Vídeo | De Franco y Mao a Sánchez y Xi: 50 años de relaciones diplomáticas entre España y China
El aniversario del medio siglo coincide con la cumbre española-china que tratará del acercamiento económico de los países y de la paz en el conflicto de Ucrania
Como puede verse en el vídeo que acompaña esta noticia, la visita del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, a su homólogo Xi Jinping coincide con el aniversario de cincuenta años de la restablecimiento de las relaciones entre España y China. En marzo de 1973, la España de Francisco Franco y la China de Mao Tse-Tung normalizaron la diplomacia entre los dos países en París. El anuncio que tenía como escenario la guerra fría, protagonizada por Estados Unidos y Rusia, no era esperado, según Marcelo Muñoz, fundador de Cátedra China y presidente emérito de los empresarios españoles en el país asiático. “A través de la relación con los chinos, España esperaba que la Unión Soviética reconociese al régimen de Franco. Madrid tenía un Gobierno anticomunista y la China de maoísta era todo lo contrario, por eso sorprendió”, analiza Muñoz.
Las relaciones empezaron de manera tibia, pero el interés económico empezó a hacerse evidente. Sin embargo, el verdadero giro de las relaciones se dio en 1990. Tras la masacre de Tiananmen, en la que murieron miles de jóvenes y obreros que luchaban por la democracia en el país, España fue el primer país de la Unión Europea en enviar una misión diplomática a Pekín. El Gobierno chino respondió con una actitud más favorable por parte de los interlocutores chinos hacia las empresas españolas que se mantiene hasta hoy, de acuerdo con Andrés Herrera-Feligreras, sinólogo y socio de Herrera Zhang y director de Fundación Qili Fundazioa.
En los años 2000, España aprovechó el acercamiento para estrechar lazos económicos con el gigante asiático. “Zapatero acudió a China en busca de financiación y Mariano Rajoy participó de la fundación del nuevo cinturón económico de la Ruta de la Seda”, explica Herrera-Feligreras. Aunque se mantuvo fuera del principal proyecto de China para este siglo. “España no entra porque sigue la política de la UE y porque Estados Unidos no quiere que la Ruta de la Seda sea viable”, analiza el presidente emérito de los empresarios españoles en China. El tablero geopolítico que juega España a lo largo de los años deja visible la principal fragilidad de esta relación: el interés solo económico y no cultural. “Para China es importante la dimensión económica, pero también es importante otras dimensiones politicas”, subraya el sinólogo. Se espera que la visita de Sánchez marque un acercamiento de la Unión Europea con China en un momento que todas las miradas están sobre la relación de Xi Jinping y Vladímir Putin.