Sanidad y Universidades encargan el primer estudio para conocer el estado de salud mental de los estudiantes
Tras la encuesta, que responderán un millón de alumnos de todas las etapas, se diseñará un plan de acción. Un metanálisis prepandemia reveló que en carreras como Medicina, el 30% de los estudiantes padece depresión
Los ministerios de Sanidad y Universidades han encargado el primer estudio en el que se analizará el estado de salud mental de los estudiantes de grado, máster y doctorado de los campus públicos y privados españoles. “La evidencia científica apunta de forma clara que estudiar en la Universidad aumenta el riesgo de padecer trastornos psiquiátricos y afectivos, sobre todo depresión, cuadros de ansiedad y tentativas de suicidio. Es una edad de cambio, de fragilidad, y estudiar en un ambiente exigente y competitivo puede tener efectos adversos”, ha señalado este lunes Rafael Tabares, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Valencia e investigador principal del Centro de Investigaciones Biomédicas en Red de Salud Mental (CIBERSAM), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, organismo al que se ha encargado el trabajo. Por el momento no existen datos oficiales de la prevalencia de trastornos de salud mental en la población universitaria, por lo que Tabares toma como referencia un metanálisis con datos internacionales publicado en 2019 que señalaba que una de las áreas de conocimiento más afectadas son las Ciencias de la Salud, y concretamente el grado de Medicina, donde el 30% de los alumnos presenta sintomatología depresiva y el 10% ideación suicida.
El estudio, que arrancará el próximo 24 de octubre y que contará con la colaboración de la conferencia de rectores (CRUE), consistirá en encuestas anónimas dirigidas a cerca de un millón de estudiantes universitarios (en España, hay 1,6 millones) que se realizarán durante tres semanas y en las que quedarán reflejadas cuestiones como el perfil socioeconómico, si el estudiante vive de forma independiente, si padece problemas de insomnio, si reporta sintomatología afectiva (depresión o ansiedad), si presenta cuadros psicóticos, consumo de sustancias, conductas adictivas, trastornos conductuales o trastornos de la conducta alimentaria, entre otros. Una vez recogidos los datos, se publicarán desagregados en 30 áreas de conocimiento en el mes de diciembre. El proyecto consta de una segunda parte, otra encuesta que se pasará a los alumnos antes de los exámenes finales de junio. “Una vez tengamos el diagnóstico general, el fin último es diseñar un plan de acción”, ha precisado Tabares a este periódico.
Tabares ha hecho este anuncio durante el evento Salud mental en jóvenes y adolescentes: una prioridad compartida, organizado en Madrid por los ministerios de Sanidad, Universidades y Educación, y al que han asistido los tres responsables del ramo, Carolina Darias, Joan Subirats y Pilar Alegría, respectivamente. “Las propias organizaciones estudiantiles han reclamado desde hace varios años que estemos atentos a su estado de salud mental... a escala internacional, algunas universidades han planteado soluciones ofensivas, han intentado hacerlo marginal, esconder el fenómeno para que no afecte a su reputación”, ha lamentado Tabares, que ha criticado que incluso se ha trasladado el mensaje de que esos estados emocionales son necesarios para poder hacer frente a la realidad laboral, especialmente en carreras relacionadas con la salud. “Se ha lanzado el mensaje de que el mundo de los pacientes es muy complicado y, por ello, hay que curtirse”, ha dicho.
En marcha mecanismos “equivocados”
En su opinión, algunos equipos rectorales de campus españoles se han preocupado por el asunto en los últimos años, pero han puesto en marcha mecanismos “equivocados”, como talleres para alumnos de psicología positiva o mindfulness. “Han sido soluciones diseñadas desde un prisma individual, cuando lo necesario es ir a soluciones colectivas desde una perspectiva de salud pública”.
El ministro Joan Subirats ha señalado que los primeros cursos universitarios son especialmente sensibles a la aparición de trastornos mentales, entre otros motivos, porque supone un “abandono de la lógica escolar” y una “mayor desprotección” para el alumno. “Yo he dirigido muchas tesis y siempre le he dicho a mis alumnos que el doctorado es dentro de la trayectoria educativa el momento de mayor soledad, en el que estarán más solos; conlleva una sensación de presión muy fuerte”.
En una de las mesas de debate, Cristina Larroy, directora del servicio de atención psicológica telemática inmediata de la Universidad Complutense de Madrid, ha señalado que el 8% de las consultas que reciben son por intentos autolíticos. Un estudio que publicaron recientemente realizado con alumnos de doctorado del campus, arrojó que el 40% de ellos ha necesitado ayuda psicológica en el último año; el 60% presentó durante el curso ansiedad o problemas de ánimo, y el 20% ideación autolítica. “Los alumnos de doctorado son los más frágiles, tienen un nivel de autoexigencia muy elevado, y a eso se suma que muchas veces compaginan el estudio con algún trabajo. Ese es uno de los factores de riesgo, y especialmente entre mujeres”.
Por su parte, la ministra Carolina Darias ha trasladado que desde la puesta en marcha del teléfono para la prevención del suicidio, el 024, hace cinco meses, se han atendido 55.000 llamadas y se han realizado cerca de mil intervenciones en suicidios en curso. Darias no ha desglosado los datos por edad.
En 2020, el suicidio fue la segunda causa de fallecimiento entre los jóvenes de 15 a 29 años (300) por detrás de los tumores (330). Hasta ese año nunca se había alcanzado una cifra tan alta en menores de 15 años (14 se quitaron la vida, siete niños y siete niñas). En 2020, se suicidaron 3.941 personas en España, el máximo histórico, según el Observatorio del Suicidio. En septiembre de 2022, el Ministerio de Sanidad incorporará por primera vez 20 plazas MIR en la especialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia.
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