De las promesas a la acción: la urgencia de frenar el cambio climático

El objetivo del Día Internacional Contra el Cambio Climático es movilizar y sensibilizar a la sociedad –gobiernos, empresas, organizaciones, ciudadanía– acerca de sus efectos y el peligro que conlleva el calentamiento global sobre el planeta. España “es uno de los países de la Unión Europea más afectados por el cambio climático”, alertan desde el grupo Agbar, compañía referente en la gestión del agua y el medio ambiente en España y Latinoamérica. Los episodios meteorológicos son cada vez más frecuentes y extremos: sequías, lluvias torrenciales e inundaciones. Un ciclo nefasto que hace de la escasez de agua, incluso en zonas que habitualmente no la padecen, uno de los mayores desafíos para el país.

A nivel mundial, según informa Naciones Unidas a través de la Oficina para la Reducción del Riesgo de Desastres, solo las inundaciones han aumentado en un 134 por ciento desde el año 2000. Entre 2000 y 2019, cerca de 6.700 desastres se han cobrado la vida de un millón de personas; afectado a 4,2 millones, y causado casi 3 billones de dólares en pérdidas económicas. Urge actuar. En este sentido, Juntos para la implementación es el lema que ha adoptado la XXVII Conferencia anual de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP27), que se celebrará entre el 6 y el 18 de noviembre en Sharm El Sheikh (Egipto). Se trata del encuentro anual más importante sobre acción climática, y en él participan jefes de estado, ministros y negociadores, junto con activistas, políticos, representantes de la sociedad civil y de las mayores compañías del planeta. El objetivo, acelerar la acción climática global para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París firmado hace ya más de seis años y que se condensan en uno: que en 2030 el mundo haya reducido a la mitad las emisiones de carbono.

España es uno de los países de la Unión Europea más afectados por el cambio climático. Los episodios meteorológicos son cada vez más frecuentes y extremos: sequías, lluvias torrenciales e inundaciones

“La tarea que tenemos por delante es increíblemente abrumadora, pero todavía posible. Si tomamos las decisiones correctas, ya sean los países, los gobiernos, las empresas, las comunidades o nosotros como individuos, aún tendremos opciones”, ha comentado Simon Stiell, secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. En resumen, pasar de las promesas y los anuncios a las acciones y los resultados. Con la base de la innovación y la digitalización y el impulso de las alianzas, Agbar, parte del grupo Veolia, ya ejecuta acciones concretas en línea con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.

Mejora de la huella ambiental

Por ejemplo, en 2021, Agbar redujo el 26,5% de sus emisiones totales potenciales mejorando su huella ambiental con soluciones de eficiencia energética, la compra de energía verde con garantía de origen, la generación de energía renovable y el fomento de la movilidad sostenible. Así, el 99,4% de la capacidad de compra de la compañía está cubierto con energía eléctrica verde.

Además, y también ee mismo año, el grupo consiguió generar 90,02 GWh de energía renovable proveniente en un 89% del biogás generado en sus estaciones depuradoras, y en menor medida de energía solar fotovoltaica y de turbinas eléctricas, para su uso en instalaciones propias o en la flota de vehículos eléctricos.

Apuesta por la economía circular

Economía circular, o lo que es lo mismo, soluciones de residuo 0. Los sistemas actuales de producción y consumo lineal han demostrado ser nocivos para el medio ambiente y agravan la crisis climática. Por contra, el modelo circular imita a la naturaleza y suprime el concepto de residuo. En esta apuesta, Agbar revaloriza el 71,2% de los residuos de las plantas depuradoras y el 48,8% de los generados en potabilizadoras, y reutiliza 128,7 hm³ de agua regenerada al año, el 53% de ellos en usos agrícolas.

Uno de sus proyectos pioneros es la transformación de las depuradoras tradicionales en biofactorías. Como la biofactoría Sur de Granada, gestionada por Emasagra, parte del grupo Agbar y referente de economía circular a escala internacional. O el proyecto Gavà Circular, liderado por Cetaqua –del grupo Agbar– en el que colaboran Aigües de Barcelona y el Ayuntamiento de Gavà. En este proyecto destaca, entre otras acciones sobre los flujos agua-energía-residuos, la iniciativa Recaigua: un punto de recarga inteligente de agua subterránea para el riego y limpieza de las calles.

Adaptación a las consecuencias del cambio climático

La red Dinapsis desarrollada por Agbar, “despliega soluciones digitales de referencia para la transformación digital de la gestión del agua y la salud ambiental de los territorios, promoviendo el desarrollo de ciudades inteligentes, resilientes y verdes”. Es el mejor ejemplo de cómo las innovaciones tecnológicas son clave para hacer frente a los efectos del cambio climático.

La implantación de infraestructuras verdes, tanto en el ámbito urbano como en espacios de interés natural para preservar la biodiversidad local, es otra de las claves de la acción de Agbar para la naturalización de sus instalaciones en el ámbito de la lucha contra el cambio climático. En colaboración con entidades naturalistas y administraciones públicas, la compañía controla las especies invasoras, incorpora especies autóctonas o crea muros vegetales y refugios para insectos polinizadores, aves y rapaces así como hoteles de insectos y mariposas.