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Sanidad quiere restringir la venta y publicidad de alcohol para disminuir su consumo entre los menores

Tras un repunte de la ingesta alcohólica después de la pandemia, el ministerio presenta un anteproyecto de ley en el Consejo de Ministros que deberá ser refrendado en el Parlamento

Botellón en la zona marítima entre el Port Olímpic y la Base Náutica de Barcelona.Foto: JOAN SÁNCHEZ | Vídeo: EPV
Pablo Linde

La moda del alcohol parecía estar de capa caída entre los adolescentes. Desde 2012 su consumo comenzó a descender en picado: en una década, bajó más de 20 puntos el porcentaje de jóvenes que había bebido en el último mes (del 74% al 53%). Pero la pandemia quebró esta tendencia. Aunque los niveles siguen muy por debajo, la ingesta de bebidas alcohólicas volvió a repuntar en 2023 entre los estudiantes de entre 14 y 18 años, según la encuesta ESTUDES. El Ministerio de Sanidad ha presentado este martes un anteproyecto de ley en el Consejo de Ministros para regresar a la senda del descenso del alcohol entre los menores, con medidas que incluyen restringir su venta y publicidad.

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha justificado esta iniciativa para “proteger la seguridad y salud de los menores, evitar daños físicos, psíquicos y sociales, disminuir el acceso y dejar de banalizar el consumo de alcohol” entre los jóvenes, así como “contribuir al cambio cultural desde una orientación educativa, no punitiva”. “No existe consumo que no tenga riesgo, y mucho menos para los menores. Se ha demostrado que tiene consecuencias en el desarrollo, es perjudicial para la salud y para el neurodesarrollo de nuestros chavales. Y en el ministerio lo que es evidencia, lo hacemos ley”, ha declarado.

El texto que ha presentado García contiene medidas muy concretas ―algunas ya recogidas en las legislaciones autonómicas― aunque es solo un primer paso de un trámite más extenso: el anteproyecto debe recabar ahora los informes y dictámenes de ministerios y organismos implicados y pasar por audiencia pública antes de volver a la mesa del Consejo de Ministros para iniciar su tramitación parlamentaria. Estas son las principales medidas:

Prohibición de la venta de alcohol

El texto prevé la prohibición de vender bebidas alcohólicas a cualquier persona (no solo menores) en centros docentes de educación infantil, primaria, secundaria obligatoria, bachillerato, formación profesional y de enseñanzas especiales, centros de protección de menores y residencias de estudiantes que admitan a adolescentes, centros deportivos, de ocio o espacios dedicados a espectáculos públicos cuando haya sesiones que se hayan concebido expresamente para menores.

Regulación de la venta

Sanidad quiere prohibir la venta ambulante y sin licencia administrativa de alcohol en la vía pública. En el caso de las máquinas de suministro automático, deberán incorporar “mecanismos técnicos eficaces, con vigilancia y custodia directa, que permitan impedir su adquisición por personas menores de edad”. Estas máquinas no podrán instalarse en la vía pública, ni en lugares donde esté prohibida la venta o consumo de bebidas alcohólicas.

En los establecimientos dedicados mayoritariamente a la venta de productos para menores de edad, no podrán venderse bebidas alcohólicas ni otros productos que los imiten, ni exhibirse en los escaparates o en el interior.

Publicidad

El anteproyecto prohíbe cualquier forma directa, indirecta o encubierta de publicidad de bebidas alcohólicas o productos que simulen serlo, dirigida a personas menores de edad. En la publicidad o comunicaciones comerciales no se podrá usar la imagen o la voz de personas con menos de 21 años; de adultos cuando se presenten caracterizados o disfrazados de menores de edad; personas o personajes, reales o de ficción, “cuya relevancia pública o su popularidad estén vinculadas con la población menor de edad”; mujeres en estado de gestación, aunque hayan prestado su consentimiento, o la imagen de un feto.

