Ir al contenido
_
_
_
_

Cae la confianza en la sanidad pública y la satisfacción de los ciudadanos, aunque mejora la Atención Primaria

El último barómetro sanitario del CIS muestra que cada vez son menos los que creen que el sistema funciona bien

Pablo Linde

La satisfacción de los ciudadanos con el sistema sanitario sigue cayendo paulatinamente. Si hace un año un 55,8% consideraban que funcionaba bien o muy bien, ahora lo piensa un 52,5%, según el último barómetro sanitario del CIS, publicado este miércoles. Es una tendencia que se mantiene desde la pandemia: en 2019 un 72,1% expresaba una percepción positiva del sistema, 20 puntos más que ahora.

Los datos son de julio, así que no tienen en cuenta el escándalo de los cribados de las mamografías en Andalucía, una de las mayores crisis sanitarias en los últimos años, que ha dejado a más de 2.000 mujeres sin conocer el resultado de sus pruebas. El problema, cuyo origen todavía no ha quedado claro, está en manos de los tribunales, y ha provocado la dimisión de la consejera de salud de Andalucía, el mayor sistema sanitario de España.

La sanidad pública, no obstante, sigue siendo la predilecta por una amplia mayoría de la población, pero cada vez más responden que preferirían acudir a un centro privado. Así han contestado un 30,4% para el médico de cabecera o el pediatra (tres puntos más que en el barómetro de hace un año); un 43,3% para los especialistas (4,3 puntos más); un 25,2% para ingreso en hospital (cuatro puntos más) y un 28,3% para urgencias (también casi cuatro puntos más que en julio de 2024).

Esto tiene una correspondencia directa con el número de asegurados de la sanidad privada, que no ha parado de crecer en los últimos años. Ya son uno de cada cuatro los españoles que tienen una póliza, y el gasto sanitario directo, el que sale del bolsillo de los ciudadanos (no de los impuestos) ha crecido un 50% en las últimas dos décadas. En 2023, último dato publicado, cada español gastó de media 631 euros en salud.

Baja también la nota media que le dan a los diferentes servicios, de un 6,6 a un 6,3 sobre 10. Lo mejor valorado son las urgencias (112 y 061), con una puntuación de 7,1, y lo peor, las consultas de atención especializada, con un 5,7.

Esta peor percepción contrasta con algunas mejoras en cuanto a la atención. Crece el porcentaje de pacientes que asegura que no ha tenido problema para hacer una consulta a su médico de cabecera (un 57,5%, seis puntos más que hace un año) y baja muy ligeramente el de personas que no consiguen cita el mismo día en su centro de salud: un 70%.

Entre esos 7 de cada 10 que tienen que aguardar más de 24 horas, baja también la porción de los que esperan más de ocho días: de un 34,5% hace un año a un 30,6% en esta última oleada. Esta demora en Atención Primaria se considera muy por encima de lo recomendable, ya que es un servicio que está pensado para atender a los pacientes de forma prácticamente inmediata, en las siguientes 24 o 48 horas. Por volver a la referencia de antes de la pandemia, entonces solo el 16% tenía que esperar más de ocho días, menos de la mitad que ahora.

La atención dispensada en los centros de salud, sin embargo, sigue siendo buena o muy buena para la gran mayoría de los encuestados (78,5%), pero es algo peor que hace un año, cuando tenían una consideración positiva un 82,2%.

Uno de los problemas del atasco en la Atención Primaria suele ser que produce un efecto dominó: algunos usuarios que no son atendidos acaban en Urgencias, con lo que este servicio también se resiente. La percepción de su funcionamiento es muy similar al de hace un año, con un 75% de satisfacción, pese a que su desempeño es significativamente peor: 63,8% de los participantes que acudieron a Urgencias fueron atendidos en menos de cuatro horas, casi 12 puntos menos que en 2024.

En este último año, el estado de salud reportado por los españoles es significativamente peor: un 66,3% declara sentirse bien o muy bien, casi 10 puntos menos que en 2024 por las mismas fechas.

Listas de espera

Las listas de espera para acudir a un especialista, que son publicadas cada seis meses por el Ministerio de Sanidad con datos de las comunidades autónomas, se mide por primera vez en días de demora media en el CIS: son 115 días, 11 menos que lo que indican las últimas estadísticas oficiales (que se corresponden a otro periodo del año).

La media de días de espera para un escáner se sitúa en 60 días; para una ecografía, 67; para una resonancia, 73,5; para una colonoscopia, 158. No se pueden comparar con los del año anterior, cuando el CIS no incluía esta pregunta.

Esos tiempos pueden ser muy variables. Como ha desvelado esta semana EL PAÍS, en la Comunidad de Madrid hay centros de salud del sur donde tienen las ecografías bloqueadas, y los pacientes tienen que esperar meses hasta que les dan una cita. En otros, los médicos no han reportado ningún problema.

Entre los encuestados que han estado ingresados en un hospital en los meses previos al sondeo, la valoración general se sitúa en el notable, prácticamente la misma nota que dieron hace un año: de un 7,8 a un 7,7 sobre 10 de media. Lo más valorado sigue siendo el cuidado por parte del personal de enfermería (8,2) y, lo menos, el número de personas con el que comparten habitación (6,7).

Inteligencia artificial

Este año el barómetro sanitario del CIS pregunta por primera vez sobre cómo perciben los ciudadanos el uso de la inteligencia artificial en la sanidad. Por el momento, no parece calar entre la ciudadanía.

La nota media que pone a la posibilidad de hablar con un asistente de IA en la consulta es de un 3,6 sobre 10; la de someterse a una operación quirúrgica realizada mediante un robot, de un 4,1, pese a que ya se usan para mejorar la precisión en algunas cirugías.

La preocupación sobre el uso de los datos de salud por parte de empresas privadas para desarrollar programas que mejoren la atención divide a los encuestados: aproximadamente la mitad está muy o bastante preocupado y la otra mitad, poco o nada.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_