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‘The White Lotus’ viaja a Sicilia para analizar la política del sexo en una segunda temporada inspirada en el cine de Almodóvar

Mike White y su equipo, creadores de la gran triunfadora de los premios Emmy, hablan desde la isla italiana sobre la nueva entrega de la siniestra comedia de HBO Max, que mira al manchego, a Fellini y a Antonioni

Vídeo, tráiler 'The White Lotus 2'. Aubrey Plaza, en las calles de Sicilia durante la segunda tempora de 'The White Lotus'.
Héctor Llanos Martínez
Taormina (Sicilia) -

Pasear por Sicilia implica observar un completo catálogo de testas di moro. Esas macetas y jarrones decorativos que forman parte de su paisaje recuerdan la venganza por celos de una mujer de Palermo que, hace más de mil años, cuando los árabes dominaban el lugar, cortó la cabeza de su amante al descubrir que en su hogar le esperaban mujer e hijos. La leyenda dice que la enterró bajo una planta de albahaca y la regó con sus lágrimas. Convertidos en pequeños monumentos al despecho, muy presentes en las calles, tiendas y casas de la isla italiana, inspiraron la esperada segunda temporada de The White Lotus, la gran ganadora de los recientes premios Emmy 2022, que se estrena el 31 de octubre.

Para David Bernad, productor ejecutivo de la comedia negra, impulsaron las nuevas tramas de la serie. “Hay una sólida y muy particular cultura del sexo en Sicilia, aunque a menudo la relacionemos con la mafia. Esas cabezas simbolizan una determinada forma de relacionarse que tienen hombres y mujeres. Su pasión nos invitó a deconstruir la política del sexo en esta temporada”, contaba a principios de abril en el lujoso Four Seasons San Domenico Palace de Taormina (Sicilia). Este antiguo convento dominicano del siglo XV es donde el equipo de la comedia de HBO Max ha ambientado esta vez su historia, aprovechando que el hotel cierra en temporada baja. Empapado de sabor europeo, su creador Mike White apela a Antonioni, Fellini y Almodóvar en la continuación del que fue el estreno revelación de la temporada televisiva de la pandemia.

La influencia europea de ambos —Bernad es de origen húngaro y White pasa largas temporadas en Ámsterdam— les dio la distancia suficiente como para explorar en la primera entrega conceptos como el colonialismo, el privilegio y el patrón turístico estadounidense en una trama ambientada en Hawái. Así que situar la nueva tanda de episodios en el Viejo Continente era un paso natural para los dos. Hace exactamente un año, iniciaron juntos un viaje de dos semanas a través de 14 ciudades de las regiones más soleadas, como Italia y el sur de Francia. Visitaron Mónaco, Saint-Tropez, Niza, Cannes, San Remo, Roma, Amalfi, Positano… En cuanto llegaron a Sicilia y conocieron el cuento milenario que acompaña a sus testas di moro supieron que era el lugar en el que iban a situar la serie. White se instaló en Taormina durante meses para escribir los guiones de esta nueva historia, que rompe la burbuja del resort hawaiano anterior para explorar también las calles y piazzas sicilianas.

En la segunda entrega de The White Lotus encontramos a dos parejas que viajan juntas. Ellos son amigos de la universidad que visitan Italia junto a sus esposas. Uno de ellos, rico de toda la vida (Theo James) y lleno de confianza, mantiene una apasionada vida sexual con su pareja (Meghann Fahy), alimentada de secretos, celos y juegos psicológicos. El otro es un nuevo rico tímido y callado (Will Sharpe), encerrado en un matrimonio disfuncional y neurótico con su mujer (Aubrey Plaza). Al hotel también llegan tres miembros de una familia italo-estadounidense, padre, hijo y abuelo (F. Murray Abraham, Michael Imperioli y Adam DiMarco). Acuden allí para regresar a sus orígenes y, en apariencia, tienen distintas posturas sobre lo que significa ser un hombre. Estos son algunos de los turistas que coinciden con dos mujeres sicilianas (Simona Tabasco y Beatrice Grano) que “parecen sacadas de una película de Fellini”, las define Bernad, y que rápidamente afectan su existencia.

'The White Lotus', ambientada esta vez en Italia.
'The White Lotus', ambientada esta vez en Italia.

La primera temporada enganchó al espectador mostrando desde el primer momento un cadáver y plantando con él la semilla de un misterio. Algo parecido ocurrirá al inicio de este nuevo relato, porque da un toque siniestro a la comedia y porque “ya forma parte del ADN de la serie y anuncia a la audiencia que va a correr la sangre entre esos personajes que está conociendo”, argumenta su creador. “Creo que esta temporada es algo más punzante en algunos momentos, pero también algo más luminosa. Los personajes de la historia contada en Hawái, incluso los que tenían un final feliz, terminaban con cierto poso de amargura y tristeza”, continúa. Con este proyecto, White se ha acostumbrado a contar relatos incómodos y llenos de tensión (aunque también repletos de comedia), en entornos paradisiacos: “Me crie en el sur de California, un lugar muy soleado que no siempre aloja a personas felices. Yo no tuve una infancia desgraciada, pero era ese tipo de niño rarito, fuera de la norma que, a veces, se sentía deprimido bajo todo ese manto de luz”, recuerda.

Regresa la reina Coolidge

Uno de los focos principales de tensión entre algunos de los protagonistas será el personaje interpretado por Aubrey Plaza, una actriz que se ha forjado una imagen de cómica extraña e incómoda desde que participara en la televisiva Parks and Recreation. “Me ha encantado colocarla en medio de toda esa gente rica y ese entorno tan encantador”, comenta White.

Pero en la The White Lotus italiana el espectador se encontrará con el personaje favorito de la primera temporada, la desvalida, solitaria y profundamente divertida millonaria Tanya McQuoid a la que da vida Jennifer Coolidge, coronada por la industria a principios de septiembre con el Emmy a mejor actriz secundaria en una miniserie.

White, amigo personal de la actriz, se aprovecha de lo bien que conoce su personalidad para colocarla en situaciones complicadas, esperar su reacción y grabarla en cámara. En esta temporada explota el particular físico y la vis cómica natural de la estadounidense comparándola, en tono de parodia, con la Monica Vitti de La aventura (1960) y rodando secuencias en Vespa por la isla italiana. “Es lo que creo que Pedro Almodóvar haría con ella en una de sus comedias”, apunta sobre quien dice que es una de las grandes inspiraciones de este enredo italiano.

El personaje de Tanya ha encontrado el amor, algo que anhelaba en los primeros capítulos y por lo que traicionó a uno de los personajes. Pero entenderá que, incluso logrando lo que desea, la felicidad plena le va a ser esquiva.

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Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, con varios años como autor del blog 'Doc&Roll'. Formado en Agencia Efe y elmundo.es, antes de llegar a Verne y la sección de Madrid de El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.

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