La fama, para el primero en morir
La empresa Willook plantea este concurso en Facebook para promocionar su aplicación de necrológicas
"Hasta ahora, te tienen que ejecutar o tienes que ser una gran estrella para dejar tus últimas y conocidas palabras. Ahora, con Si muero el primero, tienes una posibilidad real de dejar un mensaje que será escuchado por el resto del mundo. Recuerda que no vivirás para disfrutar del momento, pero al menos sabrás que si desapareces inesperadamente, te irás con estilo. Este no es un concurso que quieras ganar, pero tampoco te puedes perder".
Este es el mensaje que uno se encuentra al entrar en este concurso, organizado por la empresa Willook, que promete la fama mundial si eres el primero en morir. Se trata de una campaña de la compañía israelí para promocionar su aplicación If I die, que ofrece a los clientes de Facebook la posibilidad de grabar un mensaje que será publicado en su muro si fallece.
"Tuvimos esta idea desde el primer día que pensamos en crear este servicio", ha dicho a Efe el fundador y consejero delegado de Willook, Eran Alfonta, quien en 2010 puso en marcha el proyecto If I Die" como una web y que en ya en 2011 tomó forma de aplicación en Facebook.
"Creemos que todas las personas tienen derecho a que sus últimas palabras sean conocidas, que su legado sea público y consideramos que un concurso sería lo apropiado para que esto tuviera impacto".
Los requisitos para participar en esta carrera por la popularidad, previo paso por la tumba, son: estar vivo, tener cuenta en Facebook, instalar la aplicación y entrar en la opción For a chance to World Fame (por una posibilidad para alcanzar la fama mundial) y dejar un mensaje para la posteridad. Ya hay 1.272 personas que lo han hecho desde el pasado sábado, cuando se puso en marcha. Si alguno de ellos es el primero en morir, verá su testimonio póstumo en sitios como Mashable, revistas y medios internacionales que, según Alfonta, colaboran con la macabra campaña. La empresa calcula que ocurrirá en unos 19 meses.
Suicidas del mundo, aléjense. Las reglas del juego dejan claro que provocar la propia muerte es hacer trampa. "Si hay alguna sospecha de que se trate de un suicidio o fallecimiento deliberado, entonces no se publicará. Tenemos una política antisuicidio muy estricta". Los organizadores no quieren que su concurso se convierta en una plataforma que dulcifique o fomente la muerte, aunque consideran que la presentan con sentido del humor. La aplicación frivoliza con el drama del fallecimiento con el fin de hacerlo atractivo e interesante, reconoce Alfonta, quién considera que con un ángulo más profundo el resultado sería aterrador y mórbido".
Tampoco esconde que sirve para dar relevancia a una web de necrológicas, que acaba de estrenar un servicio de pago. Los clientes premium podrán grabar mensajes que solo irán dirigidos a la persona que elijan, dentro y fuera de la red social, por 20 euros anuales. Con este dinero pueden dejar mensajes de hasta 15 minutos, de gloria, a lo Andy Warhol.
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