Bogotá avanza en sostenibilidad con su primer bono verde internacional
El bono es el primero en su tipo emitido por un municipio en el mercado internacional en América Latina


En el marco del Congreso Nacional de la Infraestructura celebrado recientemente en Cartagena, Colombia, la Alcaldía Mayor de Bogotá, la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo Banco Mundial, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), y la Unión Europea celebraron la reciente emisión del primer bono verde internacional de Bogotá, enfatizando el impacto que este instrumento de deuda tendrá en el desarrollo de la ciudad.
El bono, anunciado hace unos días y estructurado en pesos colombianos por un monto equivalente a 600 millones de dólares (2,3 trillones de pesos colombianos), representa un hito en la región al registrar una demanda de 3,1 trillones de pesos colombianos, equivalente a 1,34 veces el monto ofrecido, y adjudicar el 93,4% de la emisión a inversionistas internacionales, resultado que refleja la confianza del mercado global en la solidez fiscal de Bogotá y su liderazgo en sostenibilidad urbana.
Las instituciones involucradas profundizaron en los beneficios y virtudes del bono verde, al tiempo que explicaron cómo la estructura pionera del bono, donde IFC y CAF fungieron como inversionistas ancla, permitió movilizar capital privado internacional, diversificar las fuentes de financiamiento y consolidar a Bogotá como referente en la emisión de instrumentos sostenibles.

“Celebramos la confianza del mercado y el respaldo internacional a la gestión fiscal y la visión sostenible de Bogotá. Este bono verde es una herramienta clave para transformar la movilidad y la calidad de vida en la ciudad”, afirmó Carlos Fernando Galán, alcalde de Bogotá, ante medios y representantes de IFC, CAF y la Unión Europea.
Estas inversiones contribuirán a reducir la congestión, reducir los tiempos de viaje para los habitantes de menores ingresos y avanzar en la meta de una Bogotá más inclusiva, eficiente y resiliente al cambio climático.
Elizabeth Martínez de Marcano, directora regional de IFC, señaló que con esto Bogotá demuestra cómo las entidades subnacionales pueden optimizar el espacio fiscal limitado, complementar los recursos soberanos y movilizar capital privado a gran escala. “La transacción ejemplifica el compromiso de IFC con modelos innovadores que maximizan la movilización de capital privado para la creación de empleos y el desarrollo sostenible”, subrayó la directora.
El bono verde internacional de Bogotá es el primero en su tipo en ser emitido por un municipio de América Latina y su éxito demuestra el potencial de los gobiernos subnacionales para acceder a mercados internacionales y financiar proyectos de alto impacto social y ambiental, bajo modelos de colaboración mutua que integran conocimiento, asesoría y una óptima colaboración entre los sectores público y privado.
“Los gobiernos subnacionales son actores decisivos para el desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe. La emisión de Bogotá muestra cómo una ciudad puede atraer capital internacional y financiar proyectos que transforman la movilidad y la resiliencia urbana”, apuntó Ángel Cárdenas, Gerente de Infraestructura de CAF.

El Embajador de la Unión Europea en Colombia, François Roudié, comentó que Colombia ha sido el primer país de América Latina en adoptar una taxonomía verde similar a la de la Unión Europea, lo que facilita la inversión y refleja la estrecha cooperación en materia de finanzas verdes. “Esperamos que estas inversiones extranjeras y multilaterales puedan ayudar a movilizar más inversiones colombianas.”
Financiamiento estratégico
Los recursos obtenidos, alineados con la categoría Transporte Limpio del Marco de Referencia de Bonos Verdes, Sociales y Sostenibles, se destinarán a la financiación de cuatro proyectos estratégicos para la ciudad:
- La segunda línea del Metro de Bogotá.
- El cable aéreo San Cristóbal.
- El cable aéreo Potosí.
- La nueva troncal Calle 13.
Cabe destacar que todos estos proyectos aportan a la reducción de emisiones de CO₂, al incorporar medios de transporte 100% eléctricos, como parte de las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático.
Con la emisión de su primer bono verde internacional, la capital no solo reafirma su compromiso con la sostenibilidad, sino que marca un punto de inflexión para toda América Latina: demuestra que los gobiernos locales pueden liderar soluciones innovadoras para enfrentar el cambio climático y mejorar la calidad de vida. Este logro refleja la confianza global en la visión de una ciudad que apuesta por la movilidad limpia, la resiliencia urbana y la equidad social, consolidando a Bogotá como referente regional en finanzas sostenibles.
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