El mapa de los movimientos en cada región de Europa: España es uno de los países con la actividad más cercana a la prepandemia

Mientras repuntan los casos, en las provincias de Valencia, Madrid y Barcelona se reducen menos los desplazamientos que en otras grandes áreas metropolitanas del continente. Así lo sugieren los datos de Google, a partir de la geolocalización de millones de móviles

Movilidad casi normal en la estación de Principe Pío, Madrid.
Movilidad casi normal en la estación de Principe Pío, Madrid.Olmo Calvo

La movilidad de las personas dentro de cada país divide Europa en dos. Cuando se acerca una nueva ola de casos de covid-19, hay lugares donde la gente se mueve casi igual que antes de la pandemia, como ocurre en la mayoría de las regiones de España, Francia, Polonia y los países escandinavos, según datos de Google. Otros países, sin embargo, están limitando sus movimientos de forma mucho más estricta. En todo el Reino Unido, en Portugal, Italia, Grecia, alrededores de París y en gran parte de Alemania, el grado de movilidad es prácticamente la mitad de lo que fue en enero de 2020, en tiempos de antigua normalidad. España, en cambio, es ahora uno de los países más cercanos a su normalidad prepandémica.

El siguiente mapa muestra los movimientos de los habitantes para 800 regiones de 20 países europeos a finales de marzo de este año, según el análisis de EL PAÍS de datos de Google a partir de millones de dispositivos geolocalizados.

Los datos que ofrece Google calculan el movimiento de los habitantes de cada región a partir de las localizaciones de sus teléfonos móviles, clasificando los desplazamientos en categorías. Para hacer un resumen se ha tomado la media de tres viajes: al lugar de trabajo, por ocio (a restaurantes, cafés, museos, cines…) y por transporte (a estaciones de tren, metro o autobús). La movilidad se expresa en comparación con la normalidad del lugar: un valor de 100 significa que los desplazamientos son iguales que en enero de 2020; un valor de 50, que los movimientos se han reducido a la mitad.

Medir la movilidad es útil: por lo que se sabe del virus, un mayor grado de movimiento se relaciona con más contactos y un mayor riesgo de contagios. Se vio durante la primera ola, y con las fiestas de Navidad o los puentes de otoño, como indica el trabajo del equipo de Biología Computacional de la Universidad Politécnica de Cataluña. En el puente de La Mercè de septiembre, por ejemplo, constataron que el aumento de la circulación disparó los contagios. Hace cuatro semanas, en España se veía subir la movilidad y ahora se aprecian los repuntes. Se ha calculado que un confinamiento estricto puede rebajar la transmisión hasta en un 80%, y un estudio de la Universidad de Oxford destaca tres medidas para reducir los contagios: cerrar universidades y colegios; cerrar bares y restaurantes, y limitar las reuniones a pocas personas.

Las comparaciones de movilidad entre regiones deben tomarse como una aproximación y Google advierte de “no comparar cambios entre regiones con diferentes características”, como áreas rurales y urbanas. Pero son datos importantes porque permiten medir las tendencias.

La evolución de la movilidad, reflejo de las restricciones

La tónica en Europa desde enero ha sido mantener la movilidad limitada. Ha ocurrido así en el Reino Unido, Portugal, Austria, Grecia o República Checa, donde ahora se registra un 60% de lo que sería una movilidad normal. En Italia, después de que se elevaran los casos, las nuevas restricciones han reducido aún más la actividad: en Roma han pasado de tener a finales de febrero un 70% de su movilidad normal a solo un 50% en las últimas semanas de marzo.

En España, Huelva constituye una de las tres zonas europeas con más movimiento relativo: los desplazamientos son un 90% de lo habitual antes de la pandemia. Muchas provincias se acercan a esos datos, y por eso el mapa de arriba se ve casi todo azul, con excepciones como Alicante, que sufrió una de las peores terceras olas, y Barcelona y Madrid. También está en azul, de cierta normalidad, la mayor parte de Francia —pero no París—, una situación que puede cambiar pronto tras el anuncio del cierre de colegios durante las próximas tres semanas después de meses con los hospitales y las UCI prácticamente saturados. El dilema es similar al de Alemania, que estos días se ha planteado endurecer sus restricciones ante el aumento de casos. Allí la actividad bajó en enero a datos similares a los de España, para luego ir también normalizándose en febrero y marzo en un proceso de desescalada. Otros países con relativa normalidad son Polonia, Croacia o Rumanía, y también los nórdicos, aunque allí es posible que la comparación con enero de 2020 sea delicada, porque era lo más crudo del invierno.

