Las series ante el dilema de la fatiga pandémica
Dramas médicos como ‘The Good Doctor’ se plantearon hace un año cómo reflejar los cambios en el mundo real en sus tramas
¿Incluir la pandemia en la trama de una serie o hacer como si no hubiera pasado nada y evitar participar en la fatiga pandémica que se ha hecho fuerte entre los ciudadanos? Esa disyuntiva se la han planteado muchas de las ficciones televisivas que ambientan sus tramas en la actualidad. Hace un año, el mundo cambió. La producción audiovisual se paralizó y los guionistas y productores tuvieron que tomar decisiones sobre el futuro inmediato de sus historias. En Estados Unidos, muchas comedias, dramas policiales y series médicas optaron por mostrar cómo había cambiado el mundo también para sus protagonistas, en muchos casos trabajadores esenciales y en primera línea de pandemia. “Tenemos una serie médica y tenemos este mundo. No debatimos demasiado sobre ello, sabíamos que teníamos que hacerlo, que teníamos que cubrirlo”, explica David Shore (London, Canadá, 61 años), guionista, productor y creador de The Good Doctor.
La serie que narra el día a día de los trabajadores del hospital San José St. Bonaventure casi había terminado de rodar su tercera temporada (que Cuatro emite los martes) cuando se declaró la pandemia. “Teniendo en cuenta cómo el mundo se volvió del revés, para nosotros el momento no fue demasiado malo en el sentido en que, literalmente, acabábamos de terminar de rodar y estábamos a unos pocos días de cerrar la temporada”, recuerda ahora Shore en una entrevista por videoconferencia desde su casa en Los Ángeles. En ese momento empezaban a preparar los guiones de la cuarta temporada (que AXN emite también los martes y es la serie internacional de estreno más vista en el pago español). “Sentíamos que teníamos que mostrar cómo es el mundo, lo que los médicos reales y los trabajadores sanitarios reales estaban haciendo, pero luego queríamos volver a las reglas de nuestra serie y las historias que estábamos contando”, continúa Shore. Por eso, tras dos episodios centrados en la lucha contra el coronavirus, la trama de la serie saltó al futuro, a un mundo en el que la pandemia ha quedado atrás. Una decisión muy similar tomó otro drama médico, The Resident (en España, en Fox Life), mientras que la decana de las series médicas, Anatomía de Grey, ha situado toda su 17ª temporada (en abril, en Disney +) en el mundo pandémico.
“La nuestra es una serie sobre la esperanza, y eso fue parte del análisis que hicimos”, explica Shore. “Queremos volver al mundo antes del covid. No podíamos ignorarlo, pero es la gran razón por la que queríamos recuperar una sensación de normalidad en nuestra serie. No me gusta la palabra escapismo, porque creo que es un poco desdeñosa con lo que hacemos, pero sí, hay un elemento de eso, alejarnos de lo que está constantemente sobre nuestras cabezas”, añade al reflexionar sobre el papel de la televisión y las series durante la crisis sanitaria.
El coronavirus no solo ha cambiado la trama de las series, también la forma de trabajar en ellas. “Yo me reúno con los guionistas como me estoy reuniendo contigo ahora, por Zoom. He ido a Vancouver [donde se rueda la serie] solo una vez, trabajo desde Los Ángeles. Para ir a Vancouver tendría que hacer una cuarentena de dos semanas. Los protocolos en el plató… hay un montón de protocolos: hacemos tests cuando la gente vuelve al trabajo, llevan mascarillas todo el día y se las quitan justo antes de que digan ‘acción’ y se las ponen tan pronto como dicen ‘corten’... Estamos siendo muy, muy cuidadosos y está yendo muy, muy bien”, resume.
En la televisión desde hace más de 25 años, David Shore ha trabajado como guionista en producciones como Ley y orden, El abogado, Más allá del límite o Policías de Nueva York. En 2004 estrenó su primera serie como creador, House, un éxito mundial cuyo protagonista, una especie de Sherlock Holmes médico con un carácter arisco y cínico que trata de averiguar qué les ocurre a sus pacientes (y curarlos), convirtió al actor Hugh Laurie en el intérprete mejor pagado de la televisión estadounidense en ese momento. Con The Good Doctor, adaptación de una serie surcoreana, Shore ha vuelto a atinar. “Es muy gratificante. Creas una serie y la haces porque piensas que es interesante, encuentras la historia y los personajes interesantes, y esperas que encuentre algún tipo de audiencia. Saber que gente de todo el mundo reacciona ante las mismas cosas de una forma parecida es bastante llamativo, y es en realidad de lo que va la serie. El doctor Shaun Murphy no es un personaje habitual, es un tipo de persona que la gente no conoce, y te gusta, te cae bien. Y el hecho de que todos tengamos culturas diferentes, idiomas diferentes, va al núcleo de la serie: lo que tenemos en común es mucho más profundo que nuestras diferencias”, reflexiona Shore.
En un medio en cambio constante, los dramas médicos se mantienen entre los más vistos de la televisión tradicional. “Creo que simplemente son emocionantes, así de sencillo. Alguien está muriendo, ¡alguien está muriendo! Tienes eso a tu favor, es la razón por la que a la gente les gustan las series de crímenes, de policías y de médicos, tratan sobre lo que realmente importa”. La televisión de ahora también es muy del gusto de recuperar títulos ya terminados que fueron un éxito en el pasado. ¿Ha pensado en recuperar House? “Sí, claro que he pensado en ello. Pero no estoy seguro de que vaya a ocurrir, no sé si es el momento, no estoy seguro de que el resto de personas tengan tiempo, tendría que ser la historia correcta… Pero por supuesto que sería genial”, remata.
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