Vídeo | ‘Necesito un trago’, la primera canción de Tequila por la que Alejo Stivel pide perdón a su madre
El músico argentino explica los secretos de este tema que compuso cuando solo tenía catorce años, pocos días antes del estreno de un documental sobre la historia de la banda
De niño era tímido e introvertido, pero llegó la adolescencia y Alejo Stivel (Buenos Aires, 1959) se convirtió en un rebelde con causa. Su madre era actriz. Su padre, director y productor de cine. El destino que le correspondía parecía escrito, pero consiguió evitarlo cuando el rock and roll se cruzó en su vida: “Ser actor hubiese sido seguir lo establecido, lo que hacían mis padres, y yo quería desmarcarme de eso. Recuerdo ir a conciertos de rock de muy pequeño, con solo diez años. En aquel momento, eso no era nada habitual”, explica en esta nueva entrevista del formato de vídeo de EL PAÍS Historia de una canción.
Una tarde de rebeldía, a principios de los setenta —mucho antes de emigrar a España y de fundar Tequila con Ariel Rot—, Alejo cogió la guitarra con la que solía jugar a imitar a sus ídolos y compuso Necesito un trago. Esta canción inauguró su primer álbum, Matrícula de honor (1978) y se convirtió en el primer single de una de las bandas más icónicas y legendarias de la Transición. “Estaba en mi habitación de la casa de mi madre, en la calle Esmeralda en pleno centro de Buenos Aires, como si fuese Times Square. Y recuerdo que estaba aburrido… Mis referentes entonces eran Los Rolling Stones, pero también grandes rockeros argentinos como Spinetta”, admite con una sonrisa.
Aunque Alejo solo tenía catorce años, la canción dejaba bien claras sus intenciones. Lo que necesito es un trago para poderme estabilizar, dice el estribillo. “Desde aquí le pido perdón a mi madre [la actriz argentina Zulema Katz] porque, claro, tener un hijo que con esa edad hace una canción que se titula Necesito un trago no creo que fuese muy agradable, por más que ella fuese una artista abierta y bohemia”, dice con sorna sobre el tema que dio inicio a su carrera. “Yo en aquella época, quería probar todo, saber todo. Creo que fui bastante rápido y precoz en todo tipo de experiencias”.
La precocidad y la dificultad para gestionar el éxito repentino son algunos de los temas que aparecen en Tequila: sexo, drogas y rock&roll, un documental de Álvaro Longoria que repasa la historia de la banda y que en el Festival de San Sebastián recibió críticas muy positivas: “Creo que lo que más puede sorprender es la parte íntima, la parte de atrás. La mayoría de la gente conoce las canciones, pero no la intrahistoria de la banda que tiene bastante chicha”.
Esta entrevista a Alejo Stivel es la última de la serie ‘Historia de una canción’, un formato audiovisual de EL PAÍS en el que se ha descubierto la historia de canciones como Por el bulevar de los sueños rotos de Álvaro Urquijo, Pájaros disecados de Fito, En algún lugar, de Mikel Erentxun, o Saturno, de Pablo Alborán.