"Jueces y fiscales no conocen la parte negativa de la Red"

El comandante del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, Juan Salom, participa estos días en Sevilla en el IV Foro Iberoamericano de Encuentro de Ciberpolicías, FIEC?05. En la capital andaluza 14 países del continente americano y dos instituciones -Interpol y Eurojust- intercambian información sobre la persecución de los delitos en la Red.

"El objetivo de este foro es potenciar la colaboración entre todos los países iberoamericanos e intentar buscar nuevas vías", explica en una conversación telefónica Juan Salom. Para el especialista del instituto armado, el problema al que se enfrentan todos los expertos de los países es la "falta de colaboración judicial por la desinformación que hay".

"La brecha digital existe también entre los jueces y los fiscales, hay mucha falta de sensibilidad por el desconocimiento existe. Muchos jueces y fiscales no conocen la parte negativa de la Red. Se conectan y saben lo que es pero no ven más lejos", recalca Salom.

El comandante recalca que es muy difícil perseguir estos delitos. "¿Cuál es la frontera de la red? No existe una jurisdicción para la red y es un problema porque no sabemos cómo perseguir delitos en Colombia, las vías de comunicación tienen que ser más habituales y hay que estudiar unas líneas de actuación conjuntas".

Otro de los problemas para perseguir los delitos virtuales es la falta de personal. El Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, que nació en 1997, está formado actualmente por 14 personas, "el mismo número que en la República Dominicana", señala Salom. "Sí, se necesitan más personas pero hay que verlo con una óptica más global. Todos los grupos necesitan más personas", añade. En países como Venezuela, Brasil o Colombia, prosigue Salom "los grupos son bastante más numerosos."

Pese a contar con pocas personas, el grupo que dirige acaba de presentar el buscador Híspalis que permite localizar en las redes de intercambio de archivos entre ordenadores, denominadas P2P, el material infantil pornográfico. Una información que después permite a la Guardia Civil identificar y denunciar a los usuarios que están descargando el material. Otra de las "ayudas" con las que cuenta el instituto armado para perseguir a los delincuentes son las denuncias anónimas. "Este año tenemos una media de 60 denuncias por día, no todas son delitos aunque permiten emprender investigaciones", aclara Salom.

Salom espera que pronto políticos y otros sectores de la sociedad conozcan la "verdadera dimensión" de los delitos en Internet. Y aunque no puede dar un perfil exacto del pedófilo o estafador, señala que los primeros "son cada vez más jóvenes". La gran mayoría, hombres.