La palabra es la nueva música: Primavera Sound y Subterfuge, dos iconos de pasado ‘indie’ que se reinventan con el ‘podcast’
El festival y el sello se colocan en el siglo XXI con un catálogo sonoro cada vez más nutrido y diverso, en los que la conversación está por delante de las canciones
Dos nombres forjaron buena parte de la escena musical independiente española en las décadas de los noventa y los dos mil. El sello Subterfuge fue el gran milagro, sustentado por el éxito de un solo grupo que ayudaba a lanzar al resto de apuestas de la compañía. El fenómeno saltó al directo poco después a través de los festivales. El Primavera Sound inició sus primeras ediciones con carteles repletos de bandas underground, antes de evolucionar hacia una oferta mucho más amplia. Ambas marcas se mantienen vigentes en pleno siglo XXI gracias a uno de los formatos que marcan el signo de los tiempos: el podcast. “La palabra es la nueva música. En vez de hacerla, ahora hablamos sobre ella”, comenta a este medio Carlos Galán, fundador de Subterfuge. Es su forma de revitalizar una industria de crisis perenne.
Suberfuge Radio nació en 2019 y suena en las mismas plataformas de streaming donde suenan sus discos: de Spotify a Amazon Music. “Me recuerda a los inicios del sello, que comenzó como un fanzine. Con esa misma filosofía, en la que no sabíamos muy bien hacia dónde nos llevaba, empezamos a hacer audio en una habitación de la oficina, con un par de micros. La pandemia hizo que nuestros contenidos de audio crecieran, como ocurrió en el resto de la industria, y decidimos darle más importancia dentro del proyecto. Ahora mismo es para nosotros una línea de negocio tan sólida, aunque no tan rentable, como es el de la música”, apunta a mediados de junio. “La monetización casi brilla por su ausencia, pero la idea es generar los cimientos sólidos para un proyecto a medio-largo plazo”.
En el catálogo de su división sonora, hay mucho de la esencia de la marca. Subterfuge recurre a sus décadas de experiencia en el sector y saca adelante este nuevo proyecto con su equipo fundacional. Galán tiene su propio podcast, Simpatía por la industria musical, en el que entrevista a personajes clásicos de la industria discográfica y a gente que mantienen su actividad. Y en Solo me hablas de movidas de hace 20 años – El radiofanzine, Diego Abad recuerda aquella Malasaña madrileña, donde todo fue una explosión multicolor de grupos, garitos y fanzines del fin del milenio. “Pero no todo es nostalgia. Todo se hace con perspectiva de futuro. Con sus testimonios, creamos una enciclopedia sonora porque no hay nada mejor para aprender que la experiencia de los que saben”, defiende el creador del sello. En un futuro, le gustaría abandonar la comodidad del género conversacional para crear proyectos más ambiciosos, como documentales sonoros. “Ojalá poder hacerlo sobre el Devil Came to Me, de Dover”, dice sobre el disco cuyas ventas millonarias sustentaron al sello durante mucho tiempo.
Actualizar la línea editorial
La que sí ha ampliado sus contenidos más allá de la música es Radio Primavera Sound, resalta su directora, Marta Salicrú, quien fue público del festival desde la primera edición y se incorporó a la empresa en 2019 para poner al frente de su vertiente sonora. Claro ejemplo de esa versatilidad es su gran éxito, ganador de dos premios Ondas, Deforme Semanal. Ideal Total, en el que Isa Calderón y Lucía Lijtmaer desgranan cada 15 días su particular visión de la vida y la cultura contemporánea. El festival, que en estos años ha expandido su cartel a otros géneros musicales, utiliza su línea sonora para también abrir sus temáticas, “alejadas de la imagen del hombre heterosexual blanco, gafapasta con barba amante del indie, para vincularnos a la agenda feminista y LGTBI+”.
Los pagos a SGAE por el uso de canciones y “las duras condiciones” para que suenen en plataformas como Spotify alejan las melodías de estos podcasts en favor de la palabra, comenta Salicrú desde Barcelona. A Radio Primavera Sound le pillaron por sorpresa éxitos de temáticas más genéricas, como Ciberlocutorio, con Andrea Gumes y Anna Pacheco, que son más conversacionales, que aquellos en los que suenan canciones. “Nacimos como una idea romántica, algo paralelo sin pretensiones económicas, en una plataforma MixCloud que ni siquiera era de podcasting y que no llegaba a ninguna parte. A partir de la segunda temporada, la audiencia creció de forma exponencial cuando adaptamos los contenidos al formato podcast y lo presentamos en los canales adecuados. Ya estamos pensando en el videopodcast como nueva apuesta”, recuerda su responsable. “Nosotros somos una división sin ánimo de lucro dentro de la empresa, pero está claro que si no mejora la monetización, costará mejorar la calidad del producto”, lamenta.
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