_
_
_
_

Una mujer demanda a su clínica de fertilidad en EE UU por implantarle un embrión equivocado

La estadounidense tuvo que entregar el bebé a sus padres biológicos cinco meses después de haber dado a luz tras crear vínculos con él

La mano de una persona adulta sostiene la de un bebé.
La mano de una persona adulta sostiene la de un bebé.nicolesy (Getty Images/iStockphoto)
El País

Krystena Murray, una estadounidense residente en Savannah (Georgia) de 38 años y dedicada a la fotografía, ha demandado esta semana a Coastal Fertility Specialists, la clínica en la que se sometió en mayo de 2023 a un tratamiento de fecundación in-vitro con donación de esperma para poder ser madre, después de que le implantasen el embrión de otra pareja. Se percató tras dar a luz, al ver el color de piel del recién nacido, pues no se correspondía con el de ella ni con el del perfil del donante que había elegido, con rasgos similares a los suyos: tez clara, cabello rubio oscuro y ojos azules. Esto no le supuso un impedimento para querer hacerse cargo de él. Lo que sí le resultó traumático fue tener que entregar la custodia del niño a sus padres biológicos cinco meses después de su nacimiento.

Murray tras el parto pasó semanas sin compartir fotos del bebé ni permitir que amigos o familiares lo vieran. Según su abogado, ella sufrió mucha ansiedad mientras intentaba asimilar la situación. En enero de 2024 decidió realizar una prueba de ADN para confirmar sus sospechas. Los resultados revelaron lo que esperaba: el niño no tenía ninguna relación biológica con ella. Informó a la clínica de la confusión y sus responsables alertaron a los padres biológicos, que solicitaron la custodia cuando el menor tenía tres meses.

En un comunicado, publicado por su abogado y que recoge la BBC, Murray se muestra muy afectada: “Llevar dentro un bebé, enamorarme de él, traerlo al mundo y crear un vínculo único y especial entre madre e hijo, todo para que me lo quiten. Nunca me recuperaré del todo”.

El proceso judicial comenzó en febrero de 2024, cuando el bebé tenía tres meses. Según NBC News, los padres biológicos confirmaron su vínculo con el menor mediante una prueba de ADN y emprendieron acciones legales para responsabilizarse de él. Cuando el niño cumplió cinco meses, Murray tomó la decisión voluntaria de entregárselo, aconsejada por su equipo jurídico. Al niño ya le han cambiado el nombre y vive en otro Estado diferente al suyo: “Entré con un hijo que me amaba y salí con un cochecito vacío”, relató la mujer en una entrevista para NBC News.

En este medio colaborador de la BBC en Estados Unidos, los responsables de Coastal Fertility reconocieron el fallo y pidieron disculpas por las molestias ocasionadas. Según afirman, se trata de un hecho aislado que no ha afectado a más pacientes, según aclararon: “El mismo día en que se descubrió este error realizamos inmediatamente una revisión en profundidad y pusimos en marcha medidas adicionales para proteger aún más a los pacientes y garantizar que un incidente así no vuelva a ocurrir”.

Murray sigue sin saber qué pasó con sus embriones. Este caso reabre el debate sobre la falta de regulación en los tratamientos de fertilidad estadounidenses. No hay un marco legal obligatorio que controle los procesos de fecundación in vitro.

Según recoge el diario británico The Guardian, no es la primera vez que esto sucede. Una mujer de Ohio también vivió una situación así en 2011, una pareja de Nueva York demandó a una clínica por confusión de embriones en 2019 y dos mujeres en California dieron a luz a unos bebés con los que no mantenían una relación biológica.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_