¿Quién compone las melodías de los móviles?
'Marimba', 'Nokia Tune'… este es el arduo trabajo detrás de los tonos
Nos hemos habituado tanto a ellos que, si suena un teléfono con la misma melodía que el nuestro, es fácil que echemos la mano al bolsillo creyendo que lo es. Un tono de llamada para el móvil puede parecer algo tonto o realmente accesorio en todo el laborioso proceso de desarrollar un sofisticado smartphone; sin embargo, se trata de un arduo trabajo al que las marcas dedican muchísimo tiempo, y hay motivos que lo explican. El cerebro humano no acepta cualquier tipo de sonido con agrado, y de hecho, reacciona de una u otra manera en función de lo que llegue a los oídos de la persona; esto es, por supuesto aplicable a los tonos de los móviles.
Así, los estudios han demostrado que un tono ideal debe ubicarse en un rango de sonido situado entre los 2 y 4 KHz, precisamente el más saturado y donde se lleva a cabo el descrifrado del grueso de los fonemas, pero gracias a ello es el rango en el que el cerebro está más entrenado para discriminar los diferentes sonidos. Por otro lado, una melodía de llamada ideal, según los expertos, debería tener una duración de entre 3 y 5 segundos antes de pausar e introducir el silencio, para después arrancar de nuevo. Las marcas toman todo esto en consideración a la hora de crear tonos que, por un lado, aporten prestigio al usuario al ser únicos en sus dispositivos.
Steve Jobs conocía bien la importancia de los tonos en el móvil y, amante del detalle hasta la obsesión como era, fichó a un especialista -Gerard Lengeling- dos años antes de la presentación del iPhone, para que trabajara en los tonos que tan bien se conocen ahora en el mercado. De las veinticinco melodías que incorporaba el teléfono de Apple original, una de ellas, Marimba, fue la seleccionada cuidadosamente por la compañía como tono por defecto, y nuestro oído ya se acostumbrado a relacionarlo con el terminal cuando suena en un lugar público. Apple ha querido, además, que el tono perviva en el terminal para siempre y de hecho, el fichero que lo alberga, no se puede borrar.
Otro tono muy fácilmente reconocible es el de Nokia, una marca que lo fue todo en su momento y que logró que su Nokia tune fuera una de las melodías más escuchadas de la historia. Este tono se llegó a reproducir en sus mejores momentos una media de 1.800 millones de veces al día, y al sonar, se sabía positivamente que se trataba de un terminal de la compañía finlandesa. ¿Cómo dio el fabricante con este tono? Uno de los integrantes del equipo de sonido de la compañía explica cómo el azar tuvo un papel clave en su elección: nos situamos en 1992 cuando el área de marketing solicitó al equipo de desarrollo varios tonos para el Nokia 1011.
Los desarrolladores propusieron varias composiciones inspiradas, todas ellas, en música que habían escuchado en la radio; los responsables de marketing escogieron varias de ellas como válidas, pero en el último momento, el equipo jurídico de la compañía anuló esta selección al temer las posibles demandas por derechos de autor. Los abogados de la compañía propusieron inspirarse en melodías creadas por compositores fallecidos hacía más de 75 años -el tiempo en el que los derechos prescriben si los descendientes no reclaman y no hay que pagar derechos de autor-. Fue así como dieron con la popular melodía que todos conocemos, aunque en esto también hay cierta controversia: este exempleado de la compañía sostiene que el origen de la misma se encuentra en un “oscuro” compositor de vals, mientras que hasta ahora se ha atribuido siempre esta autoría al compositor español Francisco Tárrega por motivos evidentes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.