Economía circular y preservación de la naturaleza
En su compromiso por la sostenibilidad y el medio ambiente, Lanjarón apuesta por su botella de plástico completamente reciclado. Un paso más para conseguir ser una marca 100% circular en 2025
El compromiso por el futuro del planeta está arraigado en la filosofía misma de Lanjarón, que desde hace décadas ha adoptado numerosas medidas en esa dirección. La sostenibilidad es uno de los pilares básicos de la marca que cuenta con más de 200 años de historia y que ha convertido el respeto por el medio ambiente en una de sus razones de ser. El corazón mismo de Sierra Nevada, un espacio natural de un valor incalculable declarado Parque Nacional, ya demuestra el compromiso de Lanjarón con su entorno. Su agua mineral natural proviene del Manantial Salud, situado en las cumbres de esta zona montañosa y desde hace muchos años, la marca se ha tomado muy en serio la lucha para conservar y proteger la pureza de la naturaleza.
Ya en 1982, Lanjarón se convirtió en la primera empresa en cambiar el PVC de sus botellas por el plástico, un material 100% reciclable (PET). Algunos años después, en 2011, lanzó su primer envase con un 20% de plástico de origen vegetal. Más adelante, en 2015, incorporó en toda su gama de productos al menos un 15% de RPET (plástico reciclado) y hoy en día cuenta con una media de un 23% de plástico reciclado en toda su gama de productos.
En este sentido, la marca apuesta por la circularidad como la solución real para dar una segunda vida a los recursos y conseguir que vuelvan a formar parte de la cadena de valor. Porque una parte de lo que va al contenedor amarillo, se puede llegar a convertir en otra botella.
El objetivo es ser una marca 100% circular en 2025, cuando todos sus envases serán 100% plástico reciclado. De momento, ya ha dado el primer paso. En 2018, sacó al mercado la primera botella compuesta por un 100% de plástico reciclado en su composición. Este envase también es 100% reciclable. Y para asegurar mejor su ciclo circular, esta botella de agua adopta ahora un nuevo color transparente. Siempre con la idea de reducir al máximo el impacto medioambiental. Pero la meta es mucho más ambiciosa: ese año, la compañía quiere ser una marca neutra en carbono, es decir, una marca con cero emisiones netas.
Compromiso con el entorno
En los últimos años, Lanjarón ha impulsado multitud de iniciativas dirigidas a proteger espacios naturales para que el agua mantenga su pureza infinita. En 2009, se adhirió al proyecto Monte del Siglo XXI, cuya finalidad es dar a conocer y potenciar la importante función de los Parques Naturales y Nacionales con el medio ambiente. Para ello, se llevaron a cabo distintas acciones para mejorar el entorno tras el incendio forestal que afectó a Sierra Nevada pocos años antes, además de sensibilizar a la población.
En su compromiso por proteger los ecosistemas naturales, la marca también ha impulsado distintas actividades para luchar contra el littering, el lanzamiento indiscriminado de basura a la naturaleza. Un ejemplo es la campaña Cleanfluencers, en la que cerca de 1.700 voluntarios recogieron casi dos toneladas de residuos en ocho playas de Andalucía durante el verano de 2018. En esta línea de trabajo, la marca ha suscrito un convenio de colaboración anual junto a la Fundación Ecoalf para evitar que la basura llegue al mar. Una de estas acciones, llevada a cabo en la Albufera de Valencia a finales de 2017, fue la denominada Por más metros de costas limpias. Se recogieron residuos flotantes que amenazaban el humedal y muchos de ellos se reutilizaron en la fabricación de fibra textil, cerrando así un modelo de economía circular.
Asimismo, Lanjarón está adherida al Decálogo del Ciudadano Contra las Basuras Marinas impulsado por AEBAM (Asociación Española de Basuras Marinas), que supone la adopción de una serie de buenas prácticas para contribuir al buen estado ambiental de mares, playas y océanos. En esta misma línea, la marca ha impulsado también este año una actividad de plogging, que consiste en hacer running mientras se recoge la basura esparcida en playas o bosques.
Además, en colaboración con la ONG WWF, Lanjarón participa en el Proyecto Reconecta, que busca ideas innovadoras que fomenten iniciativas para crear ciudades más sostenibles y ayuden a preservar la naturaleza y el entorno.
Otro ejemplo de este compromiso por la sostenibilidad y el medioambiente es la puesta en marcha de Renueva, una planta de selección de envases en Montcada y Reixac (Barcelona), junto a Fundación Trinijove y Ecoembes. En esta planta se recuperan envases para volver a generar nuevas botellas de Lanjarón con plástico reciclado. Además, en ella se imparte formación y trabajo a personas en riesgo de exclusión social.