Apoyando el derecho a la educación desde los lineales: un papel que marca la diferencia en Costa de Marfil
A través de su marca Foxy, la compañía ICT Ibérica colabora desde hace una década con UNICEF en proyectos a favor de los derechos de niños y niñas en el continente africano. Esta alianza demuestra cómo empresas de gran consumo pueden contribuir decididamente a combatir las desigualdades en las zonas más deprimidas del planeta
Cuando alguien piensa en UNICEF, seguramente lo primero que le viene a la mente son niños y niñas vulnerables de todo el mundo y el trabajo constante por garantizar sus derechos. Y sí, a eso se dedica esta agencia de Naciones Unidas desde hace más de 75 años. Esta labor puede llevarse a cabo año tras año, gracias a la colaboración de muchos actores de la sociedad. Una parte más desconocida para los ciudadanos son las alianzas con las empresas, cuya aportación resulta imprescindible para poder llevar a cabo todos estos proyectos alrededor del planeta. El sector privado es un aliado indispensable porque, gracias a su capacidad de financiación, conocimiento y experiencia, la organización puede materializar sus proyectos para avanzar los derechos de la infancia y transformar así la sociedad.
Uno de estos socios estratégicos de UNICEF en España es Foxy. Hace ahora diez años, el fabricante de productos de tisú, propiedad de ICT Ibérica –líder en la producción de papel higiénico, rollos de papel de cocina y otros artículos de papel– emprendió un viaje al África occidental que ya ha contribuido a mejorar la vida de miles de niños y niñas. “Nuestra colaboración con UNICEF para el impacto social y la defensa de la infancia es uno de los pilares estratégicos de la marca a nivel europeo”, admite César Slocker, responsable de marketing en Foxy España.
Tanto es así, que la compañía da a conocer a sus clientes esta alianza de impacto en los mismos lineales de los supermercados, el punto de encuentro del consumidor con sus productos. Para ello, Foxy utiliza el propio envase o packaging que protege y envuelve sus artículos. El contenido que aparece en este, apunta Slocker, es un altavoz para la imagen de la marca. “Nuestra intención es hacer partícipes a los consumidores de Foxy del compromiso que hemos adquirido con la infancia más vulnerable. Si para nosotros la colaboración con UNICEF es estratégica, su comunicación a través de nuestros productos constituye una prioridad”, incide. Y añade: “Esta acción y su duración en el tiempo refuerzan nuestro deber con la sociedad”.
Diez años de la mano
En esta década de apoyo de Foxy a UNICEF, la compañia ha consolidado el liderazgo del fabricante de papel higiénico en el mercado. César Slocker reconoce que esta estrategia, en la que UNICEF ocupa un pilar fundamental, les ha ayudado “a lograr esa posición y ese reconocimiento diferencial por parte del consumidor”, que cada vez está más concienciado y sensibilizado con la responsabilidad que deben tener las empresas en ámbitos como la sostenibilidad, el medio ambiente o las cuestiones sociales.
Además, la apuesta de la empresa demuestra el papel crucial que pueden jugar las empresas del sector retail, para contribuir al bien común y generar un impacto positivo, mientras a su vez sensibilizan y movilizan a sus clientes y diferencian a la propia marca.
“Cualquier empresa que pretenda continuar siendo relevante y competitiva hoy en día, ha de integrar la creación de impacto como parte de su modelo de negocio y su productividad. Inversores, consumidores, sociedad civil y otros grupos de interés ya no aceptan menos”, asegura Marta López Fesser, responsable de Alianzas Corporativas de UNICEF España. “La regulación más estricta también está en camino. Por eso nos enorgullecemos especialmente de aliados junto a quienes llevamos tanto tiempo, como Foxy, que hace ya tantos años se anticipó a esta tendencia, entendiendo la creación de impacto social como una responsabilidad y oportunidad propia. Desde entonces Foxy ha redefinido su presentación en los lineales al mismo tiempo que ha generado impacto social a escala en Malí y Costa de Marfil”.
Si para nosotros la colaboración con UNICEF es estratégica, su comunicación a través de nuestros productos constituye una prioridadCésar Slocker, responsable de 'marketing' en Foxy España
De Malí a Costa de Marfil
Esta apasionante aventura de Foxy con UNICEF comenzó en 2013, con el proyecto Escuelas en Malí, que se prolongó durante seis años. El objetivo era mejorar la educación infantil, aumentar las tasas de escolarización y potenciar el desarrollo de los niños y niñas. “Para ello, facilitábamos el acceso al agua potable y la mejora de las instalaciones sanitarias en los colegios, ya que la falta de agua es una de las principales causas del abandono escolar”, recuerda Slocker.
Tras esa experiencia, Foxy centró sus esfuerzos en apoyar un plan de acceso a la educación y empoderamiento para las niñas de diversas regiones de Costa de Marfil, un país castigado desde hace años por los conflictos bélicos. El programa Niñas en la escuela, aún vigente, arrancó en 2019 y está permitiendo que 3.500 niñas y adolescentes aprendan en un entorno seguro, sensibilizado con la igualdad de género. “El simple hecho de ayudar a que los niños tengan derecho a una vida saludable y feliz no solo es importante, sino que es necesario”, afirma César Slocker.
El objetivo de este proyecto es que aquellas niñas y adolescentes que habían perdido la posibilidad de alfabetizarse tengan una segunda oportunidad, y accedan a una enseñanza óptima en un ambiente protector y adaptado a sus necesidades. Así se multiplican sus oportunidades de futuro. “Estamos convencidos de que la educación nos hace mejores y más libres, especialmente a las niñas en entornos de tanta desigualdad”, argumenta Slocker.
Cualquier empresa que pretenda continuar siendo relevante y competitiva hoy en día, ha de integrar la creación de impacto como parte de su modelo de negocio y su productividadMarta López Fesser, responsable de Alianzas Corporativas de UNICEF España
Con el fin de reinsertar a las niñas en la educación, no sólo se forma al personal docente de las escuelas, sino que se fomenta la participación de las jóvenes y sus familias en la comunidad educativa, con la finalidad de generar entornos (instalaciones y material escolar, entre otros) adecuados para la vuelta y permanencia en la escuela de las niñas. Así, el centro conoce sus necesidades y se incide de nuevo en la importancia de escolarizarse. Como expone la activista afgana y Nobel de la Paz Malala Yousafzai, “si los líderes se toman en serio la construcción de un mundo mejor, se debe invertir en la educación de las mujeres”. Una declaración de principios que Foxy ha hecho suya.
Una larga lista de proyectos responsables
Otro ejemplo del compromiso de Foxy con UNICEF se plasmó en 2020, durante la pandemia de la covid-19. En el inicio de aquella emergencia sanitaria, la compañía apoyó con 150.000 euros la compra de suministros para luchar contra la enfermedad, como mascarillas, guantes y gafas, destinados a profesionales sanitarios de hospitales de toda España. Además de colaborar con esta organización, Foxy ha dejado su sello en otros ámbitos. “Como marca, nuestro objetivo es contribuir a la mejora de nuestro entorno”, cuenta César Slocker.
Un argumento que se refleja en acciones concretas. La compañía asegura usar energía 100% renovable y que sus plásticos son completamente reciclables. También participa en proyectos de reforestación con la Fundación Alcoraz, y en programas de integración laboral de personas con discapacidad física y psíquica con la Fundación DKV Integralia. Recientemente, ha desarrollado la línea de productos Foxy Love The Bee, para concienciar a los consumidores de la importancia que tienen las abejas en la polinización.