¿Cómo hemos cambiado?

La eclosión del movimiento #MeToo ha supuesto un antes y un después para muchos ciudadanos. La revolución de miles de mujeres que han visto que no están solas, y han denunciado a los acosadores a los que se han enfrentado, ha cambiado la mentalidad de muchas personas. Por eso, ahora hay quienes están dispuestos a no quedarse callados y hacer frente al machismo que aún pervive en la sociedad. Y también quienes, gracias a la fuerza de las mujeres, han comprendido por qué algunas decisiones que han tomado son machistas. EL PAÍS ha salido a la calle en Barcelona y Madrid para comprobar cómo ha cambiado la percepción del acoso y el machismo tras la revolución del #MeToo: desde la desigualdad en el reparto de las tareas domésticas a las relaciones sexuales, nada se libra de una nueva visión generada a partir del MeToo.