_
_
_
_
Columna
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Cuando los listos del pueblo presumían de no ver la tele

‘Frasier’ fue la comedia que más Emmy se llevó porque iba sobre personajes esnobs que despreciaban al único personaje que consumía televisión

Una imagen de la serie 'Frasier'.
Una imagen de la serie 'Frasier'.
Sergio del Molino

Dicen de Chuck Klosterman que es un crítico cultural, lo que supongo que es una manera de insultarle, de regatearle la condición de escritor o de negarle la entrada a según qué clubes. Para mí es un ensayista soberbio que dedica mucha atención a la cultura pop y que ha escrito páginas luminosas sobre el elitismo, el gusto y la memoria. Su último libro se titula Los noventa, y aunque no he averiguado de qué va ni hacia dónde quiere llevarme, he disfrutado mucho con sus divagaciones sobre una década que —maldita sea— empecé de niño y acabé de veinteañero.

Klosterman dedica bastante espacio a la tele, dando donde más duele, es decir, en el prejuicio intelectual. Como con el fútbol, las cosas han cambiado mucho. Los listos de cada pueblo han pasado de presumir de no tener tele en casa a declararse eruditos, casi teólogos catódicos. Aún hoy me encuentro a algún escritor que finge no saber de qué se habla cuando alguien nombra MasterChef o se sopla el flequillo si en una sobremesa uno cuenta un chisme de Sálvame, pero son especímenes raros. En los 90, eran la norma.

Como el libro habla de Estados Unidos (para una mirada hispánica sobre ese mismo periodo, remito al libro de Juan Sanguino, Cómo hemos cambiado), pone como ejemplo de esta actitud a Frasier. Fue la comedia que más Emmy se llevó, porque iba sobre personajes esnobs que despreciaban al único personaje que veía la tele. La tele solo podía ser cultura si se daba asco a sí misma.

El péndulo está hoy en el lado contrario, y ahora, el personaje de Frasier sería un crítico cultural que imparte conferencias tituladas Chanquete como arquetipo jungiano o La calabaza Ruperta en la tradición totémica amerindia. En mi casa, a un pelma así se le mandaría callar y se le diría: siéntate y mira.

Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Sergio del Molino
Es autor de los ensayos La España vacía y Contra la España vacía. Ha ganado los premios Ojo Crítico y Tigre Juan por La hora violeta (2013) y el Espasa por Lugares fuera de sitio (2018). Entre sus novelas destacan Un tal González (2022), La piel (2020) o Lo que a nadie le importa (2014). Su último libro es Los alemanes (Premio Alfaguara 2024).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_