Imagenio Videoclub, películas a la carta sin moverse del sofá
Movistar ofrece un aparato de vídeo bajo demanda. - Solo está disponible para los clientes de ADSL
El aparato, de pequeño tamaño, es una mezcla entre router y Apple TV. Se parece al primero por las dos antenas, al segundo por ser negro y hacer una función muy parecida. Sin hacer publicidad, Movistar ya ofrece el aparato en sus tiendas por 39,90 euros. Un tercio de lo que cuesta la versión de Apple. Aunque carece de disco duro; una exigencia de las distribuidoras de contenidos de Estados Unidos, sí permite la reproducción de contenidos externos gracias a una entrada por USB.
Así combina el catálogo del videoclub con lo que quiera añadir el usuario. Por ejemplo, las fotos de vacaciones, vídeos musicales y canciones. Reproduce casi todos los formatos de vídeo (WMA, WMV, MPEG-1, MPEG-2, AAC, AC3, MP3, DTS, DivX 7, Xvid, , AVI ASF, Apple mov, AVCHD, A-Law) hasta el exitoso MKV que comprime contenidos en alta definición con excelente resultado. Las resoluciones soportadas llegan a 720p y 1080i.
El videoclub se conecta a la televisión a través del cable HDMI y a Internet por cable ethernet o wifi. La única limitación en cuanto a calidad depende del ancho de banda del abonado. Los que tengan contratados hasta tres megas no podrán ver los contenidos en alta definición. A partir de 10 megas, sí.
Los abonados con ADSL de Movistar podrán comprar vídeos directamente con el mando a distancia. El catálogo es el mismo que ofrece el Imagenio tradicional: series, documentales y películas de éxito, tanto nuevas como clásicas. Los precios oscilan entre los 0,49 euros a los 6. Con la compra del aparato se añade un bono con dos películas gratis.
La gama de contenidos incluye películas para adultos, pero protegidos con una contraseña. A final de mes, en la factura de teléfono, aparecerá un desglose con las películas adquiridas.
Juan Manuel Lillo, gestor de producto de televisión de Telefónica, no descarta que pronto puedan darse conciertos en directo a través de este servicio, aunque ve más complicado ofrecer una tarifa plana, al estilo de Spotify, "a las distribuidoras les gusta saber cuánto recaudan sus contenidos y tener control sobre los mismos".
El alquiler dura 48 horas. Durante ese tiempo se pueden ver los contenidos tantas veces como se quiera. Al carecer de disco duro, los contenidos se ver por streaming pero no se almacenan en el aparato.
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