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La Iglesia se reúne con las víctimas pero no se compromete a investigar los abusos del pasado

La asociación nacional Infancias Robadas entrega 13 propuestas al presidente de la Conferencia Episcopal contra la pederastia

Julio Núñez
Ricardo Blazquez en ruedad de prensa el  27 de febrero.
Ricardo Blazquez en ruedad de prensa el 27 de febrero. Álvaro García

Representantes de la asociación nacional de víctimas de abusos sexuales se han reunido este jueves por primera vez con el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, para exigirle que tome medidas contra los casos de abusos abiertos o prescritos. Entre las exigencias de la agrupación Infancia Robada (AIR) destaca una: que se abra una investigación sobre la pederastia en las últimas décadas. Pero el cardenal no se ha comprometido a investigar el pasado, solo a trasladar el texto a la comisión antipederastia, según han informado los afectados al salir de la reunión. “El pasado también cuenta y cuando Blázquez dice que no investigará aquellos casos nos produce daño y enfado, vergüenza ajena y nos sentimos de nuevo agredidos”. En la Conferencia Episcopal no han querido hacer declaraciones.

“El presidente de la CEE nos ha dicho que entiende lo que pedimos, que el perdón no es suficiente y que es necesario que se haga justicia. No obstante, seguimos escépticos con las palabras de la Iglesia”, ha comunicado el vicepresidente de la asociación y víctima, Javier, de La Bañeza (León)que no da su apellido. El pasado mes de febrero, Blázquez se reunió en el Vaticano con el papa Francisco y con el resto de presidentes de las conferencias episcopales del mundo para tratar la pederastia. Desde su vuelta el 24 de febrero, la cúpula eclesial española no ha anunciado qué medidas va a tomar y afirma que continúa esperando indicaciones de Roma para ejecutarlas. En la cita de este jueves, el presidente de la asociación de afectados, Juan Cuatrecasas, ha trasladado a Blázquez el malestar de los afectados por la manera en que la Iglesia ha tramitado los casos de abusos, incluido el de su hijo en el colegio del Opus Dei en Gaztelueta (Bizkaia), y la necesidad de erradicar el encubrimiento.

“Exigimos a la CEE que marque un plazo similar en coordinación con las diferentes diócesis, sin aludir al hecho de que cada diócesis decida qué hacer [con la revisión del pasado]. Estamos cansados ya de idas y venidas de la pelota”, urge el texto. Entre el resto de peticiones destaca la creación de un registro con los nombres de los pederastas, la puesta en marcha de comisiones integradas por técnicos independientes, que se indemnice a las víctimas y que todas las congregaciones religiosas, incluida el Opus Dei, “asuman su responsabilidad, sean sancionadas cuando han encubierto” y acompañen a sus víctimas.

El presidente de la CEE ya indicó el pasado mes de febrero en una rueda de prensa que la Conferencia Episcopal no tiene poder para exigir a las diócesis que abran una investigación sobre su pasado y que son los obispos de cada uno de los episcopados los que deben decir si lo hacen o no. El vicepresidente de AIR afirma que le ha preguntado al cardenal si él, como obispo de Valladolid, va a elaborar un informe sobre los casos de su diócesis. “Me ha contestado que él siempre ha tramitado correctamente los casos de los que ha conocido, pero no ha respondido si pondrá en marcha una investigación”, dice Javier.

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