Menuda papeleta, Sandra Barneda

Una amiga me recomendó hace muchos años un truco infalible para neutralizar a alguien que te inquieta, te atormenta o te perturba: escribir su nombre en un papelito y meterlo en el congelador de casa. ¿Para qué cultivar la asertividad cuando uno puede arreglar un problema tirando de superstición?

El viernes pasado, en uno de los vídeos que el geniecillo Germán González montó para el último Sálvame, fingió que llamaba Sandra Barneda y conversaba con ella. Para ello usó cortes de audio suyos en una de las promos de Así es la vida, el formato que, desde ayer, sustituye al cortijo de Jorge Javier. Fue divertido: mientras ellos se lamentaban su última función, ella contestaba “Así es la vida”.

La verdadera broma a Sandra Barneda, no obstante, se la ha gastado Mediaset. Tengo que entregar esta columna antes de la emisión de la primera entrega de Así es la vida, así que no sé cómo es el programa, ni cuál ha sido su audiencia de estreno. Pero sí sé que servir de transición estival entre Jorge Javier y Ana Rosa es todo menos un regalo. Una sustitución de verano es una buena oportunidad para alguien que no tiene mucha experiencia conduciendo un plató, pero Sandra lleva más 15 años domando fieras en Telecinco.

Mediaset tiene fama de ingrata con sus presentadores. Vale, no es una fábrica en Bangladesh: les sueltan oro a espuertas. Pero si te blindan por contrato, pueden hacer lo que quieran contigo: darte el trabajo que les apetezca o encerrarte en casa —de esto también sabe Barneda—. Ahora que han elegido a Marta Flich para presentar el próximo GH VIP, ¿será Jorge Javier el siguiente en sufrir este arresto domiciliario? En Mediaset no les hace falta escribir tu nombre en un papel para tenerte en nevera.

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