Cuando una tabla de ‘skate’ hace algo más que piruetas
Sergio y Javi son dos jóvenes ‘skaters’ que han colocado su pasión por el patinaje en el centro de sus vidas, creando una lija antideslizante no abrasiva que protege sus zapatillas y llevando este invento a chavales de otros países que patinan descalzos.
Si la historia de Sergio y Javi te ha hecho pensar y tú también quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo
De pequeña, me fascinaba ver a las patinadoras sobre hielo, que parecían hacer sus acrobacias sin esfuerzo. Cuando conseguí unos patines de bota (los que más se parecían a los suyos) intenté imitarlas, aunque lo más que conseguí fueron moratones y raspones en rodillas y manos. No sabía qué hacía mal y desistí pronto, frustrada, aburrida y dolorida.
He tardado tiempo en comprender que me faltaba algo fundamental: un grupo con el que experimentar acompañada y aprender jugando. Eso que sí veía en aquellos chavales que usaban monopatines (skateboards) y que tanto irritaban a los mayores por "no respetar las normas". Ellos usaban la ciudad como su campo de pruebas, no se circunscribían a un solo lugar y representaban una rebeldía que yo envidiaba.
Me sorprendió saber que el origen del skateboarding está vinculado al surfing y a California. Fue al ver Los amos de Dogtown cuando entendí algo mejor este deporte y la comunidad que se ha ido construyendo en todo el mundo desde la década de los 70. Esa esencia de búsqueda de libertad y compañerismo la viven y la transmiten Sergio Mejuto y Javier Boes, skaters y jóvenes fundadores de Cream Prime, una empresa que pretende revolucionar el mundo del patinaje con el desarrollo de una lija antideslizante no abrasiva a la que han bautizado como CreamGrip.
Libertad sobre cuatro ruedas
Para que los que no hemos practicado el skateboarding nos hagamos una idea de lo que se experimenta al montarse en una de esas tablas rodantes, me quedo con estas palabras de Sergio: "Cuando estoy encima de una de ellas, lo que siento es libertad; haces lo que te gusta y te evades de todo lo demás". Su socio, Javi, no se queda atrás: "Cuando patinas, fluyes. Dejas de preocuparte de las cosas que te inundan la cabeza. Es un deporte sano". No creo que nadie pueda criticar estos puntos de partida.
Me encantaría probarlo alguna vez y sentir lo que cuentan, aunque reconozco que la idea del skater gamberro (encarnado en montones de personajes de ficción como, por ejemplo, Bart Simpson) está muy interiorizada. Ellos son conscientes de estos prejuicios y pienso que ojalá tuviéramos la mente más abierta para no descartar aquello que no conocemos. "Nosotros no salimos a la calle a destrozar el mobiliario urbano; salimos a la calle a patinar por no estar en una esquina bebiendo o fumando... El skate nos ayuda a desarrollarnos como personas, a conocer a gente", explica Javi.
Perseguir un sueño
Si me pongo a pensar en mis 20, los estudios eran el centro de mi vida porque no había forma de cuestionar ese mandato familiar. Y escuchar a estos dos emprendedores de 22 años hablar de la persecución de su sueño me genera un profundo respeto. De hecho, no puedo estar más de acuerdo con este análisis de Sergio sobre el sistema del que yo misma no pude escapar: "Culturalmente nos enseñan a que tenemos que ir al cole, terminar los estudios... Luego la universidad, un doctorado, luego una novia, me caso, la jubilación, la palmo y… no he vivido. Yo quiero vivir mi vida”.
No solo tienen claro lo que quieren hacer y han puesto en marcha, sino que lo viven con una frescura y pasión que resultan inspiradoras. Y, por encima de todo, piensan que el miedo a lo desconocido no puede frenarles a la hora de conseguir su objetivo: vivir de su trabajo en lugar de quedarse a la sombra de nadie.
El origen de su iniciativa es tremendamente sencillo: no querían romper más zapatillas como consecuencia del uso de los skates. Y es que, para los profanos como yo, es importante saber que la lija que cubre la superficie de los monopatines que, por un lado, les ayuda a controlar el patín, también destruye las zapatillas. Pueden llegar a tener que comprarse un par nuevo cada dos o tres semanas, dependiendo del tiempo que dediquen a patinar. Algo poco sostenible para muchos bolsillos.
Su primer planteamiento fue crear unas zapatillas que no pudieran deteriorarse. Pero, tras descartar esa idea por inasumible en términos de producción (demasiado complicado competir con las grandes marcas), decidieron ir por otro camino: crearían un material antideslizante que no resultara abrasivo. Aunque partieron de esa idea, como dice Sergio, "egoístamente, porque a mí me viene bien tener una lija que no rompa las zapatillas", no se quedaron ahí y su iniciativa tiene una vertiente social.
Emprender con conciencia
Antes de lanzar la empresa, vieron que en el skateboarding estaban metidas las grandes empresas y ellos, que son "unos chicos normales", quisieron darle un plus a su propuesta. Descubrieron que había ONG como Megabi Skate en Etiopía o SkatePal en Palestina que ayudaban a niños en lugares en conflicto o en desarrollo a través del skateboarding. Y tuvieron una idea: "Vamos a desarrollar un concepto de skating social en el que, por cada lija que nosotros vendamos, daremos una a una ONG", explica Javi.
Cuando nuestros protagonistas viajaron a otros países, en los que ni pensaban que se patinaba, se encontraron con una situación inaudita. "Vimos que tenían tabla pero no zapatillas. Estaban patinando sin zapatillas o en chancletas de playa. Y pensamos que, ya que no tienen nada, al menos que no se rompan los pies al hacerlo", cuenta Sergio.
