Siete meses en Honduras, más juegos y drones: así se ha renovado ‘Supervivientes’

Desde el jueves 7 de marzo hasta este domingo, 28 de julio, Telecinco ha tenido en antena Supervivientes de forma ininterrumpida. A la habitual edición anual que alimenta la parrilla primaveral del canal se ha sumado en esta ocasión la primera edición All Stars, con participantes destacados de anteriores entregas. No hubo parón entre ellas. Han sido casi cuatro meses de concurso que terminarán con la proclamación este domingo de un nuevo ganador. Cuatro meses con tres galas semanales en directo de cuatro horas de duración que por primera vez han sido responsabilidad de Cuarzo Producciones.

Aunque el programa, en esencia, ha seguido siendo el mismo, el cambio de productora tras ocho años a cargo de Bulldog TV se ha notado en pequeñas diferencias. Para ello, los nuevos responsables del programa trataron de innovar en la realización a través del uso de drones, que ofrecían impresionantes imágenes aéreas de las playas, y más cámaras subacuáticas y subjetivas que permitían tener perspectivas diferentes durante los juegos. También han dado más protagonismo a las pruebas, ahora presentes en las tres galas de la semana, incluso con varios juegos casi encadenados en una misma noche. Además, las tres galas se han hecho íntegramente desde Honduras, con el plató solo como apoyo pero con el protagonismo en los Cayos Cochinos, donde están los participantes.

La producción de esta doble edición de Supervivientes ha supuesto un reto técnico, logístico y mental para sus responsables. “Para mí, es el programa más complicado de producir. No hay nada parecido. Ha sido quizás el reto más importante al que nos hemos enfrentado hasta el momento como productora”, dice Juan Ramón Gonzalo, director general de Cuarzo, en un encuentro con un reducido grupo de medios. Ese reto se traduce en siete meses de trabajo (las primeras personas que llegaron a Honduras para preparar el programa lo hicieron en enero) de cerca de 200 personas en Honduras entre los diferentes equipos y los trabajadores locales. El despliegue técnico supone 11 cámaras en directo, además de las cámaras de reality que siguen a los concursantes, técnicos de sonido, editores, técnicos de satélite… Otro reto es conectar las playas, para lo que se usaron 10 kilómetros de fibra que unos buzos especializados colocaron bajo el mar. Y todo bajo la supervisión de la fundación Cayos Cochinos, que marca lo que se puede hacer y lo que no para que el ecosistema y el medioambiente no se vea dañado.

Juan Ramón Gonzalo ya tenía experiencia con este formato: “Hice Supervivientes hace 21 años como redactor, y hacerlo ahora como máximo responsable ha sido muy especial”. Entonces, en 2003, se llamaba La isla de los famosos, se emitía en Antena 3 y fue el primero que se hizo en directo (en la actualidad, solo Italia y España emiten este formato en directo; en el resto de casos es grabado y editado). Más allá de los avances en la técnica, Gonzalo no observa un cambio importante en el formato, solo una evolución sobre todo por la mayor cantidad de horas en directo. Por ejemplo, antes no había tantas pruebas y se solían grabar. Tampoco cree que ahora se facilite más comida a los concursantes famosos que antes. “Se les da la comida que nos exige el médico para que la supervivencia sea posible y no entrar en problemas, pero solo las medidas y cantidades recomendadas por el servicio médico. En las recompensas jugamos con la intensidad según evoluciona el programa, pero también bajo la recomendación médica”, rememora.

Polémicas

La polémica es casi consustancial al género del reality, y más cuando hay participantes famosos de por medio. La edición de Supervivientes de este año que ganó Pedro García Aguado estuvo bien trufada de polémicas e incluso acusaciones de manipulación. Juan Ramón Gonzalo las asume como naturales. Más allá de la expulsión disciplinaria de Ángel Cristo Jr., varios concursantes no acudieron a la final por diferentes motivos. Incluso algunos, como Laura Matamoros, dieron a entender que el programa estaba guionizado. “A nadie se le puede estar guionizando durante tres meses”, responde Gonzalo. “Ya son mayorcitos, a nadie se le puede obligar a decir o hacer algo que no quiere hacer. Si no, saldrían todos a decirlo. En los realities se habla con ellos, el director va a verlos una vez a la semana acompañado del doctor y la psicóloga, porque no es un reality normal, tiene unas condiciones de vida muy complicadas. Pero nunca se dice a una persona haz esto o di aquello”, sentencia.

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