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“No puedo creer que OnlyFans nos deje”: el veto del sexo explícito desconcierta a los creadores de porno

El anuncio de la plataforma deja libre un mercado de miles de millones de euros que se había convertido en fuente de ingresos para cientos de miles de personas

Jordi Pérez Colomé
Valery Lopez posa para el fotógrafo Michael Davis durante una sesión para su página de OnlyFans, en Caracas en diciembre de 2020. Fotos como esta la de López seguirán permitidas, pero la plataforma ha anunciado la eliminación a partir del 1 de octubre de todo el material sexualmente explícito.
Valery Lopez posa para el fotógrafo Michael Davis durante una sesión para su página de OnlyFans, en Caracas en diciembre de 2020. Fotos como esta la de López seguirán permitidas, pero la plataforma ha anunciado la eliminación a partir del 1 de octubre de todo el material sexualmente explícito.CRISTIAN HERNANDEZ (AFP)

La actriz de cine adulto Gemma Gomory no sabía este viernes por la mañana que OnlyFans, la plataforma donde trabajaba, había anunciado que iba a bloquear el contenido sexualmente explícito a partir del 1 de octubre. “He tenido que ir a mirarlo, no puedo creer que nos deje”, dice a EL PAIS en un mensaje de audio. El sitio web, que pone en contacto a creadores de contenido ―la parte más visible y notoria son trabajadores del sexo que sus venden vídeos e imágenes para adultos― con potenciales suscriptores, tenía previsto elevar los 320 millones de euros de beneficios en 2019 a más de 2.100 en 2022. Un crecimiento vertiginoso que incluye una previsión de facturación de 12.000 millones de euros para 2022, seis veces más que en 2020 y el equivalente a los presupuestos de Netflix o Youtube.

Ahora, alegando motivos financieros, OnlyFans dejará el mercado que la hizo célebre. “Como actriz porno he tenido altibajos y más con el covid y el parón de las productoras”, dice Gomory, madrileña de 30 años. “Gracias a OnlyFans he podido seguir viviendo de mi trabajo. No solo me ha dado conocer a más gente sino que también me ha dado la oportunidad de dejar volar mi imaginación y hacer los tipos de vídeos que me apetecían”, añade.

En su comunicado, OnlyFans dejaba claro que los motivos no eran una simple elección: “Estos cambios son para cumplir con las exigencias de nuestros socios bancarios y proveedores de pago”. Precisamente el 1 de octubre, el día en que OnlyFans formalice su cambio, Mastercard actualizará su normativa para plataformas de contenido adulto. “Esto viene del impulso de los lobbies antiporno en EE UU y otros países”, dice Elissa Redmiles, investigadora del Instituto de Software de Sistemas Max Planck en Alemania. “Quieren que los procesadores de pago (Mastercard, Visa) presionen a los sitios que acogen porno para que cambien el modo en que documentan la verificación de edad”, añade. Mastercard por ejemplo, exigirá ahora, además de dicha verificación de edad, la confirmación de la identidad de los creadores de contenido, el permiso de los participantes o los derechos sobre las imágenes.

OnlyFans tiene 2 millones de creadores y 130 millones de usuarios, de los que al menos siete millones pagan cada mes, según Axios. De los creadores, hay 16.000 que ganan al menos 50.000 dólares anuales. Las suscripciones oscilan entre los 5 y los 50 dólares al mes (de 4,27 a 42,7 euros), de las que la plataforma se queda el 20%. Este sábado ha insinuado en Twitter con la opción hipotética de buscar otras formas de pago en lugar de abandonar a los trabajadores del sexo. Este mensaje era de hecho una de las primeras veces en que OnlyFans reconocía abiertamente su labor dentro de la plataforma.

El actor porno Miguel Zayas (Sevilla, 1984) también empleó OnlyFans como recurso durante la pandemia. Aunque ya llevaba unos años con la cuenta: “Empecé a usarlo como alternativa para sacarme un dinero extra, y poco a poco me di cuenta que salía rentable invertir un tiempo al día”. Ahora se plantea cambiar de plataforma o seguir en OnlyFans sin publicar contenido explícito en abierto: “Igual por mensajes privados podremos vender los vídeos, dicen que no se podrá publicar pornografía, pero si desnudo más artístico, ya veremos”.

Zayas tiene otros tipos de ingresos, aunque durante el confinamiento la plataforma le hizo un buen servicio. “Terminé los dos últimos años de carrera con el Covid de por medio y solo con lo de OnlyFans pude estudiar, comer y pagar alquiler y facturas”, explica. Las soluciones en este sector durante un confinamiento son creativas: “Un día hice un directo de cómo jugaba horas y horas en bolas con la PlayStation. Ni me moví del sofá, solo para ir al frigo a por un refresco. Era como un Gran Hermano desnudo pero con la Play en el sofá. Y la gente lo veía, así que me puse a hacer cosas raras. Y funcionó”. Las “cosas raras” son “cosas” que interesan específicamente a usuarios de una plataforma como OnlyFans. Aunque como actor es heterosexual, Zayas tiene mucho más suscriptores masculinos que femeninos.

Al principio fue PornHub

La caza contra los sitios porno estalló en diciembre de 2020. Entonces fue el gigante del sector Pornhub quien instauró nuevos requisitos de verificación extraordinarios y borró la mayoría de vídeos de su plataforma para no crearse problemas. Aquello ocurrió poco después de que un artículo del New York Times denunciara que el sitio publicaba vídeos de menores. En principio OnlyFans explicó que tomaba la decisión por un problema para conseguir nueva financiación de capital de riesgo. Puede ser también, pero su razón principal es el procesamiento de pagos. Como plataforma de suscripción para famosos sigue teniendo un modelo de negocio viable, aunque ahora mismo parezca remoto: OnlyFans seguirá permitiendo simples desnudos sin sugerencias sexuales y también que profesionales de cualquier sector, que den por ejemplo clases o consejos personales, lo usen para captar suscriptores.

