‘Doctor Portuondo’, homenaje de Carlo Padial a su psicoanalista freudiano

Hace no tantos años, Carlo Padial (Barcelona, 44 años) entraba en una tienda y no podía salir. Tenía que comprar algo grande porque si no pensaba que no tenía derecho a abandonar el local. La otra opción pasaba por intentar aprovechar que el dependiente estuviera de espaldas, por lo que casi siempre terminaba yendo a comercios que fueran enormes. En otras ocasiones, estaba en el metro y tenía que salir corriendo porque pensaba que iba a ocurrirle algo malo. O directamente no podía sacar una entrada de cine por sí mismo. Son algunos de los motivos que le llevaron a ir a terapia, donde se encontró con el doctor Portuondo, un facultativo cubano, de la escuela freudiana y con una personalidad muy marcada. Sus sesiones de psicoanálisis le ayudaron tanto que Padial se lo quería presentar a todo el mundo. Primero fue en forma de libro, con Doctor Portuondo: mis días de psicoanálisis con un sabio (2017, Blackie Books). Ahora, en forma de serie, con la primera producción original de Filmin, que se estrena este 29 de octubre en su plataforma, una adaptación del libro dirigida por el propio Padial.

El amor que tiene Padial por su ya fallecido amigo Portuondo salta a la vista. Se le nota en la cara cuando lo menciona, y convierte su timidez en determinación. Al final, le ha ayudado a llevar una vida mejor, y el director espera que, aunque sea desde la ficción, el doctor Portuondo pueda llegar a más gente a lo largo de los seis episodios de la serie, de media hora de duración cada uno. “Yo prácticamente es como si viviera con él. Mi novia me dice: ‘No sé si me hablas tú o si me habla Portuondo’. Es una experiencia que transformó mi vida. Me ayudó a poner orden, a tomar el control de muchas cosas de mi vida. También a adquirir una cierta conciencia creativa. De golpe supe lo que quería hacer y cómo lo quería hacer”, contaba Padial en el Matadero de Madrid, en el marco de los Premios Platino de Iberseries.

Los capítulos atraviesan la fina línea de lo cotidiano, la comedia negra y el drama. “Es una loa surrealista que a veces puede tener tonalidades muy diferentes”, explica Padial, que, aunque tiene claro que se trata de un homenaje, no está tan seguro de que sea el tipo de homenaje al que la gente está acostumbrada: “Igual lo pongo peleándose con un paciente, que no sería lo normal, pero es parte de lo que hacía especial a esta persona”.

El encargado de encarnar al doctor ha sido Jorge Perugorría, también cubano. El actor considera que ha sido una experiencia “maravillosa”, y aunque interpretar a una persona tan especial no era fácil, le fue de gran ayuda que el proyecto viniera de una vivencia personal del director, ya que “para todas las preguntas que tuviéramos de los personajes, Carlo tenía una respuesta”. Una de las cosas que más ayudaron a Perugorría a conectar con Portuondo está en el amor que los dos han tenido siempre por su país: “Cuando él mismo dejaba de ser el psicoanalista para pasar a psicoanalizarse, siempre le afloraba esa nostalgia por Cuba. Es una de las cosas más bonitas que tiene el personaje”.

Otro de los puntos más importantes de su interpretación, reside en su relación con el paciente, cuenta Perugorría, sobre todo con un choque generacional tan marcado: “Este hombre en su consulta y en su propia vida estaba detenido en el tiempo, como si fuera del siglo pasado, y el paciente es del siglo actual”. Porque en Doctor Portuondo no todo se basa en la figura del doctor. También está la figura del paciente, que Nacho Sánchez interpreta basándose en el propio Padial. El director cuenta que “el paciente podría haber sido cualquiera”, pero sí le “resulta muy bonito el contraste entre esa figura tan potente que es el doctor y esa hojita temblorosa que es el paciente”.

Con este trabajo, Padial abre las puertas de la consulta de Portuondo al mundo. El director cuenta que en las sesiones de rodaje, hasta el equipo notaba haber pasado por su terapia, especialmente necesaria cuando la pandemia ha vuelto a poner el foco en la salud mental: “Este parón ha hecho reformular qué estamos haciendo y hasta qué punto ha merecido la pena lo que estábamos haciendo. Al final eso es para mí de lo que va un poco la serie: métete en tu inconsciente y mírate al espejo, mira a ver quién eres y qué es para ti la vida que estás viviendo”.

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