Sanidad notifica 435 muertes, el máximo en un día en la segunda ola

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El coronavirus mantiene lo que el responsable del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha definido como una evolución divergente: si se toman los parámetros que indican el inicio de la infección, los casos, la tasa acumulada durante 14 días, baja desde el 6 de noviembre, y está en 465,86. Eso sí, el acumulado de afectados desde el inicio de la pandemia supera ya el millón y medio (son 1.510.023). En cambio, el indicador del final del proceso, el de fallecidos, suma otras 435 muertes en 24 horas, el máximo de esta segunda ola, pero aún lejos de los casi mil que llegaron a comunicar las comunidades a finales de marzo y principios de abril. En total el sistema tiene directamente atribuidos al coronavirus 41.688 decesos.

La epidemióloga de la Universidad Europea de Valencia Patricia Guillem opina que, de una manera simple, se puede considerar que ahora el número de muertes sube como reflejo de que los casos subían hace unas tres semanas, por lo que es de esperar que si se confirma la actual tendencia a la baja de los casos también desciendan en unas semanas las muertes, aunque matiza que “eso depende siempre de las características de las personas que ingresan y si pertenecen a colectivos vulnerables de edad avanzada y con enfermedades crónicas previas”.

“Nos preocupan las cifras de fallecidos, pues aunque las cifras de casos diagnosticados y de incidencia acumulada han mejorado en varias comunidades, las consecuencias para la sociedad siguen siendo dramáticas. Quizás el conocer los datos desagregados de casos detectados, casos hospitalizados, por edades y grupos poblacionales podrían darnos más información para poder controlar otros aspectos que pueden estar siendo relevantes”, dice Guadalupe Fontán, enfermera experta en gestión y planificación sanitaria.

El martes es el día en que el informe que ofrece el Ministerio de Sanidad incluye casos, tanto de fallecimientos, diagnósticos como ingresos, que no se comunicaron el fin de semana. Pese a ello, la tasa acumulada solo sube más de un 1% entre lunes y martes en Baleares (1,54%), Canarias (2,01%%, pero para un total muy pequeño, 82,8), Valencia (3,93%) y Madrid (4,42%). Las que mayores descensos experimentan en 24 horas son Cataluña (7,37%), Ceuta (5%), Melilla (5,47%) y Navarra (8,06%).

Si se toma la variación en siete días, que refleja mejor la tendencia, se ve que la incidencia acumulada ha subido en Asturias (un 22,71% más), Canarias (el 0,11%, prácticamente estable), Cantabria (8,17%), Comunidad Valenciana (8,07%) y País Vasco (4,19%).

Entre las que bajan, destaca Navarra (un descenso del 40,28%), Melilla (39,63%), Cataluña (27,68%) y Aragón (26,84%). Ello no impidió que el lunes la Comunidad Foral prorrogara las restricciones. Y este martes han anunciado que lo harán también Castilla-La Mancha (está en 469,19) y la Comunidad Valenciana. En cambio, Cataluña, una de las comunidades con mayores restricciones ―tenía la hostelería paralizada― ha anunciado que prevé abrir bares y restaurantes al 30% hasta las cinco de la tarde a partir del lunes. Pese al descenso en la incidencia, se está muy lejos de los niveles considerados aceptables (alrededor de 50), por lo que la mayoría de los Ejecutivos autonómicos de momento mantienen las medidas.

Este martes, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, hizo notar en una comparecencia tras el Consejo de Ministros que los casos estaban bajando a las tres semanas del decreto del estado de alarma. Pero en este periodo, aparte del toque de queda, que ha sido general menos en Canarias, ha habido infinidad de medidas en las comunidades ―cierres perimetrales de autonomías, ciudades y/o áreas sanitarias, reducción de aforos, cierre de hostelería, limitación de reuniones a cinco o tres personas―, y todavía hay cuatro en las que los casos siguen subiendo, lo que indica que se trata de un comportamiento multifactorial en el que es muy complicado decidir qué medida ha tenido cuál efecto. Eso sí, como ha dicho en más de una ocasión el ministro de Sanidad, Salvador Illa, todo lo que implique reducción de los contactos ayuda.

Descenso en hospitalizaciones

Las hospitalizaciones empiezan a acusar también el descenso en el número de casos. El número de personas ingresadas estaba este martes en 20.007; el lunes eran 20.452 y hace una semana eran 20.943. Eso deja la ocupación de camas en un 16,13% dedicadas a la covid. En total han necesitado estar ingresadas 179.226 personas. Asturias, con el 30% de camas dedicadas a personas con coronavirus, y Castilla y León, con el 25%, son las comunidades con más aprietos en este aspecto.

Respecto a las camas de los servicios de intensivos también hay una ligerísima mejoría dentro de una situación mala en general, con una ocupación media del 32,31% por pacientes con covid. El lunes, este porcentaje estaba en el 32,80%. Han ingresado 398 personas menos que los que se dieron de alta (eso no implica que todos se curaran, ya que el exitus o fallecimiento también se considera una causa de alta). Siete de los 19 territorios (las 17 comunidades y las dos ciudades autónomas) mantienen ocupaciones de más del 40% (La Rioja llega al 61,67%), lo que indica que en muchos hospitales ya están al máximo de su capacidad operativa. Por las UCI han pasado ya 15.040 personas.

Al haber menos casos, estos se detectan mejor. Eso se ve en la positividad (porcentaje de pruebas que arrojan como resultado que una persona está infectada). Este indicador estaba en el 13,14% hace siete días; este martes está en el 11,54%, y Baleares, Galicia, y Madrid tienen menos del 7%, ya muy cerca de ese 5% que indica que hay un buen control de la enfermedad. Canarias, con menos del 4%, ya está en esos niveles.

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