Ahora su iniciativa está en marcha pero siguen buscando apoyos. Ya han vendido mil lijas y llevan 200 entregadas a ONG, pero quieren lanzar un crowdfunding que les permita desarrollar más productos para su empresa y que más personas se sumen a las donaciones. El objetivo es poder vivir de su empresa y también hacer llegar su CreamGrip a muchas más niñas y niños de lugares en los que el patinaje no es tan accesible como pueda serlo en nuestro país.
Su filosofía queda bien resumida en esta frase de Javi: "Yo creo que el skate sí que es un deporte de prueba y error. La vida es un juego de prueba y error. Las lijas que tenemos son prueba y error. Las lanzamos al mercado y, si la gente las acepta, pues seguiremos y, si no las acepta, seguiremos haciendo pruebas hasta que se metan en el mercado. El que la sigue, la consigue".
A veces pensamos que lo que nos apasiona debemos enmarcarlo en el ámbito del hobby. No solemos armarnos con las herramientas que nos permiten poner nuestras pasiones en el centro de nuestras vidas. Aunque resulta más fácil seguir en el camino que nos han marcado desde pequeños, no hay nada más gratificante que romper esa inercia y demostrarnos que el motor que nos mueve puede hacernos volar si nos juntamos con la gente adecuada y perdemos el miedo a saltar.
¿Quieres conocer la historia completa?
Mírala
Escúchala
Contenido adaptado del vídeo de Sergio y Javi
00:01
Hay países donde el skate se convierte en una herramienta de transformación social. Países en los que muchos niños patinan descalzos y se abrasan los pies con las lijas de las tablas. Javi y Sergio convirtieron su hobby en un proyecto empresarial. Han inventado una lija que protege tus zapatillas y sus pies. Por cada lija que compras, otra acaba en los pies de un niño en Etiopía, Palestina o Afganistán.
00:31
(Sergio) Soy Sergio, tengo 22 años y patino desde los 10, 11 años.
00:37
(Javi) Soy Javi, tengo 23 años y, bueno, empecé a patinar con 14 años y, desde entonces, no he parado de patinar.
00:47
(Javi) Fue un poco como salir del agujero, ¿no?, y empezar a conocer gente y empezar como a desarrollar mi propia personalidad, ¿no?
00:54
(Sergio) Cuando estoy encima de una tabla, yo lo que siento es como que te evades de todo lo demás.
01:00
(Javi) Como que fluyes.
01:02
(Sergio) Básicamente, al final es libertad.
01:05
(Javi) Al final, el skate también nos ayuda a desarrollarnos como personas, conocer a gente, es un deporte como sano.
01:11
(Javi) Es una comunidad, que entre todos hace que nos apoyemos el uno con el otro.
01:16
(Sergio) Nos ofrecieron el tema de hacer un estudio de mercado para descubrir si las zapatillas indestructibles eran un proyecto viable.
01:25
(Javi) El problema no está en las zapatillas, el problema está en la lija. Siempre se ha patinado con una lija de carpintero que usan las mujeres para limarse las uñas, o sea, una lija que no tiene ningún sentido patinar con eso. Entonces ahí es cuando dijimos: “Vale, vamos a darle caña y vamos a investigar”.
01:43
(Javi) Empezamos el proyecto porque estábamos hartos de romper zapatillas.
01:47
(Sergio) Entonces dijimos: “¿Por qué no hacemos algo que tenga sentido? Vimos que en sitios como Etiopía no tienen ni siquiera zapatillas y patinan descalzos.
02:04
(Javi) Entonces ahí es cuando vimos que había ONG que ayudaban a niños en lugares de conflicto o desarrollo a través del skateboard. El patín es para los niños, tienen que disfrutar y tienen que jugar ellos.
02:15
(Sergio) Que puedan tener un hobby. De verdad, si tenemos la oportunidad de ayudar a estos chavales, lo queremos hacer al 100%.
02:29
(Javi) Entonces ahí es cuando vimos que nuestro producto, más que útil, era necesario en esta sociedad. Cream, las lijas que tenemos, es prueba y error. Empezamos a investigar con corcho y con caucho granulado y ahí es cuando dijimos: “Vale, no van a ser gránulos de goma, vamos a hacer una lámina. Llegamos a la goma esta que se utiliza para hacer lagos artificiales y vimos que era la mejor”.
02:58
(Javi) En el mundo del skate hoy en día son empresas de skaters creadas por skaters para skaters, y ahí dijimos nosotros, o sea, nosotros patinamos, somos dos chavales normales, vamos a intentar dar un plus.
03:12
(Sergio) No solamente ser un producto para skateboarding, sino que tenga un trasfondo social.
03:18
(Javi) Ya no es una lija, ahora es una lija que no te rompe las zapatillas, que además se puede reutilizar cuando partes el skate y que además por cada una que compras estamos yendo nosotros dos a África o a donde sea a entregarlas en mano y le ponemos la lija en su tabla.
03:33
(Sergio) En el primer añito que llevamos hemos vendido más de mil, hemos podido donar y apoyar a países como Palestina, México, Etiopía.
03:42
(Javi) Hemos podido donar más productos, chancletas, mochilas, ropa.
03:48
(Sergio) Sobre todo lo importante que es inculcarle a estos chavales los valores del skateboarding, es ese factor social que influye mucho al final en el carácter y llevar una filosofía en tu vida de tropezarte y seguir adelante, al final, de ver la vida de otra forma.
Este contenido ha sido elaborado por Yoigo.