Así apuntó a España una enorme operación de desinformación rusa aún activa
Un nuevo informe preparado con la colaboración de grandes plataformas da detalles del funcionamiento de Infección Secundaria, una acción desde Rusia en 300 plataformas y 7 lenguas, entre ellas el español
Tres días antes del referéndum catalán del 1 de octubre de 2017, una usuaria de la red social Reddit, Lauraferrojo, colgó un documento tan falso como explosivo bajo el título: “La UE muestra su apoyo a los separatistas catalanes”. Junto a tres párrafos había una imagen de una supuesta carta a la entonces vicepresidenta Sáenz de Santamaría de Roberto Bermúdez de Castro, el secretario de Estado para las Administraciones Territoriales de la época: “Se ha conocido que el Gobierno de Carles Puidgemont [sic] ha conseguido el apoyo de la Unión Europea”, decía Lauraferrojo, que copió su mensaje en cinco comunidades de la red social Reddit: Catalunya, Andalucía, Barcelona, Spain y Es. En la carta podía leerse a un preocupado Bermúdez de Castro: “Según nuestros representantes en el Parlamento Europeo, los líderes de la UE ofrecen su colaboración a Cataluña y se comprometen a reconocer la legitimidad del referéndum”.
Lauraferrojo tuvo tiempo de colgarla en otros dos foros: burbuja.info y rankia. Entonces desapareció para siempre. Pero al día siguiente, el usuario SamAlonso colgó la misma carta y el texto traducido en cuatro foros en inglés: defendingthetruth.com, theapricity.com, theregister.co.uk y el sueco thelocal.se. El primer comentario en theapricity fue: “Interesante, ¿por qué creéis que es así? Quizá porque la UE lo ve como inevitable?”. En español funcionó peor: “La máquina de fake news indepes a toda marcha”, respondió un usuario de burbuja.info.
Tenía razón. Todos estos links con la carta de Bermúdez de Castro están en una base de datos que la compañía Graphika ha compartido con EL PAÍS. Son siete ejemplos de al menos 127 en español o sobre España que Graphika ha atribuido a la operación Secondary Infektion (”infección secundaria”) lanzada por alguien desde Rusia, pero sin relacionarla directamente con ningún órgano oficial o vinculado al Kremlin, como las dos grandes operaciones relacionadas con la elección de Donald Trump en 2016. La mayoría de las publicaciones en español son traducciones de textos sobre otros asuntos. Entre los foros en español donde se publicaron están Menéame, Vandal o Globedia.
Secondary Infektion es una de las mayores operaciones de desinformación jamás creadas y probablemente no se conozca entera: seis años, siete lenguas, más de 2.500 piezas de contenido y más de 300 plataformas. Estos artículos aparecían en grandes redes como Facebook, Reddit o Twitter y también en foros escondidos en el fondo de Internet. Las cuentas revelaban un extraordinario conocimiento de seguridad operativa para evitar ser descubiertos: la mayoría de usuarios fueron creados, usados para colgar un post y abandonados para siempre. No había ninguna intención de cultivar seguidores para aumentar el impacto.
More than any other operation I’ve seen, SI was a cross-platform effort.
— Ben Nimmo (@benimmo) June 16, 2020
Over 300, at the latest count, and mostly *not* on the giant platforms. pic.twitter.com/DOMiPcFTST
Graphika no es la primera organización que revela su existencia, pero su trabajo sí es el más profundo. El rasgo esencial más significativo de esta operación es uno poco tenido en cuenta en este tipo de acciones: fue un fracaso. Solo una de sus acciones tuvo repercusión en el mundo real: la filtración de unos documentos comerciales reales, no falsificados, entre Reino Unido y EE UU en octubre de 2019. Esa filtración aún no resuelta provocó una investigación de Reddit en diciembre de 2019 que reveló a varios usuarios de nombres españoles. En mayo de 2019 Facebook fue la primera red en vincular cuentas de esta operación a Rusia. La empresa estadounidense Graphika, que se define como “los cartógrafos de la era de Internet”, han colaborado con las principales redes para descubrir esta trama.
La operación sigue aparentemente en activo, aunque a un ritmo menor. Uno de sus últimos posts fue en abril sobre el origen del coronavirus en un supuesto laboratorio de Kazajstán. La mayoría de enlaces en español o sobre España son de 2017 en adelante. Uno que tuvo un pequeño impacto fue una falsa carta de agosto de 2018 de “Josep Borrel”, en lugar de Borrell, a Rafael Merino, presidente de la Comisión de Interior en el Congreso: “Acuso recibo de su carta en la que nos traslada la información sobre el posible atentado contra Boris Johnson”, escribía un presuntamente preocupado Borrell, “preparado por los radicales oponentes del Brexit que buscan impedir que sea nombrado primer ministro del país”. El lenguaje levemente oficial está logrado pero luego surgen errores infantiles con los artículos. “Sobre el posible ataque contra señor Johnson”, dice la carta en otro lugar. Parece como si hubiera una cierta voluntad de ser descubiertos en una carta cuya imagen borrosa pero acertada podría pasar por aceptable.