Respecto al lenguaje, no se podrán utilizar argumentos, estilos, tipografía o diseños asociados a la cultura de las personas menores de edad, o vincular las bebidas alcohólicas con la mejora del rendimiento físico, el éxito social o sexual. Tampoco se podrán utilizar términos equívocos o ambiguos, que puedan confundir fácilmente a las personas menores de edad, como “consumo responsable” o “moderado”.

En la vía pública, la publicidad de alcohol tendrá que limitarse al nombre comercial, denominación social y marcas o símbolos identificativos de las empresas productoras, y deberá estar en un perímetro que diste de 200 metros lineales de los accesos a zonas frecuentadas por personas menores de edad, como por ejemplo colegios, institutos, centros sanitarios, de servicios sociales y sociosanitarios, parques y lugares de ocio infantil.

Programas y obligaciones

Además de estas medidas concretas, el anteproyecto de ley contempla una serie de programas y obligaciones que implican desde las administraciones públicas hasta a las familias. “No ponemos el foco en los chavales, sino en el entorno, las condiciones que ayudan a prevenir al consumo de alcohol. Por eso instamos a administraciones a que fomenten ocio saludable y pongan todas las herramientas para que puedan tener un ocio saludable”, ha dicho García.

Ámbito familiar. Sanidad propone implementar programas para concienciar a las familias sobre los riesgos del alcohol y dotarlas de herramientas para prevenir su consumo en menores, con especial atención a familias en riesgo de exclusión social o con menores afectados por el consumo de alcohol.

Ámbito educativo. Nuevos contenidos sobre prevención del consumo de alcohol en primaria, secundaria, formación profesional, bachillerato y planes de estudios universitarios y de formación del profesorado.

Ámbito sociosanitario. El texto contempla el desarrollo de protocolos para detectar el consumo de alcohol en menores, incluir registros de consumo de alcohol en la historia clínica, considerar el contexto familiar de menores con problemas de adicciones y promover actividades de educación para la salud en centros sanitarios, educativos y de protección, además de facilitar el acceso al tratamiento a aquellos que presenten un consumo problemático o adicción.

Ámbito urbanístico. “Para valorar la adopción de limitaciones a la apertura o instalación de establecimientos, las Administraciones públicas podrán tener en cuenta los siguientes aspectos: la densidad o concentración de puntos de venta minorista de bebidas; la existencia y proximidad a los puntos de comercialización minorista de bebidas alcohólicas de centros educativos, de centros de protección social de personas menores de edad o establecimientos en los que se desarrollen espectáculos o actividades recreativas públicos y a los que puedan acceder personas menores de edad”, reza el anteproyecto.

Actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Podrán realizar pruebas de alcoholemia en lugares y circunstancias específicas donde el consumo de alcohol esté prohibido. Las multas impuestas a los menores de edad por la comisión de la infracción leve relacionada con el consumo de alcohol podrá ser suspendida a cambio de la participación en programas preventivos de sensibilización y concienciación o rehabilitadores, en función de cada caso.

Comité Interministerial para reducir la obesidad infantil

Además de presentar el anteproyecto para prevenir el consumo de alcohol entre menores, el Consejo de Ministros de este martes ha aprobado la creación de un Comité Interministerial para reducir la obesidad infantil. Será el órgano encargado de impulsar y coordinar el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030), que incluye 200 medidas para mejorar la salud de niñas, niños y adolescentes.

La obesidad infantil es uno de los principales problemas de salud pública entre los menores. Según los datos que maneja Sanidad ―gracias a los estudios epidemiológicos que se hicieron durante la pandemia―, el 30% de niños y adolescentes de entre 2 y 17 años en España tiene exceso de peso y un 10% padece obesidad. Ambas son más prevalentes entre niños que entre niñas, y tienen una gran correlación con la situación socioeconómica: en los hogares con menos ingresos hay mucho más sobrepeso que en aquellos con más recursos.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.
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