¿Qué fue del bitcoin?
Quiere ser la moneda del futuro, un sistema de certificación y el protocolo de una nueva sociedad abierta Esta criptodivisa parece avanzar tras los acuerdos con Paypal y su llegada a los cajeros
Una divisa, un sistema. En la sociedad del código abierto, tenía que aparecer el dinero de código abierto. Lo llamaron bitcoin y, como el euro o el dólar, también sirve para intercambiar bienes y servicios, pero de manera muy distinta. El bitcoin es, por un lado, una moneda virtual (se consigue en casas de cambio alojadas en Internet), también un protocolo de intercambio y, por otro, una infraestructura que está detrás, un ecosistema. Es cierto que, en los últimos meses, los titulares de los periódicos han mencionado el bitcoin como moneda especulativa, y países como Rusia o China han pasado de la tolerancia laxa a la prohibición tajante. Se ha hablado de burbuja porque el precio de la divisa ha fluctuado en apenas tres años de unos pocos dólares hasta superar el millar, para volver a caer estrepitosamente tras el cierre a principios de este año de MtGox, una de las mayores plataformas de cotización de la moneda. Pero también es verdad que el bitcoin ha encontrado tranquilidad desde que el operador dejó de funcionar.
La moneda de Internet. La criptodivisa ha vuelto a estabilizar su precio y, por esa razón, según reconoce el experto Víctor Escudero, “el número de transacciones con bitcoins ha seguido subiendo; de hecho, el nivel de aceptación es cada vez mayor”. El bitcoin se ha convertido en la moneda de Internet y suma adeptos. El presidente ejecutivo de eBay, John Donahoe, ha alabado sus méritos en una entrevista en Financial Times, y PayPal, el gigante de las transacciones digitales, ha comenzado a aceptar su uso en Estados Unidos. “El bitcoin es una divisa alternativa que ha supuesto una disrupción tecnológica en el mercado. Como pioneros en pagos online, sabemos lo complejo que es gestionar transacciones a nivel mundial en un entorno regulado. Nuestro objetivo sigue siendo ofrecer la máxima seguridad y comodidad a los usuarios durante su compra, a la vez que flexibilidad y libertad de elección”, asegura Estanis Martín de Nicolás, director general de PayPal España y Portugal. Víctor Escudero afirma que, en un futuro cercano, “veremos que más y más empresas empiezan a hacer uso de esta tecnología”.
Moneda virtual, cajeros físicos. Mientras, el bitcoin parece vivir un momento dulce en nuestro país con proyectos como #CalleBitcoin, a través del cual más de 200 establecimientos y servicios de toda España permiten el pago con la moneda, entre ellos Agatha Ruiz de la Prada, Do Eat, las tiendas del centro comercial madrileño ABC Serrano o The Geographic Club. Iniciativas más que relevantes, como destacaba el analista de divisas Félix Moreno a finales de octubre durante la presentación del primer cajero de compraventa de bitcoins, situado en el hotel madrileño One Shot Recoletos 04. Un paso más en el proceso de normalización de la criptomoneda, según Escudero, porque los cajeros acaban con el miedo a lo intangible, “una de las mayores barreras que tiene en la actualidad esta moneda digital”.
Sin Dios ni amo. De este dinero virtual se alaba que no pertenece a ningún Estado, ni empresa ni institución, que no puede ser intervenido, que es imposible de falsificar y que además preserva la identidad del usuario en las transacciones. Sus usuarios y divulgadores insisten en que el bitcoin, como muchas de las casi 500 monedas virtuales que existen actualmente, es, de momento, “un experimento, una expectativa” que trae consigo profundos cambios sociales. Con un funcionamiento sin intermediarios, a través de un protocolo P2P, el bitcoin preconiza cambios radicales para el sistema financiero. Su origen brumoso ayuda a potenciar esta sensación de enfrentarnos a lo desconocido. En noviembre de 2008, un tal Satoshi Nakamoto publicó los principios fundacionales de la divisa en Internet y, mientras se consolidaba el sistema, desapareció del mapa por completo. De él apenas se sabe nada. Se dice que puede ser un matemático, un grupo de científicos, un conglomerado de multinacionales tecnológicas o la misma CIA.
La opinión del experto
Pregunta. ¿El bitcoin ha llegado para quedarse?
Respuesta. Sí. Una vez que la tecnología subyacente al bitcoin ha hecho su aparición, el nivel de eficiencia y seguridad que trae consigo es tan grande que los usuarios no pueden por menos que interesarse por él y comenzar a utilizarlo.
P. ¿Qué es lo más importante de esta divisa?
R. Debido a su valor y volatilidad, los especuladores tienen un gran interés en ella, pero lo más importante son las interesantes propiedades del protocolo sobre el que se sustenta.
P. ¿Qué le falta a la sociedad para entenderla?
R. Se trata de un problema doble; por un lado es una tecnología sin madurar, cuyo uso aún no es todo lo sencillo que cabría esperar, y, por otro, gran parte de la sociedad carece de una formación económica como para darse cuenta de que el sistema actual, basado en la generación de dinero a través de la deuda, es fundamentalmente erróneo, y de ahí que debamos buscar alternativas como la que provee el bitcoin.
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