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La vida no es una tragedia absoluta, ni tampoco pura comedia, en la francesa ‘Todo va bien’, la nueva serie familiar de Disney +

Camille de Castelnau, una de las responsables de ‘Oficina de infiltrados’, retoma para su primera serie como creadora absoluta una de las experiencias más impactantes de su vida, el cáncer que sufrió su sobrina siendo una niña

'Todo va bien', el drama familiar francés de Camille de Castelnau.
'Todo va bien', el drama familiar francés de Camille de Castelnau.Disney+
Héctor Llanos Martínez

Camille de Castelnau fue una de las guionistas principales de un clásico reciente como es la serie de espías francesa Oficina de infiltrados. Mano a mano con el creador de la ficción, Eric Rochant, se encargó de escribir la mayoría de los capítulos y darle así su particular identidad. Mientras disfrutaba de ese triunfo profesional, su familia se enfrentó a una tragedia: la leucemia de su sobrina, la hija de su hermana, siendo todavía una niña. Cuando su mentor Rochant le propuso dar un paso más en su carrera y crear su propia serie, ideó una crónica familiar en ocho capítulos que, sin ser exactamente autobiográfica, muestra una situación similar a la suya: Rose, la niña del clan ficticio, de 9 años, sufre una grave enfermedad. Cómo lo afrontan cada uno de sus miembros y cómo lidian con las diferentes consecuencias emocionales de este proceso dispara las subtramas de Todo va bien, ya disponible en el catálogo de Disney+.

“Hablar de este asunto no era mi idea inicial. Pero por más que pensaba en un tema del que hablar, solo me surgía en la cabeza esa situación por la que estábamos pasando en mi familia. Y para mi primera serie como responsable absoluta quería contar algo realista. Eso no significa que la historia tenga que ser una tragedia pura (ni, por supuesto, una comedia pura)”, defendía la creadora a mediados de enero en París, en un encuentro con la prensa internacional para presentar el proyecto.

A De Castelnau le resultó fácil evitar el melodrama. “Como espectadora, puedo llegar a disfrutarlo, pero a menudo me aburre. Formo parte de esa minoría en Francia a la que no le gusta el cine de Pedro Almodóvar. Me avergüenza decirlo, pero es demasiado fantasioso para mi gusto (como el de Quentin Tarantino). Es demasiado técnico; demasiado estético... Me saca de la historia y me desvincula emocionalmente de los personajes. Como directora y escritora, no soy capaz de hacer un género así. Es que creo que la vida no es melodramática. Incluso en los momentos más oscuros hay humor, salvo quizá en situaciones como una guerra”, argumenta.

La francesa pone un ejemplo muy concreto al respecto sobre una situación personal que vivió durante la enfermedad de su sobrina: “Un día, mi hermana recibió un mensaje de condolencia de un familiar lejano, que creía por error que la niña ya había fallecido. Mi hermana intentó responder de la forma más educada posible a algo tan incómodo: gracias por tu mensaje, pero no, todavía no ha ocurrido... Fue terrible, pero también nos resultó divertido”, rememora. En los ocho capítulos de la serie, el tono de la historia transita entre la oscuridad y la luminosidad. “Los personajes buscan alivio ante esa situación, aunque pueda chocarnos, es una reacción humana. En un avión siempre te recomiendan en caso de emergencia colocarte tu propia mascarilla antes que la de tus propios hijos. Y es lo que les pasa a los adultos de esta familia. Si ellos no sobreviven a la situación, no pueden ayudar a sus niños”.

Eduardo Noriega y Virginie Efira en una escena de 'Todo va bien'.
Eduardo Noriega y Virginie Efira en una escena de 'Todo va bien'.DISNEY+

A pesar de navegar por la delicada situación de mostrar algunas de las intimidades de sus personas cercanas, De Castelnau asegura que no resultó complicado pedir permiso a su hermana y su sobrina —que respondió al tratamiento y ahora tiene 15 años— para hacer una serie sobre su experiencia. “Se lo pregunté porque no perdía nada si me decían que no, porque no había empezado a desarrollar ningún guion. Resulta que les entusiasmó la idea. Mi hermana es asesora de la serie, porque hay muchas situaciones que vive una madre en este contexto que no puedes inventarte para un guion si no lo has vivido en primera persona. Y muchos menos puedes explicárselo a una actriz. Ella también hace un cameo en uno de los capítulos”, comenta.

La ahora directora decidió que no todos los personajes femeninos de Todo va bien fueran heroínas. Ni que todas las madres fueran perfectas. En esta serie las hay de todos los tipos, madres de mujeres adultas (que también son abuelas), madres de niños y madres de los hijos de otros (madrastras). “Las mujeres no siempre tenemos la razón. Ser mujer no es sinónimo de ser buena persona, o una víctima... Es mucho más complejo que todo eso”, comenta la francesa, quien creó la serie antes de que Disney+ entrara en el proceso de producción. La única sugerencia que le pidieron los responsables de la plataforma tras leer el capítulo piloto es que trabajara más los personajes masculinos, porque estaban bastante difuminados. “Y tenían razón. Lo compensamos añadiendo en ese episodio un par de secuencias más protagonizadas por los hombres de la familia”, recuerda.

Uno de esos personajes masculinos lo interpreta el actor español Eduardo Noriega, quien ha trabajado en casi una decena de proyectos en Francia desde que participara en la película Novo (2003), con Anna Mouglalis, y en otros títulos como La bella y la bestia (2014), junto a Léa Seydoux y Vincent Cassel. En este 2024, coincide con Monica Bellucci en el nuevo drama de Marjane Satrapi, Paris Paradis. Él es la pareja del personaje interpretado por Virginie Efira, la tía de la niña enferma. “Vimos a un montón de actores para el papel. Pero precisamente que hablara francés con acento le dio puntos, porque es un miembro de la familia que viene de fuera, que ya tiene su propia hija con una expareja. Además, Eduardo transmite la calma que necesitaba para contrarrestar la energía del personaje de Virginie, que se pasa toda la serie estresada hasta la histeria”.

En un relato como la de Todo va bien es muy importante encontrar a los actores adecuados, defiende De Castelnau. “Esta es la historia de una familia y, si uno de ellos no resulta creíble, rompe el equilibrio y echa para atrás al espectador. Y precisamente lo más crucial es que los niños actores, que son los que menos experiencia tienen, lo hagan bien. Si sus interpretaciones fallan, la serie se desmorona”, admite.

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Sobre la firma

Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, con varios años como autor del blog 'Doc&Roll'. Formado en Agencia Efe y elmundo.es, antes de llegar a Verne y la sección de Madrid de El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.
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