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La asturiana retenida en India podrá regresar a casa con sus hijos

La madre adoptiva consigue la carta del consulado español necesaria para abandonar el país

Ana Coto y su marido, José Luis Vidal, junto a sus mellizos.
Ana Coto y su marido, José Luis Vidal, junto a sus mellizos.

"Llegó un momento en el que pensé que no saldría nunca", explica Ana Coto por teléfono desde Bombay (India). Esta asturiana de 47 años lleva en el país asiático desde el pasado 19 de junio, cuando acudió junto a su pareja a recoger a dos mellizos adoptivos nacidos mediante un vientre de alquiler, práctica que no está permitida en España. Un requisito de última hora el mismo día que iban a volar de vuelta a casa (el pasado 14 de agosto) impidió a Coto y a su pareja llevarse a los bebés a España y generó un conflicto entre la pareja y el consulado español en Bombay que, según la madre adoptiva, está a punto de solucionarse y les permitirá regresar a casa durante los próximos días.

La familia defendía que el único requerimiento de las autoridades indias era que el consulado español certificara mediante una carta que los mellizos habían nacido a través de una madre subrogada. El consulado, en cambio, alega que se le exigía reconocer que estas adopciones son legales en España, algo que no podían afirmar. Una reciente modificación legislativa en la India instauró este requisito para los extranjeros que acuden al país para usar vientres de alquiler, sin embargo la familia defendía que a ellos no les afectaba pues su embarazo subrogado fue anterior a la aprobación de la norma.

Finalmente, según Ana Coto, el consulado ha accedido a certificar el nacimiento subrogado de los mellizos y ha podido presentar la carta pertinente a las autoridades indias, que la han remitido a la capital, Nueva Delhi, y le han asegurado que antes de 10 días podrá regresar a su domicilio. El Ministerio de Asuntos Exteriores ni confirma ni desmiente esa información y se limita a declarar que "hacen lo posible para ayudar a los ciudadanos españoles en el extranjero".

"He conseguido la carta gracias a los medios de comunicación", asegura Coto. Sus familiares y amigos empezaron hace tres días una campaña de difusión de la historia a través de los medios que, según la afectada, ha sido clave para que el consulado español accediese a redactar la carta. Según el relato de Coto, el cónsul en Bombay le aseguró que "nunca" pondría en una carta lo que la familia le requería. La secretaria del cónsul incluso le mandó un correo electrónico el 21 de agosto en el que se confirma la versión de la madre adoptiva: le reconocían que lo que pedían las autoridades indias era que el consulado reconociera el nacimiento subrogado, "algo que no es posible", le escribe en el mail. Según explica la afectada, el mismo día en que apareció la noticia en los medios nacionales la secretaria del cónsul la llamó dos veces pidiéndole que acudiera a su oficina.

Ya más tranquila, Coto carga contra la actuación de Asuntos Exteriores. "Después del ruido, ahora quieren echarme cuanto antes de la India", relata con ironía esta trabajadora de Mapfre. "Estoy un poco tocada por el estrés de estos días pero parece que ya acaba todo". Si todo va bien, Coto pondrá rumbo a casa entre el 6 y el 8 de septiembre junto a Lucas y Carmen, los mellizos a los que fue a recoger ya hace más de dos meses.

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