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Vídeo | La llamada a su madre de un voluntario ucranio que ayuda a los refugiados de Polonia

Nikita es estudiante de Relaciones Internacionales y desde que comenzó la guerra traduce y asiste a los ucranios que llegan a la estación de Lublin

El estudiante Nikita Nalivko en la estación central de autobuses de Lublin, Polonia, a 120 kilómetros de la frontera con Ucrania.Foto: Massimiliano Minocri | Vídeo: Saúl Ruiz
Saúl Ruiz Mata (enviado especial)

En el video que acompaña a esta pieza, EL PAÍS se acerca a la vida de Nikita, un joven ucranio que vive y estudia en Polonia. A partir del inicio de la guerra se ha convertido en voluntario para ayudar a los refugiados que llegan a la estación en autobús desde la frontera. En el vídeo, el estudiante llama a su madre en un pueblo en Ucrania y cada uno cuenta su día a día, dentro y fuera de un país en guerra. A él le preocupa la escasez de comida y su hermano, que ha tenido que unirse al ejército. A ella le consuela la esperanza de un reencuentro próximo con sus hijos. En la llamada pesa la tristeza por la distancia, el cansancio de la guerra y la sensación de no poder ayudar.

Polonia se ha convertido en el país con más refugiados ucranios desde que empezó la guerra dos semanas atrás. El 60% de los 2,15 millones de personas que han huido del ataque ruso están en el país vecino. La labor de los voluntarios es esencial para su acogida y adaptación y prácticamente todos los refugiados ucranios tienen un techo. Un punto al que llegan los ciudadanos ucranios es la estación de Lublin, cerca de la frontera con Ucrania. Aunque la ruta hasta la ciudad no es la que más refugiados recorren, sí una salida natural desde la asediada Kiev. El flujo de personas oscila entre las 1.000 y 2.000 al día.

Polonia se muestra receptiva ante la llegada de refugiados, dos encuestas recientes señalan que el 90% de polacos apoya a recibir refugiados ucranios. Además, el Gobierno aprobó este martes la creación de un fondo de 8.000 millones de eslotis para ayudar a los refugiados ucranios. Por su parte, los ucranios que ya residían en el país (más de un millón) han creado redes informales de acogida para sus compatriotas en las que ofrecen alojamiento y ayuda.

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