La consecuencia obvia es que OnlyFans deja un agujero tremendo y ambiguo en un sector tradicionalmente despreciado pero con un potencial económico increíble. A pesar de sus cifras, el creciente número de gente trabajando en el sector implica que la mayoría ingresa poco. Zayas dice que tiene compañeras que ganan hasta 8.000 euros mensuales, pero en conversaciones de EL PAÍS varias trabajadoras reconocen que es más habitual lograr cientos de euros de un puñado de suscriptores fieles: perder unos cuantos por tener que cambiar de plataforma se convierte por tanto en un posible problema.

El abandono de OnlyFans puede conllevar por tanto un problema laboral serio. “Mientras podemos pensar que los creadores de OnlyFans lo hacen como un extra, para mucha gente es su ingreso principal y, además, su labor como trabajadora sexual y el estigma puede dificultarle volver a la vida civil, lo que hace más probable que acaben en trabajo de calle o dirigido por otros”, dice Redmiles.

La trabajadora del sexo Diosa Lemon, nacida en 1994 y residente en Madrid, es de esas que por ahora lo hace como extra. Trabaja de encargada en una gestoría por las mañanas y en el Carrefour por las tardes, además de escribir y tratar de publicar sus libros. Diosa Lemon ya vio venir que OnlyFans no era tan de fiar. En su caso, fue por un problemas de pagos y porque al cambiar los dólares a euros acababa perdiendo parte de los ingresos. Hay ya un buen grupo de clones de OnlyFans dedicados especialmente al porno, como JustForFans o FanCentro, la mayoría con la palabra “fans” de reclamo. Ahora es su gran momento para recoger los profesionales que salen de la plataforma.

Diosa Lemon escogió una plataforma de origen español: LoverFans. “Vi que había un montón de plataformas más, pero me pasé a LoverFans fue por la calidad del apoyo. Aparte de ser en español, te contestan en el mismo día y eso te da seguridad. El cambio de plataformas fue más fácil de lo que pensaba. Tenía mis clientes, así que solo tuve que mandar un mensaje a todos ellos y poner una foto diciendo que me cambiaba y el enlace”, explica.

La plataforma española

LoverFans dice que es la mayor plataforma en español. Tienen 15.000 creadores de contenido, más de 300.000 usuarios registrados, de los que pagan cerca de 20.000 y facturan al mes por encima de los 300.000 euros. Horas después del anuncio de OnlyFans, el fundador de LoverFans, Pablo Ferrari, explicaba por teléfono a EL PAIS que estaba “sin dormir”. “Hemos recibido una avalancha de consultas y visitas, muchas preguntado si haríamos lo mismo”. Dos días después, ponía cifras a esa avalancha. “LoverFans ha crecido en 1.500 creadores de contenido y más de 5.000 usuarios”, dice Ferrari, que ve la salida de OnlyFans como la consolidación de su plataforma antes de cumplir dos años de vida. “Siguen llegando nuevas peticiones, no sabemos cuándo va a parar”, añade.

Ferrari es actor y director porno e insiste por teléfono a EL PAÍS que LoverFans “nunca hará como OnlyFans, me siento como ellos y les voy a defender siempre”. LoverFans fue fundada en enero de 2020 y este año firmó un acuerdo con Arnaldo Chamorro, de Fakings, una empresa del porno en español, para seguir creciendo.

Tanto Gomory como Zayas y Diosa Lemon tienen suficientes tablas y experiencia como para buscar alternativas. Pero no todos los casos son así, recuerda Redmiles. Ferrari cuenta una experiencia especial: “El otro día me escribió una chica de Venezuela. Me contaba que me daba las gracias llorando por existir, que era madre de tres hijos, el marido se había ido y que gracias a haber encontrado LoverFans podía salir adelante sin hacer nada peligroso en la calle”. Las trabajadoras en casos similares que estén en OnlyFans quizá tengan más dificultades para cambiar.

Ferrari, de LoverFans, cree que su plataforma cumple de sobra con los requisitos que pide Mastercard para seguir procesando pagos. “Tenemos dos procesos. Primero, una verificación manual. Yo personalmente he visto con mis ojos a los 15.000 creadores de contenido con mis ojos”, dice. En muchos casos han detectado documentos falsos o trucos donde tratan de ocultar uno tras otro. “Una vez validado pasan al departamento de cumplimiento para comprobar que son quienes salen en los vídeos y si hay dudas se les pide documentación adicional”, explica.

Aunque este proceso de moderación puede parecer extenuante y necesario, Redmiles recuerda que puede ser un problema por otro lado: si se filtra una base de datos de trabajadores del sexo junto a su documento, muchos podrían tener problemas en su vida real. “Páginas que se dedican a moderar o inteligencia artificial están a menudo involucradas en procesos de verificación, por donde puede filtrarse la identidad de trabajadores del sexo. Este tipo de ‘revelaciones’ pueden tener repercusiones serias para gente que quizá no puede volver a su país, tener dificultades para alquilar casa o incluso no poder usar servicios como AirBnb, como se documenta en este artículo científico”, dice Redmiles.

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Sobre la firma

Jordi Pérez Colomé
Es reportero de Tecnología, preocupado por las consecuencias sociales que provoca internet. Escribe cada semana una newsletter sobre los jaleos que provocan estos cambios. Fue premio José Manuel Porquet 2012 e iRedes Letras Enredadas 2014. Ha dado y da clases en cinco universidades españolas. Entre otros estudios, es filólogo italiano.

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