El fabricante chino de móviles Elephone desembarca en España

Elephone es una de las decenas de marcas chinas de móviles que están inundando el mercado. No juega en la liga de los grandes como Huawei, Oppo, Xiaomi, sino en una división inferior en la que estarían fabricantes como Meizu, ZTE o Cubot. Nació en 2006 y fábrica móviles propios desde 2010, aunque hasta 2014 nos los comercializaba bajo su marca. Ahora quiere hacerse un hueco en los mercados internacionales, con la fórmula de vender smartphones de gama media alta con buenas prestaciones pero a precios más asequibles que las grandes marcas.

El fabricante, que ya comercializa sus terminales en España desde 2016 a través de tiendas online como Amazon y la red de tiendas Telenets, se presenta ahora oficialmente en el mercado español con un canal oficial de venta propio, tanto en web como en tiendas físicas a través de su filial Elephone Iberia, y servicio técnico.También va a lanzar una campaña de imagen para popularizar su marca, con el patrocinio del club de fútbol Leganés como principal baremo.

La compañía, que vendió 100.000 terminales en la Península Ibérica en 2017, con una cuota del 1,6% del mercado, aspira a alcanzar el 5% a finales de 2019, lo que le situaría por encima de fabricantes de tanta solera como LG, según aseguró el director de operaciones de Elephone Iberia, Alejandro Cabo.

Para celebrar ese estreno, ha presentado este jueves su modelo Elephone U Pro, que se apuntan a la moda de las pantallas sin apenas marcos, cámara dual trasera y potentes procesador y memoria, y hasta lector de huellas. La apuesta es muy grande porque Elephone se mueve ahora en la gama media baja, con terminales por debajo de los 150 euros e incluso por debajo de los 70 euros como su Elephone A1. De hecho, sus principales mercados son el sureste asiático, India y Oriente Próximo, porque en China comenzarán a vender con marca propia este año.

Elephone U Pro

El Elephone U Pro tiene una pantalla de 5,99 pulgadas, con una resolución de 2160 x 1080, aunque lo que más llama la atención es su diseño curvo y la ausencia casi de marcos que le permite un nivel de aprovechamiento del 87% de la pantalla. Cuando se tiene en la mano, es difícil no confundirlo con el Samsung Galaxy S8, aunque su precio es notablemente menor (499 euros).

El smartphone también incorpora como métodos de desbloqueo el lector de huellas y un avanzado sistema de reconocimiento facial,con una tecnología basada en el análisis de 128 puntos invisibles para crear un mapa de profundidad preciso de la cara, que permite el desbloqueo del terminal en 0,08 segundos.

En las entrañas del dispositivo, un procesador Qualcomm Snapdragon 660 de ocho núcleos y el sistema Android 8.0, memoria de 128 GB y seis GB de RAM, con tecnología LPDDR4x RAM, que le permite aumentar su rendimiento en un 80% y reduce el 40% de su consumo de energía al mismo tiempo. De esta forma, no es problema ejecutar varias aplicaciones al mismo tiempo, sin tener que limpiar la caché o incluso apagar la aplicación con frecuencia.

En la cámara, como el Galaxy S8, viene equipado con una dual trasera de 13 megapíxeles para una calidad de imagen nítida y brillante, con efecto bokeh y una borrosidad natural en la salida de enfoque. Y una cámara frontal para selfies de ocho megapixeles.