La metodología para hacer más saludables los alimentos que consumimos
Pascual incorpora a sus etiquetas el ‘semáforo’ Nutri-Score, de creciente implantación en Europa, y elabora sus productos siguiendo un Modelo de Perfiles Nutricionales propio. Un primer e importante paso para frenar la —también creciente— pandemia de la obesidad
Desde 1975, la obesidad se ha triplicado en todo el mundo, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS). Casi 2.000 millones de adultos tienen sobrepeso y más de 650 millones son obesos. También afecta a los más pequeños: más de 40 millones en el mundo sufren alguno de los dos problemas. Tal es la magnitud del asunto que la OMS lo define como “la epidemia del siglo XXI”. Y los grandes culpables son el sedentarismo y una mala alimentación. Para paliar lo primero basta con tener algo de fuerza de voluntad: hay que hacer entre 150 y 300 minutos de ejercicios aeróbicos moderados o entre 75 y 150 minutos de actividad intensa a la semana. El segundo objetivo (acabar con los malos hábitos alimentarios) es algo más complicado y requiere un esfuerzo de todos los actores de la sociedad. A la cabeza de esta lucha es donde aspira a estar Pascual, una empresa referente en alimentación saludable en España, que ha anunciado la incorporación de una metodología propia con la que harán más saludables algunos de los alimentos que comemos.
Además, Pascual también ha empezado ha usar el semáforo de Nutri-Score en el etiquetado. “Todos sabemos que es complicado leer la información de la etiqueta, y queremos hacer lo que esté nuestra mano para ayudar”, dice la directora de Nutrición y Salud de Pascual, Elena Garea. Esta herramienta es una especie de semáforo que se incluye en el etiquetado de los alimentos. Funciona a través de una escala de cinco colores que van del verde (mejor calidad nutricional) al rojo (la peor). Además, los colores están asociados a cinco letras (A/B/C/D/E) que hacen el código más fácil de leer. Los alimentos se evalúan mediante un algoritmo que valora su calidad nutricional a partir de los ingredientes que contiene (azúcares añadidos, grasas saturadas, fibra, proteínas…).
Pero la compañía quiere ir más allá. Por ello se ha comprometido a adaptar todas sus categorías de producto a las necesidades nutricionales reales de cada segmento de población al que van dirigidas. “Está en nuestro propósito mejorar la calidad de vida de las personas, y por esto creemos que es importante facilitar herramientas que ayuden al consumidor a tomar decisiones en el momento de la compra para incorporar alimentos saludables en su cesta”, asegura la directora de Nutrición y Salud de Pascual. En aras de esta proactividad, Pascual no solo ha decidido subirse al carro de Nutri-Score, sino que ha optado por crear su propio Modelo de Perfiles Nutricionales. Una metodología con la que aspira a tener los productos con la composición nutricional más equilibrada del mercado.
Según la OMS, los Perfiles Nutricionales se definen como “la ciencia de clasificar o categorizar los alimentos de acuerdo con su composición nutricional por razones relacionadas con la prevención de enfermedades o promoción de la salud”. En este sentido, Garea afirma que, a través de este paso, la empresa sigue “las estrategias sugeridas por la OMS en respuesta a la epidemia global de sobrepeso y obesidad y el incremento de enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta. Establecer una metodología propia nos ayuda a definir un Perfil Nutricional óptimo para cada producto, lo que constituye un gran avance para cumplir nuestros compromisos con el bienestar y la salud de las personas”.
Garea explica que Nutri-Score y su modelo son dos instrumentos complementarios: “Nuestro modelo está enfocado al desarrollo de los productos, mientras que Nutri-Score se incluye en el etiquetado como una forma de facilitar su lectura y forma parte de nuestra metodología”. El Modelo de Perfiles Nutricionales de Pascual contempla diversos aspectos de la producción del alimento. “Tenemos en cuenta la categoría del producto, porque no es lo mismo un lácteo que una bebida refrescante. También el grupo de la población al que va dirigido, con necesidades nutricionales diferentes. Por ejemplo, un niño tiene mayores necesidades de calcio, porque sus huesos están en desarrollo. Además, tenemos en cuenta los nutrientes que hay que limitar o favorecer en relación con la salud. Por ejemplo, si el alimento va a tener un posicionamiento como nuestra leche Pascual Salud, relacionada con el sistema inmunitario, debemos contemplar cuáles son los nutrientes que tienen esta función en el organismo y en qué cantidades los tenemos que incluir”, indica Garea.
Así, el Modelo de Perfiles Nutricionales de Pascual tiene primero en cuenta el tipo de producto (leche, yogur, zumo…), cuáles son sus principales características y el momento del día en el que suele ser consumido. Después, a quién va dirigido (público infantil, adolescente, adulto y mayor) y cuáles son las necesidades nutricionales de cada uno de ellos basándose en perfiles de dietas equilibradas. Por ejemplo, cuenta Garea, para los adultos se trata de una dieta de 2.500 calorías en la que debe haber 300g de carbohidratos, 47g de proteínas, 84g de grasas y 1.030mg de calcio. Con esto en mente, el siguiente paso es identificar los nutrientes relevantes y las cantidades que debe llevar cada porción del producto. Con todo esto se obtiene la calificación de Nutri-Score. Y, finalmente, se define el perfil nutricional según los resultados de los pasos anteriores: se realiza la valoración y se ajusta al perfil que responde a las necesidades nutricionales del grupo de población y a la categoría del alimento.
Nutrición y salud como política de empresa
Pascual también ha comunicado que eleva la Nutrición y la Salud a Política de Compañía, rubricada por su Consejo de Administración. Dentro de ella define el Modelo de Perfiles Nutricionales como una nueva metodología por la que Pascual categorizará todos sus productos en base a su composición nutricional. “En Pascual, entre nuestra amplia oferta de productos, ponemos a disposición de nuestros consumidores alimentos con una alta densidad nutricional y eso conlleva un compromiso con la nutrición que debemos proteger y velar. A lo largo de este año y después de analizar en profundidad los diferentes modelos de perfiles nutricionales conocidos de Reino Unido, EE UU, Francia, etc., se ha desarrollado un modelo propio ambicioso, completo y con aplicaciones útiles tanto para la compañía como para el consumidor”.
Todo ello en pro de mejorar la salud de los consumidores. “Para nosotros la obesidad es el punto de partida que nos moviliza desde hace años y estamos especialmente sensibilizados con la obesidad infantil. Los niños son el grupo de la población más vulnerable, y entendemos que debe ser prioritario. Uno de los aspectos más importantes que estamos tratando de impulsar es la adopción de unos criterios nutricionales para el desarrollo de alimentos infantiles muy exigentes. De hecho son los que AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), junto con un importante número de sociedades de nutrición, desarrolló los alimentos”, concluye Garea.