Evolución de la movilidad en Europa desde el inicio del pandemia.

Los datos indican una tendencia de movilidad creciente en muchas ciudades. Como muestran los ejemplos de Valencia, Madrid y Barcelona, en España la movilidad lleva subiendo tres meses y supera el 70% de lo habitual en enero de 2020. El contraste es evidente con Milán o Roma (60%), por ejemplo, donde la movilidad se ha restringido drásticamente en las últimas semanas, después de un repunte fuerte de los contagios. En otras capitales la movilidad no se reduce, pero está en niveles más bajos que en las grandes ciudades españolas, como se ve en Bruselas, París o Berlín (60%), y aún más claramente en Lisboa, Oslo o Londres (50%).

Más cambio en las grandes ciudades

En el mapa destaca un patrón que se aprecia en las grandes urbes del continente: la mayoría han visto reducirse más la movilidad sobre lo que es normal en ellas, en contraste con zonas menos urbanas de sus mismos países. Es algo que se observa en Londres, París, Berlín, Londres, Oslo, Estocolmo, Praga, Varsovia, Milán, Turín y Lisboa. En España es evidente este fenómeno en Madrid y Barcelona, que tienen una movilidad 10 puntos más baja que Guadalajara, Cuenca, Lleida y Tarragona.

Por un lado, sabemos que en las grandes ciudades hay más movimientos habitualmente, de manera que la anormalidad actual supone un cambio mayor allí. Es posible que en algunas ciudades —como París— se hayan impuesto restricciones extraordinarias, porque a menudo sus contagios crecen más deprisa. Pueden influir otros muchos factores, pero uno que parece fundamental es el trabajo.

Los datos de Google permiten ver la movilidad por actividades y las grandes ciudades destacan en que han reducido de forma muy intensa los movimientos a lugares de trabajo. En las ciudades hay más empleo donde el teletrabajo es sencillo, como el sector bancario, las consultoras y tecnológicas, las empresas de comunicación o las administraciones públicas. Madrid y Barcelona han reducido los viajes al trabajo al 75% y 78% de lo habitual, más que ningún lugar (excepto Melilla), mientras que en el resto de las provincias solo lo han hecho al 80% o 90%. Hay casos extremos: en Oslo esos viajes son la mitad de lo habitual, aunque en el resto de Noruega alcanzan el 70% o el 80%. También Estocolmo es la región con menos movilidad laboral de Suecia; Berlín y Hamburgo lo son en Alemania y París en Francia. En cambio, los viajes a bares, cafés o cines se aprecian algo más homogéneos en Italia, España o Francia.


Buscador. En la siguiente puede ver la evolución de los datos de movilidad en la mayoría de regiones que reflejamos en el mapa de más arriba.



Metodología y fuentes

Datos de movilidad. Todos los datos provienen de los informes de movilidad local sobre el covid-19 que publica semanalmente Google. La información estima el movimiento de la población de cada región a partir de las localizaciones de su teléfono móvil, clasificando los desplazamientos en varias categorias. Para el mapa y los principales gráficos hemos tomado la media de tres tipos: (1) los viajes al lugar de trabajo; (2) por ocio (restaurantes, cafes, museos, cines…); (3) por transporte (estaciones de tren, metro o autobús). Esos niveles se expresan en comparación con la normalidad de cada lugar: un valor de 100 significa que los desplazamientos son los mismos que en enero de 2020, y un valor 50 dice que hubo la mitad de movilidad. La evolución de la movilidad se relaciona con repuntes de contactos y contagios. Sin embargo, las comparaciones entre regiones deben tomarse como una aproximación y Google advierte de “no comparar cambios entre regiones con diferentes características”, como áreas rurales y urbanas”.

 

Mapa. Hemos elaborado el mapa de regiones de Europa a partir de las regiones para las que hay datos de Google, que no son niveles administrativos homogeneos. Las regiones principales son las unidades estadísticas NUTS. Hemos usado el nivel 2 para Austria, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Letonia y Polonia; y el nivel 3 para Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, España, Finlandia, Francia, Hungría, Italia, Lituania, República Checa, Rumanía, Suecia y Suiza. Para el resto de países hemos usado mapas con divisiones administrativas diferentes.



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