‘El condensador de fluzo’ se renueva con Maya Pixelskaya: “La pasión por la historia, contada con gracia y por gente apasionada, se contagia”

Sexo e historia. Esa será la sugerente combinación que servirá como hilo conductor del regreso de El condensador de fluzo a La 2. El programa que combina divulgación histórica y entretenimiento estrena este jueves (22.00) su quinta temporada con varias novedades. La más destacada es la incorporación de Maya Pixelskaya como presentadora. La polifacética artista y guionista toma el relevo de Raquel Martos, quien estuvo al frente del formato entre la segunda y cuarta temporadas. El conductor de la primera temporada fue el escritor Juan Gómez-Jurado.

Un nuevo plató, de inspiración retrofuturista y que recrea una estación que permite trasladarse a cualquier época o espacio, acoge ahora al formato producido por RTVE en colaboración con LACOproductora (productora audiovisual de PRISA, empresa editora de EL PAÍS). Entre los temas que se abordarán en los nuevos episodios están asuntos como el clima, el humor, los farsantes o los segundones de la historia. El lavado de cara del programa para esta quinta temporada incluye nuevas secciones, como la de la historiadora del arte y creadora digital Sandra Moruiz, que saldrá del plató para mostrar el arte que tienen diferentes lugares de España; los Salsehitos de Galder Varas, una particular crónica rosa con personajes históricos como protagonistas; o las Ruinas históricas con las que Tomàs Fuentes e Ignasi Taltavull viajarán al pasado para contar anécdotas vergonzosas de ilustres personajes.

Pixelskaya, una apasionada de la historia, como ya demostraba en su podcast Gente muerta (Podimo), ha disfrutado la oportunidad de conducir este formato. “Yo llegaba allí, me ponían guapísima, en un plató fantástico y nuevo, y empezaban a desfilar por ahí los mejores divulgadores históricos que hay en España a contarme cosas maravillosas con las que no paraba de aprender, y encima respondiendo a mis preguntas y comentarios. No parecía un trabajo, parecía un sueño. Espero que eso sea lo que sienta el espectador cuando vea el programa”, dice a EL PAÍS sobre su experiencia en El condensador de fluzo. La artista reconoce haberse sentido un poco intimidada por el reto que suponía ponerse al frente de un programa tan asentado en la parrilla de La 2. “Mi reto era mantener el espíritu del programa, que los fans de El condensador de fluzo sientan que sigue siendo su querido programa, pero a la vez no ser continuista, porque quería darle mi toque”, explica.

De esta temporada, la presentadora recuerda como uno de los programas que más le impactó el dedicado a la infancia, donde abordan asuntos como la niñez en la esclavitud o la infancia en la II Guerra Mundial. Pixelskaya destaca el rigor histórico con el que se abordan todos los temas en El condensador de fluzo. A los reputados historiadores y divulgadores se suma la presencia constante de un asesor histórico durante el rodaje para comprobar que todos los datos son correctos. Un ejemplo que pone la presentadora del extremo al que se llega: “Hubo un momento en que hablamos de un producto de finales del siglo XIX y yo dije, ‘a lo mejor esto llevaba heroína’, porque recuerdo que a finales del siglo XIX le metían heroína a todo. Y él vino a comprobar que a finales del siglo XIX, efectivamente, la heroína ya se había sintetizado, por lo que ese comentario se podía dejar en el episodio. Que el espectador esté tranquilo, que el rigor histórico va a ser máximo incluso en las palabras de la presentadora. Mis bromas también están auditadas por un historiador”, bromea.

Ese rigor didáctico combinado con el entretenimiento y el humor son los ejes centrales de un formato que comparte espíritu con otro programa de La 2, Órbita Laika, en este caso centrado en la divulgación científica. Esa singular unión se reflejará en la entrega inicial de la temporada, que tendrá como eje central la influencia del sexo en la historia de la humanidad. En él, Laia San José desmontará algunos mitos sobre el pueblo vikingo y la masculinidad (no tan normativa como se piensa) de sus viriles guerreros. Javier Traité se adentrará en el lado más caliente de la Guerra Fría con el caso Profumo, un escándalo político en el Reino Unido de 1963 que implicó al ministro de Guerra británico John Profumo, una corista y un espía soviético. El Barroquista comentará las andanzas del Marqués de Sade. Sandra Moruiz viajará a Salamanca para mostrar la relación de arte y sexo. Isabel Mellén abordará los prejuicios que persiguieron a Catalina la grande, mientras que el doctor en historia japonesa Jonathan López-Vera hablará de las normas que regían la vida sexual de los shogunes.

Para la presentadora, es fundamental que TVE siga apostando por formatos como El condensador de fluzo: “Una televisión pública, además de entretener, porque es televisión, tiene una función más allá que una televisión privada. Tiene que intentar hacer que la persona que la vea, y que la paga, salga algo mejor de la experiencia de ver la televisión pública, sea porque se lo ha pasado bien, ha aprendido algo o se ha instruido. Me parece muy importante que se dé un papel a la historia en la televisión pública. Además, la pasión por la historia contada con gracia y por gente apasionada, se contagia”, concluye Maya Pixelskaya.