Graphika ha detectado nueve temas principales en los que se centraba toda esta trama desde el inicio y en todas las lenguas: primero, Ucrania como estado fallido. La fecha de inicio de la operación coincide con el año de la anexión de Crimea. A continuación, la agresión de EE UU y la OTAN a otros países; la debilidad y divisiones europeas, que es donde encajaría el asunto catalán y el Brexit. También sobre elecciones, sobre todo en EE UU, Reino Unido y Francia; migración e islam; los escándalos rusos de dopaje; Turquía como país agresivo; la defensa de Rusia y de su Gobierno, y ataques a los críticos con el Kremlin, centrados en el opositor Alexei Navalny y Angela Merkel. La curiosa aparición de Turquía en ese listado apunta una de las mayores conexiones de la trama con Rusia. La primera publicación sobre ese país, “Alerta roja: ¿por qué iría alguien a Turquía hoy?”, es del 1 de diciembre de 2015, una semana después de que su Gobierno derribara un caza ruso.
La atribución de responsabilidades en Internet es compleja. De ahí que a pesar de la colaboración de Graphika con varias de las plataformas afectadas, se limiten por prudencia a vincular la operación con el territorio ruso. “La atribución es difícil”, dice Sebastian Bay, investigador en desinformación en la Agencia de Investigación de Defensa de Suecia. “Facebook no comparte cómo hacen la atribución técnica y aunque estoy de acuerdo con que la atribución contextual parece sugerir un actor ruso siempre hay el riesgo, primero, de que sea un actor comercial basado en Rusia y que su cliente sea de donde sea, y segundo, de que sea un freelance, sin vínculos con el Estado o alguien que pretenda ser ruso”, añade.
Algunas falsificaciones y temas estaban diseñados para obtener impacto, pero apenas salieron nunca de la oscuridad: dijeron que Ucrania pretendía que el presidente Petro Poroshenko ganara el Nobel de la Paz o que la UE presionaba para que se lo concedieran a Angela Merkel, insinuaron que Merkel era alcohólica, la intención del ISIS de atentar en Baviera o que los gemelos Kaczynski, gobernantes en Polonia, padecían un problema genético que les provocaba problemas mentales. También atacaron a Hillary Clinton, cuando lo hacían otras organizaciones rusas: la inteligencia para lograr filtraciones y la Internet Research Agency (IRA) para fomentar la división en redes sociales.
... though not all the French was exactly French. pic.twitter.com/s8LyED0Uqa
— Ben Nimmo (@benimmo) June 16, 2020
El nombre que le han dado a la operación los investigadores, Secondary Infektion, recuerda a una de las grandes operaciones de desinformación soviética de la historia, llamada Infektion. En 1983 una carta de un supuesto científico estadounidense apareció en un pequeño periódico de Delhi, en India, llamado Patriot. Se titulaba “El sida puede invadir India” y llevaba como subtítulo: “La misteriosa enfermedad, causada por experimentos en EE UU”. El texto contaba cómo un experimento para crear armas biológicas en un laboratorio militar de Maryland había salido mal. Aquella pieza fue recogida por una revista científica soviética, saltó a periódicos africanos y se fue extendiendo hasta llegar cuatro años después al telediario nocturno principal de Estados Unidos.
Esta operación “secundaria” recuerda a la original: plantar miles de semillas que, aunque no viralicen en el momento, pueden un día brotar como una prueba nunca vista de algo que ocurrió en los últimos años. Los temas de los artículos van del genocidio armenio, terrorismo en Irlanda del Norte, masacres en la Segunda Guerra Mundial, acusaciones de violaciones cometidas por refugiados musulmanes, siempre desde un punto de vista proruso. ¿Quién sabe si estas pequeñas minas no explotarán un día (o irán explotando en tugurios de internet) e infectarán nuevas mentes con propaganda rusa?
“Diría que es una operación de algún tipo del gobierno ruso, aunque podría ser perfectamente una prueba para ver cómo funcionan operaciones de influencia online hechas de otro modo”, dice Mark Galeotti, especialista en Rusia y director de la consultora Mayak Intelligence. “Después de todo, el impacto parece haber sido mínimo comparado con el tiempo invertido. Más que nada, la operación demuestra que la respuesta a veces histérica a operaciones de influencia online es errónea”, añade.
Una de las principales características de esta operación es el esfuerzo con la falsificación de documentos y memes. “Esto la hace diferente”, dice Bay. “No he encontrado sitios comerciales donde esto se compre, pero hay algo de información de que debe existir”, añade.
En la base de datos sobre España hay también una supuesta carta del embajador español en Londres, Carlos Bastarreche, incluida su firma en tinta azul, al entonces ministro de Exteriores, Alfonso Dastis. Habla de un hipotético apoyo estadounidense al Partido Nacionalista Escocés. De nuevo, el tono parece casi adecuado, alejado de Google Translate, que choca con frases realmente raras: “El éxito de los nacionalistas escoceses impulsará el movimiento separatista español, en primer lugar, me refiero a Cataluña”. Ningún embajador español en mayo de 2018 estaría preocupado obviamente por ningún otro “movimientro separatista español” que no fuera el catalán.
El fracaso aparente de todos estos posts podría ser solo el señuelo de otra que sí ha funcionado y todavía no lo sabemos. “Todo se reduce a la pregunta de quién está detrás y quién se beneficia”, dice Bay. “Si asumimos que no es una operación de falsa bandera para desacreditar a Rusia entonces el contenido sigue claramente narrativas rusas. Entonces es alguien que quiere avanzar la causa rusa. Podría ser el gobierno de Moscú o cualquier entidad cuyos intereses se alineen con él”, añade.
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