La policía estadounidense no es como la de la televisión
Programas como el cancelado ‘Cops’ son criticados por ofrecer una versión desequilibrada de la realidad
El movimiento Black Lives Matter ha sacudido a la cultura audiovisual estadounidense, el espejo en el que se mira su sociedad. La cancelación esta semana, 31 años después de su estreno, del controvertido programa de telerrealidad Cops, que mostraba choques entre la policía estadounidense y criminales que con frecuencia eran negros, fue el detonante. A su cancelación le siguió la de otro programa similar, Live P.D., emitido en A&E. Incluso hubo quien llegó a temer por la supresión de los dibujos animados La patrulla canina (en realidad, no corren peligro: han sido renovados por una octava temporada). ¿Qué imagen se ofrece de los cuerpos de seguridad a través de la pequeña pantalla?
Henry Molofsky, productor del podcast Running From Cops en el que se analizan Cops y otros programas similares, detalla en The Guardian algunas de las conclusiones a las que llegaron en su investigación. Además de la falta de correspondencia con la realidad entre los tipos de crímenes y criminales que aparecen en estos espacios, también destaca cómo los agentes cometen en ellos reiterados actos violentos, abusivos, racistas e incluso “potencialmente inconstitucionales”, y que, en lugar de criticar este tipo de comportamientos, se presentan de forma neutral.
La representación de los policías en la ficción televisiva estadounidense también se ha puesto en cuestión a partir de un artículo escrito por Aaron Rahsaan Thomas, cocreador de la serie S.W.A.T. y guionista y productor de series como CIS: Nueva York o The Get Down. “En Hollywood, soy un bicho raro. Un negro que ha hecho carrera, en parte, escribiendo series de policías en cadenas generalistas, incluso creando mi propia serie”, se presenta en su texto en Vanity Fair.
En él, Aaron Rahsaan Thomas defiende la importancia que tienen las series policíacas en la imagen que los espectadores de todo el mundo tienen de los policías. Los guiones de Dragnet, una serie policíaca de los años cincuenta, tenían que contar con la aprobación de la policía de Los Ángeles, que en la vida real tenían, explica Aaron Rahsaan Thomas, una “relación explosiva con la comunidad negra”. Series como Hawaii Five-0 o Kojak heredaron su esencia, y otras ficciones televisivas mantuvieron un patrón en el que los personajes negros quedaban relegados a un segundo plano, roles insustanciales o al papel de criminales. El guionista reclama una mayor diversidad no solo en la pantalla, sino también entre los escritores de los programas. “En la industria televisiva, la diversidad normalmente se refleja a través del casting, pero si las voces detrás de los personajes se mantienen casi exclusivamente blancas, la diversidad se queda, literalmente, en la superficie de la piel. La meta debería ser aumentar las perspectivas tanto delante como detrás de la cámara”, dice.
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