‘La mesías’ de Los Javis: es una experiencia religiosa

Hace poco una amiga me afeó que escribiera con tantas referencias religiosas. “Pues cuando se estrene La mesías te vas a enterar”, le contesté. Para hablar de creer, nada mejor que acudir a la palabra de Dios: “No hay forma de demostrar que Dios no existe. Solo tienes que tomártelo con fe”, Woody Allen.

La relación de los Javis con todo lo que rodea a la fe, la espiritualidad y la religión (no mezclar, ni agitar) es una evidencia desde el principio de su carrera, uno de los elementos que los ha hecho diferentes y audaces. La llamada fue un canto al amor libre que incluía el amor del Dios que, Dolly Parton mediante, enamora a una de sus dos protagonistas. Incluso su “lo hacemos y ya vemos” es un acto de fe en cierta providencia.

La mesías es la cara B. Una serie extraordinaria sobre el uso perverso de la fe que vemos ejercer de manera terrorífica a Montserrat (Ana Rujas/Lola Dueñas/Carmen Machi, santísima trinidad) sobre sus criaturas. Porque cuando dios aprieta, sobre todo si lo hace con las manos de tu madre, ahoga pero bien. Pero también es una serie que demuestra que la fe y la búsqueda salvan.

“Hablo tanto de espiritualidad y de fe porque no tengo ninguna y me aterra el hecho de no tener nada a lo que agarrarme”, decía Calvo el otro día en una entrevista. Ambrossi escribía en su Instagram que de La mesías “he salido pensando qué necesario es tener un propósito”. Y agradecí a todas las personas que han hecho posible la serie “y la revelación de que pertenezco al mundo de contar historias”. Mucha gente cree que el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Otros creemos en el poder de hacer de la carne verbo. También es una experiencia religiosa.

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