Josep Borrell en el frente de la batalla geopolítica
La 2 emite un documental dirigido por Albert Solé en el que sigue al alto representante para la Política Exterior de la UE durante tres meses en misiones a China, Ucrania, Ghana y Oriente Próximo
“Vivimos en el momento más peligroso del periodo post Guerra Fría. La gente siente más cerca que estamos en peligro”. Así de tajante se muestra Josep Borrell. No es para menos. Es el alto representante para Política Exterior y Seguridad de una Unión Europea en crisis permanente, con dos guerras —la de Rusia contra Ucrania y la de Israel en Gaza—, y múltiples frentes abiertos, diplomáticos, comerciales y estratégicos. Un club comunitario, con 450 millones de habitantes, que está despertando hacia su propia debilidad. Acción exterior, en el corazón de la diplomacia europea (La 2, este domingo a las 22.00), un documental escrito y dirigido por el premiado Albert Solé, sigue los pasos a Borrell, de 77 años, metódico e infatigable, durante tres meses por los entresijos de misiones en Ucrania, China, Ghana y Oriente Próximo y retrata las negociaciones, los equilibrios políticos europeos en los pasillos y salones de Bruselas.
“Europa, los europeos, no estamos preparados para afrontar el mundo como es, un mundo duro, agresivo, lleno de desafíos”, dice Borrell en el documental. “Tenemos que estar preparados para circunstancias más difíciles de las que estamos acostumbrados. Hemos construido la paz entre nosotros; en una cosa única y excepcional en nuestra historia, y hemos creído que esa paz era la forma normal en que las cosas ocurrían, no solo en Europa sino en el mundo. Y no sabemos la suerte que tenemos”, zanja el jefe de la diplomacia europea en el documental, un proyecto en colaboración con Montserrat García, asesora especial del Alto representante.
Otoño de 2023. Odesa. Borrell y un equipo de diplomáticos a los que acompaña EL PAÍS visitan la perla del mar negro, la ciudad portuaria, estratégica para el país invadido por Rusia en febrero de 2022, que está bajo ataque constante de misiles y enjambres de drones. Es un punto especialmente caliente, explica Borja Lasheras, asesor de Borrell para Ucrania. El equipo, en formato reducido, se adentra en el puerto, una gran infraestructura que antes de la guerra a gran escala lanzada por Vladímir Putin, era uno de los principales de la zona y desde donde salían toneladas de grano. Minutos después de la salida de Borrell y los diplomáticos, acompañados por un grupo de militares ucranios, se desata el zumbido. Uno de esos enjambres iraníes empleados por Rusia contra las infraestructuras civiles ucranias alcanza el puerto. El Kremlin, a quien los equipos de seguridad de los líderes europeos informan por sistema de sus viajes y visitas, se hace notar.
“No estamos intimidados de vuestros misiles y drones. Nuestra determinación de ayudar a Ucrania sigue intacta”, dice Borrell poco después en un mensaje hacia la Rusia de Putin. Es la tercera visita a Ucrania de Borrell, ingeniero aeronáutico y economista, que hizo carrera política en España, donde llegó a ser ministro de Exteriores y que hoy es la voz española más fuerte en la UE. Una voz que alerta constantemente del doble rasero sobre la guerra de Rusia contra Ucrania y la de Israel en Gaza, en respuesta a los ataques de Hamás del 7 de octubre.
Los sangrientos ataques le pillan en China, en plena misión en el gigante asiático, socio, rival y competidor de la UE, y con el que tiene varios contenciosos comerciales abiertos. Borrell inicia entonces un frenesí de llamadas a líderes de países árabes, captadas por las cámaras de Solé (Regreso a Raqqa). “Hemos fallado miserablemente en hacer de la solución de los dos Estados algo más que un eslogan a repetir en las reuniones políticas”, le dice por teléfono a uno de ellos.
Se activa el Comité Europeo de Crisis, para preparar posibles evacuaciones en la zona, y el Centro de Crisis de la UE, en Bruselas, lanzado por Francisco Fontán, jefe de Gabinete de Borrell, que analiza los niveles de alerta y monitoriza al segundo todo lo que se difunde por fuentes abiertas en las zonas más calientes para poder hacer —ayudados de imágenes satélite clasificadas— una radiografía de la situación.
El caliente tablero geopolítico de Oriente Próximo bulle. E Israel se lanza al asedio de Gaza, cortando el acceso al agua, la electricidad y alimentos a la Franja, sacudida por los bombardeos. Borrell es el primer líder europeo en reclamar al Gobierno de Benjamin Netanyahu que Israel tiene derecho a defenderse, pero siguiendo la legislación internacional. Y que es condenable un asedio a Ucrania y también a Gaza.
“La posición de Borrell es coherente. Es la misma que tenemos en Ucrania”, dice el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez en el documental, que da voz también, entre otros, a la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, que sustituirá a Borrell al frente de la diplomacia europea en la próxima legislatura.
Acción exterior sigue a Borrell en su viaje más delicado: Israel, donde se le acusa de ser “pro-palestino”. Tras visitar varios kibutz atacados el 7-O por Hamás, y en plena ofensiva israelí sobre la Franja, le dice a Israel Katz, ministro de Exteriores: “Déjeme decirle que no se deje consumir por la rabia. Es lo que un amigo de Israel puede decirle”. Después, visitará Ramala. Es el primer viaje de un líder europeo a territorio palestino desde el inicio de la guerra de Israel en Gaza. Allí le afean, de nuevo, el doble rasero de la UE que no ha logrado una posición común, unitaria, sobre el conflicto; la cicatrices de la historia pasan factura.
Las crisis geopolíticas avanzan a un ritmo frenético. “Europa solo reacciona cuando hay una crisis, todo depende de la capacidad de respuesta”, dice Borrell. Y añade: “Somos mucho más reactivos y por tanto seremos lo que el mundo nos empuje a ser”.
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