HomePod mini, a prueba: un buen sonido para un altavoz de pequeñas dimensiones
El dispositivo, que en ocasiones se activa por error, ofrece una mejor experiencia si se utiliza con un iPhone y servicios de Apple
Apple empezó a competir en el mercado de los altavoces inteligentes en 2018 con el HomePod. Su intención era hacer frente a gigantes tecnológicos como Amazon y Google con un dispositivo que se centraba en la calidad del audio y era notablemente más caro que algunas de las principales alternativas de la competencia. La compañía de Cupertino ha vuelto a la carga dos años después con un segundo altavoz inteligente más pequeño, más barato y, por lo tanto, también con una menor calidad de audio: el HomePod mini.
EL PAÍS ha probado durante dos semanas este dispositivo. Si el HomePod cuesta 329 euros, el HomePod mini ha salido al mercado por 99 euros. El nuevo altavoz, que está disponible en blanco y en gris, abandona la forma cilíndrica del HomePod por un diseño esférico. Mide 8,43 centímetros de alto y pesa 355 gramos —frente a los 17,2 centímetros y los 2,5 kilos del HomePod—. Casi todo el altavoz está cubierto por una malla, excepto la parte superior que es plana y tiene controles táctiles.
Configurarlo es muy sencillo. Basta con acercar el iPhone al altavoz para que lo detecte y guíe al usuario en la configuración. El HomePod mini permite hacer prácticamente lo mismo que la mayor parte de los altavoces inteligentes en el mercado. Por ejemplo, puede reproducir música, fijar recordatorios o eventos en el calendario, guardar notas, consultar el tráfico, informar sobre las últimas noticias o enviar mensajes de audio a otros HomePod mini que se tengan por el hogar.
Además permite controlar diferentes dispositivos inteligentes. “Oye Siri, pon la luz azul al 70%” es posible ordenar al asistente —siempre y cuando se tenga una bombilla inteligente—. También es posible automatizar diferentes acciones. Por ejemplo, el usuario puede elegir que cada día a las ocho de la mañana se encienda la luz de su habitación y comience a sonar la radio en el altavoz.
Como cabe de esperar de un dispositivo por un menor precio y con un tamaño más pequeño, el HomePod mini también ofrece una menor calidad de sonido que su hermano mayor. Apple asegura que está pensado para ofrecer “una experiencia de sonido de 360 grados” de forma que pueda ser colocado en cualquier lugar de una habitación e influya lo menos posible que el usuario se mueva por ella. El HomePod mini tiene un único altavoz central que guía el sonido hacia abajo y hacia afuera de manera uniforme en todas las direcciones. Además cuenta con dos radiadores pasivos para potenciar los graves y que los agudos sean más intensos.
Su corazón es el Apple S5. Se trata de un chip que analiza la música que suena y aplica diferentes ajustes para optimizar el volumen y ajustar el rango dinámico en tiempo real. El altavoz suena considerablemente bien, sobre todo teniendo en cuenta su tamaño. Aunque puede ser una buena opción para cualquier usuario que quiera escuchar música en la cocina o en una habitación, probablemente no sea suficiente para los audiófilos curtidos.
El sonido que emite al reproducir prácticamente cualquier género de música es envolvente y bastante consistente, aunque en ocasiones pueden echarse en falta graves más rotundos. En cuanto al volumen general, no acaba de seguir el ritmo a otros altavoces de la competencia más grandes pero con un precio similar como el Nest Audio. Al utilizarlo, prácticamente no se aprecia distorsión y las vibraciones son bastante moderadas.
Además, el sonido no cambia al caminar alrededor del altavoz, algo que resultaría especialmente útil si se colocara en el medio de una habitación. No obstante, lo más normal suele ser poner el altavoz en alguna estantería o cerca de la pared. El usuario puede además emparejar dos altavoces para que suenen en estéreo y conseguir así más claridad y volumen. Eso sí, lo ideal es que los dos dispositivos sean HomePod mini. A día de hoy no se pueden combinar este aparato con un HomePod, ya que la diferencia de equilibrio entre sistemas acústicos no resultaría correcta, según Apple.
Uno de los puntos débiles del HomePod mini es que para aprovecharlo al máximo es necesario estar integrado en el ecosistema de Apple. Es decir, la experiencia es mejor al usar dispositivos de la compañía y estar suscrito a los servicios de Apple. De hecho, para configurar el altavoz, es necesario contar con un iPhone, iPad o iPod touch. También se necesita un iPhone para pedirle al asistente que haga una llamada o lea mensajes. Y si se quieren controlar dispositivos inteligentes, estos deben ser compatibles con HomeKit.
Control táctil y por voz
El dispositivo dispone de tres micrófonos agrupados que escuchan a los usuarios cuando piden algo a Siri. Además, la compañía explica que tiene un cuarto micrófono orientado hacia el interior que ayuda a aislar el sonido que proviene del altavoz para mejorar la detección de voz mientras suena música. En general, el altavoz detecta bien la voz, incluso cuando se le pide algo desde otra habitación e independientemente de que esté reproduciendo una canción o esté puesta la televisión.
Para interactuar con el HomePod mini también es posible usar la parte superior, que es táctil. Se puede dejar pulsada para pedirle algo a Siri sin necesidad de pronunciar el comando. También es posible tocarla para reproducir o pausar música y subir o bajar el volumen. Dicha parte superior se ilumina cada vez que la tocamos, llamamos a Siri o el altavoz está funcionando.
Privacidad y dispositivos conectados
El uso de dispositivos conectados en el hogar podría servirle a los gigantes tecnológicos para conocer a fondo a los usuarios. Las empresas detrás de los principales altavoces inteligentes del mercado buscan la forma de convencer a sus clientes de que su privacidad importa. Por ejemplo, compañías como Google o Apple aseguran que estos dispositivos solo escuchan al decir en voz alta un comando concreto. No obstante, en las pruebas realizadas por este periódico, el altavoz se ha activado en alguna ocasión por error, ofreciendo contestaciones cuando no se ha pronunciado el comando ni se le ha hecho ninguna consulta.
A diferencia de lo que ocurre con algunos altavoces inteligentes como los de Google, el HomePod mini no cuenta con un interruptor físico para desactivar la función de escucha de Siri. Sí es posible pedírselo con la voz con un “oye Siri, deja de escuchar” o a través de la aplicación Home. En el caso de hacerlo, el usuario tendría que mantener pulsada la parte táctil del altavoz para pedirle al asistente una orden o que vuelva a activar el micrófono.
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