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La oferta ilícita de banquetes en Galicia se dispara por el deseo de casarse en entornos señoriales

Instalaciones en medio de un bosque, al lado de un cementerio o de un embalse protegido celebran los eventos sin que las administraciones actúen

Uno de los lugares donde se celebran banquetes, pegado a un cementerio.
Uno de los lugares donde se celebran banquetes, pegado a un cementerio.

El floreciente negocio de las bodas de postín ha hecho proliferar en Galicia establecimientos —en su mayoría pazos y casas señoriales— que ofertan entornos singulares para estas celebraciones. Tan singulares, que en no pocos casos conculcan la legalidad. Instalaciones ubicadas en medio de un bosque, en la orilla de un embalse, en una granja o incluso a escasos metros de las tumbas de un cementerio acogen banquetes sin licencias. Los empresarios que cumplen con la ley, integrados en la Asociación de Emprendedores de Galicia (Ascega), han comenzado a alertar a las administraciones públicas sobre esta competencia desleal,que aseguran que superan un 40% de las celebraciones. El Gobierno gallego no responde. Tampoco, una gran parte de los Ayuntamientos en los que han registrado las consultas sobre a legalidad. Y los novios que contratan idílicos espacios en nobles inmuebles desconocen que en caso de accidente o catástrofe la responsabilidad será suya.

En 2010, siendo ya ilícita la actividad, el Pazo de Brexo, una edificación del siglo XIV ubicada en el municipio coruñés de Cambre, acogió una cena para homenajear al jefe de la policía local con motivo de su jubilación. Ascega ha denunciado que el pasado abril se celebró allí mismo la jubilación de otro policía local. Nada extraordinario, si no fuese porque la misma institución local que convocaba había emitido poco antes una orden del cese de actividad.

Una actividad ilícita pero publicitada

El gasto para la adecuación legal a la oferta de banquetes de boda puede alcanzar los 600.000 euros, "una cantidad que se están ahorrando muchos empresarios mientras otros hacemos frente a ello", sostiene un portavoz de Ascega que se pregunta por qué no intervienen las administraciones considerando que la actividad ilícita no es clandestina. "Nada más lejos de ser oculta: se anuncian en las principales páginas web del sector; sencillamente, son ilegales, pero se publicitan como si fueran legales y nadie actúa", sostiene un empresario del sector.

Los representantes de Ascega destacan que los establecimientos deben pasar inspecciones periódicas de Patrimonio, así como de Industria para verificar que las instalaciones eléctricas o el mantenimiento de la cadena de frío son idóneas. "Nada más lejos de ser oculta: se anuncian en las principales páginas web del sector; sencillamente, son ilegales, pero se publicitan como si fueran legales y nadie actúa", sostiene un empresario del sector que advierte de que las denuncias están en su mayor parte paralizadas.

"Tener licencia para catering no habilita para celebrar banquetes, como tampoco habilita el tener licencia para instalar una carpa temporal que acaba convirtiéndose en permanente; es necesaria la licencia de salón de banquetes", reiteran los empresarios que reclaman el cumplimiento de la legalidad "para todos igual".

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Precintado y roto dos veces el cierre, el Ayuntamiento ha registrado sendas denuncias en la Fiscalía. La empresa que gestiona las bodas en ese pazo, Catering Josmaga SL, que ha declinado hacer declaraciones, sigue ofreciendo el inmueble con ese mismo fin a través de su página web. No obstante, el pasado 1 de julio la institución local desestimó el recurso de reposición que había presentado y le advirtió de que se exponía a una sanción económica.

Este no es el único pazo gestionado por Josmaga sobre el que Ascega ha pedido información relativa a sus licencias. Lo ha hecho también sobre el Pazo de Orto: más de 30 hectáreas de terreno lindante con el embalse de Cecebre que cuenta con las declaraciones de Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Conservación (ZEC) y que forma parte de la Reserva de la Biosfera de las Mariñas Coruñesas y Terras do Mandeo y de la Red Natura. Ascega lleva once meses preguntando al Ayuntamiento de Abegondo por el estatus de legalidad del establecimiento.

Han sido numerosos los Ayuntamientos, fundamentalmente de A Coruña, advertidos sobre las irregularidades en los últimos meses. El de Bergondo prohibió a tres pazos celebrar bodas ya en el pasado julio. El de Cambre, ordenó a Josmaga que dejase de realizar este tipo de eventos en el pazo de Brexo, y el de Culleredo, ordenó precintar una carpa del pazo de San Fernando tras certificar que también se había incumplido una orden de suspensión de actividad. Pero algunos hacen oídos sordos y mantienen la actividad ilícita mientras recurren la decisión administrativa.

En Ponteceso (Pontevedra), la misma empresa que gestiona el Pazo de San Fernando, Boketé Catering&Wedding ( Servicios de Catering O Temple) , organiza los banquetes en una estructura acristalada en medio de un eucaliptal del Pazo de Sergude en el que empresarios del sector sostienen que es difícil obtener una licencia para banquete de bodas.

Un portavoz de la empresa de catering ha asegurado a este diario que espera que esta misma semana el Ayuntamiento de Culleredo le conceda la licencia del Pazo de San Fernando. Ascega ha denunciado que a pesar de la suspensión y del intento del Ayuntamiento por precintar las instalaciones, los responsables de la explotación comercial anunciaron en las redes sociales la celebración de una “bodaza” el pasado fin de semana. En lo que respecta al Pazo de Sergude, Boketé cree inminente la licencia definitiva de explotación.

Esta misma empresa gestiona también banquetes en el Pazo de Oca, en el municipio pontevedrés de A Estrada, y en el monasterio escolapio de Monforte de Lemos, en la provincia de Lugo. Tres enclaves que Ascega cuestiona que tengan “las medidas adecuadas de pública concurrencia”.

Otro de los establecimientos por los que Ascega pregunta a las administraciones es la Rectoral de Cines, en el Ayuntamiento Oza-Cesuras (A Coruña), una de las investigadas por la Agencia de Protección de la Legalidad Urbanística (APLU). Se trata de un antiguo monasterio catalogado como casa de turismo rural en zona protegida y que, junto con la iglesia anexa del siglo XII, forma un conjunto arquitectónico catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). Novios y comensales celebran la vida con un banquete a escasos metros de las tumbas del cementerio cuya visión impide la carpa instalada.

Tras las reclamaciones sobre los inmuebles de la provincia de A Coruña, Ascega ha notificado también a varios municipios lucenses (Lugo, Viveiro y Castro de Rei) presuntas irregularidades cometidas en otras cuatro instalaciones dedicadas a estas celebraciones. “No hemos hecho más que empezar” sostiene un portavoz de la asociación que ha formulado hasta ahora 60 preguntas a una veintena de ayuntamientos sobre la situación de legalidad de establecimientos. Solo ha obtenido respuesta de dos: Cambre y Bergondo. Ni el Seprona de Lugo y A Coruña, ni Patrimonio, dependiente de la Consellería de Cultura de la Xunta, ni el Instituto Galego del Consumo y la Competencia les han contestado. En este último caso, solo la Comisión Galega da Competencia ha respondido “pero para desentenderse” del asunto. La Xunta no ha atendido la petición de información realizada por este diario.

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