anoche en la galería Tate Britain, en Londres.

La velada contó con la presencia estelar de Yoko Ono, quien restó importancia al aspecto comercial del arte y resaltó, en cambio, su poder para modificar conductas y opiniones. "Los precios pueden cambiar con el viento; el espíritu del arte siempre estará presente", dijo la viuda de John Lennon, tras declarar Londres como "centro" de la vanguardia contemporánea. El Turner está abierto a todos los artistas menores de 50 años que operan en el Reino Unido. No premia una obra en concreto, sino la trayectoria en los últimos 12 meses a partir del mes de mayo.

La artista se mueve a años luz de sus cuatro competidores al Turner 2006
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Una mala broma

En la edición 2006, la balanza se inclinó por la única pintora entre los cuatro seleccionados. Tomma Abts era la favorita de muchos críticos británicos, que han llegado a identificar su obra como "cuadros del futuro". La abstracción es su medio preferido, con una aproximación en la que domina el orden y las combinaciones geométricas. Pinta siempre en telas del mismo tamaño, en dimensiones de 48 - 38 centímetros.

Esta artista alemana que ha fijado su residencia en Londres debe su candidatura a unos formatos "íntimos y persuasivos", en los que "construye y enriquece el lenguaje de la pintura abstracta", de acuerdo con la valoración de los miembros del jurado. Se adjudica 36.250 euros.

En la muestra de los candidatos al Turner, todavía abierta al publico en la Tate Britain, Abts ha acercado 11 pinturas de sus últimos cinco años de trayectoria. Su método de trabajo es constante. Se aproxima a un nuevo trabajo sin una idea concreta, dejando que las líneas avancen tomando formas y, en ocasiones, deconstruyen lo avanzado para volver al punto de partida. La pintura apenas tiene masa y los colores parecen sombríos, pero dan un efecto en su conjunto totalmente hipnotizante.

Abts se mueve a años luz de sus competidores al Turner 2006. Phil Collins, quien expuso este verano en la sala Rekalde de Bilbao, montó una oficina en su espacio de la Tate Britain. Una instalación "viva" de su propia productora, Shady Lane, con personal trabajando en ordenadores o atendiendo conferencias de prensa. Collins está obsesionado con los reality shows, más bien, con los efectos en los concursantes como sugiere un cartel colgado en su oficina con la leyenda, escrita en castellano, "Los realities arruinaron mi vida". Entre el mobiliario de la oficina, un monitor proyecta entrevistas con afectados de dichos programas.

Nacida en Londres en 1965, Rebecca Warren crea burdas esculturas en arcilla, masilla y bronce que toman formas inspiradas en la figura humana. Combina lo clásico con lo moderno, colocando sus piezas sobre pedestales a la vez que sugiere los trabajos caricaturescos de Robert Crump. Mark Titchner construye cajas de luz, esculturas, carteles y piezas de animación con enigmáticos mensajes filosóficos. Un gran letrero con el eslogan "Cómo modificar el comportamiento (Los diminutos maestros del mundo dan la bienvenida salir fuera)", recibe al espectador a su exposición en la Tate, que incluye un entramado de "sistemas de fe". Los cuatro seleccionados se adjudicaron cada uno 7.250 euros.

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