El secuestro virtual de 14 enfermeros en Ciudad de México agrava la violencia contra los sanitarios

Llegaron a la Ciudad de México para ayudar durante la pandemia y terminaron marchándose entre lágrimas al Estado de Nuevo León, al norte del país. La policía antisecuestros de la capital y agentes de la Guardia Civil rescataron la noche del martes a 14 enfermeros del Seguro Social (IMSS) que habían llegado recientemente de Monterrey, después de sufrir un secuestro virtual en dos hoteles ubicados en el popular barrio de Tacubaya, en el centro de Ciudad de México. Esta modalidad de secuestro consiste en hacer creer a la víctima que está en peligro y que debe seguir las instrucciones que recibe por teléfono. El pánico y el engaño se encargan del resto. Este es un nuevo ejemplo de las agresiones que ha sufrido el personal sanitario mexicano, que ha sido agredido física y verbalmente en algunas entidades del país desde que comenzó a atenderse la emergencia.

El hotel Ambos Mundos, sobre la avenida Revolución, y el Bonn, a algo más de un kilómetro de allí, eran ejemplos de solidaridad después de haber llegado a un acuerdo entre las autoridades y los hoteleros. Los hoteles albergan gratuitamente al personal médico que ha llegado a colaborar en la emergencia sanitaria, que golpea con dureza a la capital, que registra más de 15.200 contagios y 1.209 fallecimientos por la covid-19.

Las primeras investigaciones apuntan a que las llamadas que recibieron los enfermeros pidiendo un rescate salieron desde alguna cárcel del país, confirmó a EL PAÍS, Omar Cruz, portavoz de la Fiscalía de la Ciudad de México. El funcionario insistió en que “se trata de un delito de extorsión y no de secuestro”. Según la Fiscalía, los delincuentes, que se identificaron como miembros del cártel de Unión Tepito, una de las principales bandas criminales de la capital, exigieron 300.000 pesos (13.000 dólares) por la liberación del grupo, señaló el diario El Universal.

El Instituto Mexicano del Seguro Social, el IMSS, informó la mañana del miércoles que las amenazas al personal médico en todo momento “se realizaron por llamadas o vídeo llamadas”. De esta forma se intentaba amedrentar al personal de salud. "Los delincuentes les advirtieron que tenían el control de las cámaras del hotel donde se hospedaban y que si salían a la calle atentarían contra sus vidas”, señaló el instituto en un comunicado, que calificó lo sucedido como secuestro virtual. Con la llegada de los agentes a los dos hoteles implicados de la zona de Tacubaya, los 14 enfermeros fueron liberados sin violencia, sin que hubiera detenidos y en buen estado de salud.

“Es lamentable porque veníamos con muchas ganas de ayudar (...) y la mayoría regresaremos a Monterrey. Me da mucha tristeza irnos sin poder hacer lo que veníamos a hacer”, dijo entre lágrimas a la prensa local una enfermera que se identificó como Vianey, quien pasó 20 horas encerrada en su habitación atenazada por el miedo. El IMSS había hecho un llamado público al personal sanitario del país para poder aumentar el número de médicas y enfermeros que atienden la pandemia ante un déficit de personal. Esto ha llevado a muchos elementos a moverse entre los Estados. Algunos de los enfermeros virtualmente secuestrados llevaban algunos días atendiendo a pacientes con coronavirus en los hospitales de campaña levantados por las autoridades capitalinas, como el improvisado en el Autódromo Hermanos Rodríguez, sede del Gran Premio de Fórmula 1.

La mañana de este miércoles, los hoteles seguían abiertos aunque sin huéspedes. Desde la recepción, un trabajador de Ambos Mundos insistió en que no podía dar ninguna información sobre el caso. La prensa local asegura que se investiga a los empleados de los hoteles como cómplices de los delincuentes.

El secuestro virtual es una modalidad de extorsión que consiste en hacerle creer a la víctima que se encuentra en peligro y que debe seguir las instrucciones que le están dando al otro lado del teléfono. Las bandas dedicadas al negocio utilizan esta especie de juego mental en el que la sugestión de quien lo sufre hace el resto. Los extorsionadores tratan de mantener en la línea a la víctima todo el tiempo que sea posible. Le suelen pedir que se encierre en el hotel y que no hable con nadie. En este caso, los secuestradores dijeron tener control sobre las cámaras de los hoteles.

Durante este intervalo contactan con la familia y exigen un rescate. Por lo general no son grandes cantidades de dinero y presionan para que la transacción se haga lo antes posible y no se descubra el engaño. Por eso es importante para ellos que el extorsionado siga al otro lado de la línea, de esa forma no sabrá que simplemente colgando el teléfono la mentira quedaría al descubierto.

Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la asociación Alto al Secuestro, indicó que este “es un modus operandi muy de moda y, como no hay violencia en la acción, la policía no se preocupa mucho. Es difícil de investigar, la víctima no ve a nadie. Ponte a rastrear teléfonos con todos los casos que hay aquí. Acaban archivados”, explicó Miranda a EL PAÍS. El grupo de música español Delorean denunció en 2013 una extorsión similar.

El punto álgido de la pandemia por el que atraviesa el país ha obligado a movilizar y reclutar personal médico para reforzar la atención sanitaria en la capital, epicentro de la pandemia. México contabilizó el martes 334 nuevas muertas por la covid-19, con lo que suman 5.666 fallecidos y casi 55.000 contagios detectados, 2.713 más que el lunes. La Ciudad de México, el Estado de México y Baja California son las tres entidades que han rebasado la máxima escala que es de tres mil casos. El 65% por ciento de los estados tiene más de 500 casos confirmados, según las autoridades.

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