Probamos el Apple Watch: no apto para sedentarios
Apple lanza un reloj para conquistar a los deportistas. Esta segunda versión mejora notablemente las prestaciones de la primera
A primera vista no se aprecian grandes diferencias. Pero, cuando se enciende la pantalla, ya cambia la percepción. El Apple Watch Series 2, la nueva edición de su reloj que Apple presentó la pasada semana, tiene el doble de definición. Las imágenes son más nítidas y la tipografía mucho más afinada. Al final del día también se percibe una diferencia: la batería aguanta mucho mejor. En el caso del modelo 38 milímetros, el más pequeño, se puede pasar un día y medio sin necesidad de recarga.
El sonido del altavoz es mucho mejor, las llamadas suenan menos metálicas y, a medida que se usa, se perciben más detalles que evidencian el esfuerzo de ingeniería de Apple, como la posibilidad de escuchar música sin usar el móvil. Apenas se nota demora entre el móvil y el reloj, la conexión es constante y discreta. En esas situaciones el procesador, el doble de potente que el anterior, brilla especialmente.
En el caso del modelo 38 milímetros, el más pequeño, se puede pasar un día y medio sin necesidad de recarga
También hay que destacar el GPS independiente. Se puede salir a correr sin móvil y queda registrada la carrera. Este no es el único deporte que Apple quiere conquistar. La natación fue la gran sorpresa. El Apple Watch Series 2 es sumergible hasta 50 metros, sabe si se nada, si se cambia de dirección y es capaz de medir la distancia y saber cuál es el tamaño de la piscina.
Conscientes de que compartir los logros es una de las motivaciones de los aficionados al deporte, el factor social se ha potenciado en esta edición. Fitbit, Withings y Garmin tiene un inesperado competidor, con un aparato más bonito, útil y resistente. No parece una pulsera para ir al gimnasio, sino un complemento de moda.
Un reloj para deportistas
Apple se ha centrado en los deportistas. Durante la conferencia de desarrolladores de junio enseñaron la patita, por entonces solo hablaron de que los deportistas con discapacidades también podrían tener datos sobre su rendimiento en acción. Presumieron entonces de ser los primeros con capacidad para analizar las calorías quemadas en un partido de baloncesto en silla de ruedas, por ejemplo.
Entre lo mejorable está el proceso de alta. Para alguien que llegue sin experiencia previa, no se trata de una experiencia tan intuitiva como se espera de Apple. Y lleva un rato largo conectarlo al iPhone, porque es necesario tener un iPhone y solo funciona con los teléfonos de Apple. La descarga de aplicaciones se hace a través del móvil. Usando la aplicación Apple Watch del teléfono se accede a la zona de la AppStore con aplicaciones propias.
De nuevo, los que tengan su primer encuentro con este reloj tendrán que dedicar un buen rato a configuración de la pantalla principal y sus diferentes combinaciones. Oficialmente, cada una de estas portadas se llaman “complicaciones”, que es el término que se utiliza en la jerga relojera pero quizá no sea de uso común todavía. Lo ideal sería que se replicara la magia de los Airpods.
Entre lo mejorable está el proceso de alta. Para alguien que llegue sin experiencia previa, no se trata de una experiencia tan intuitiva como se espera de Apple
Otra de las asignaturas pendientes no depende tanto de Apple como de los desarrolladores. Basta pensar en WhatsApp, seguramente la aplicación de más uso en España y América Latina, pero que todavía no muestra ni vídeos ni imágenes y no permite responder. Se queda en las meras notificaciones. Con Twitter la frontera está en los retuits y 'me gustas'. La situación con Facebook e Instagram es muy similar. Lo convierten en un objetivo pasivo cuando comienza a tener potencial para gestionar más actividad.
La competencia
Se espera que el próximo 4 de octubre, Google despliegue su arsenal de aparatos pensados para Android Nougat. En el caso de los wearables, Apple se lo ha puesto muy complicado. Intel, Fossil, Michael Kors, Tag Heuer, Asus o Motorola son el variopinto plantel de compañeros de viaje, van del lujo más clásico a la tecnología. Esta vez la excusa del precio de los productos de Apple no vale. Muchos superan la cifra de la manzana pero ninguno ha hecho un sistema que aporte tanta información en la muñeca y permite nada con ello. Hacerlo sumergible ha sido el golpe maestro de Apple.
Ni Apple ni los aliados de Android han dado con una aplicación que sea tan adictiva como para justificar la compra. Los de Cupertino lo podrían conseguir con las de ámbito deportivo, la fiebre del bienestar es casi una religión en su cuna natal, California, y con Pokémon Go si se dirigen al segmento más friki.
Se cumple la máxima de Apple, y es que la segunda versión de un producto es la que merece la pena. Sucedió con el iPhone, cuya primera edición solo se conectaba a redes 2G. Se repitió con el iPad, cuando sacó una tableta innovadora en la concepción pero pesada y sin cámaras frontal ni trasera. Y se corrobora con el reloj, el Apple Watch Series 2. Durante el mes de marzo saldrá al mercado una edición pensada para la tribu de moda los últimos cinco años, los runners. En colaboración con Nike sacarán un modelo con una pulsera deportiva y con complicaciones centradas en el rendimiento en carrera. Su precio llegará a los 400 euros o dólares, según el lugar, pero ha despertado más expectación todavía que lo que Apple lanza este viernes.
Si la primera edición se centró en el cliente que busca artículos de lujo y novedades exclusivas, esta segunda pretende mantener el tiro con nuevas correas, pero abriendo el espectro a los amantes del deporte. No apto para sedentarios, apenas le sacarán jugo.
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