El peso justo

La conectividad se ha convertido en una de las prestaciones clave a la hora de adquirir un dispositivo. Y no solo cuando se trata de ordenadores, smartphones o tabletas: también en el caso de muchos de los aparatos que podemos encontrar en el hogar o en la oficina. El Internet de las cosas lleva tiempo copando los listados de las últimas tendencias tecnológicas. Su filosofía es sencilla: tarde o temprano, todos los objetos funcionarán conectados a una red, de tal manera que puedan comunicarse, compartir información y, por supuesto, controlarse desde otros equipos.

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Tamaño y peso: 35,1 x 31 x 3 cm. Pantalla LCD brillante.

Destacamos: peso 2.8 Kg, medición de Indice Masa Corporal y autonomía de hasta 9 meses.

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Ya existen  numerosos ejemplos de dispositivos que se pueden gestionar a distancia desde un smartphone o una tableta a través de una app específica: sistemas de calefacción, equipos de audio, frigoríficos o iluminación son una buena muestra de ello. Pero, incluso un accesorio tan cotidiano como una báscula puede formar parte de esta nueva tendencia. Es el caso de Garmin Index que, conectada a un dispositivo móvil, permite consultar los más variados datos: peso corporal, masa muscular, porcentaje de agua, grasa corporal, masa ósea e índice de masa corporal (IMC).

A través de impulsos eléctricos

¿Cómo consigue una báscula medir todas estas variables? Garmin Index recurre a la impedancia bioeléctrica: el dispositivo envía una pequeñísima cantidad de corriente eléctrica a través de uno de los pies, que recorre el cuerpo y sale por el otro pie. Así, puede medir las señales eléctricas para realizar una estimación de esos aspectos de la composición corporal. Es una cantidad tan pequeña y el proceso es tan rápido (apenas unos segundos) que no se nota absolutamente nada. Eso sí, este sistema hace que su uso esté vetado para las personas con marcapasos y otros dispositivos médicos internos.

Todos los datos aparecen en la pantalla LCD de la báscula y van pasando de uno en uno trascurridos unos instantes. Luego, pueden consultarse en la app o en la web a través de la comunidad on line Garmin Connect, donde es posible hacer un análisis del progreso semanal, mensual o anual. En esta app (la misma que utilizan las pulseras de cuantificación o el reloj inteligente de la firma) cada usuario establece un perfil que incluyen datos como sexo, fecha de nacimiento, edad o altura. Es, asimismo, la forma de realizar tanto la configuración inicial como algunos ajustes posteriores.

La puesta en marcha es muy sencilla: introducir las pilas en la parte trasera de la báscula (utiliza cuatro de tipo AA que ofrecen una autonomía aproximada de nueve meses), seleccionar en un interruptor las unidades de medida y seguir los pasos que van apareciendo en pantalla. El requisito indispensable es que la báscula esté conectada a la red a través de su conexión wifi y al dispositivo móvil a través de Bluetooth.

Además, permite invitar a otros usuarios a que la utilicen. En concreto, admite hasta 16 perfiles diferentes: cada uno de ellos tiene que instalarse la app y crear una cuenta personal. Lo más interesante es que es capaz de distinguir quién es la persona situada sobre ella sin realizar ningún tipo de proceso previo. Para ello, tiene en cuenta el peso y la frecuencia de uso. Si se equivoca al mostrar el nombre del usuario no hay problema, porque también se puede seleccionar manualmente.

Con recomendaciones

Ficha técnica

• Dimensiones: 35 x 31 x 3 cm
• Peso: 2,8 Kg
• Autonomía: hasta 9 meses; utiliza 4 pilas AA (incluidas)
• Conectividad: Bluetooth Smart (4.0), ANT+, Wi-Fi 802.11b/g/n a 2,4 GHz
• Límite de peso: 181,4 Kg

Además de no estar recomendada para usuarios con dispositivos médicos, es importante respetar una serie de consejos para que Garmin Index funcione correctamente (consejos que serían similares al de otros dispositivos de este tipo e, incluso, a las básculas tradicionales). Por ejemplo, Garmin recomienda utilizarla en las mismas circunstancias y a la misma hora siempre, esperando dos horas después de comer, beber, hacer ejercicio o darse una ducha. También con el mínimo de ropa posible e incluso sin calcetines, para que la conducción sea la adecuada a la hora de hacer las mediciones.